Francia y Marruecos disputarán la semifinales del otro lado del cuadro del Mundial de Qatar 2022. Tras superar a Inglaterra, los galos deberán enfrentarse al equipo africano, quien pasó de ser la sorpresa del torneo, a la revelación, y ahora candidato a levantar el trofeo el próximo 18 de diciembre tras vencer a poderosas selecciones como Bélgica (en Fase de Grupos), España (octavos) y Portugal (cuartos).
En la previa al enfrentamiento en el Estadio Al Bayt, Didier Deschamps fue protagonista de una conferencia de prensa en la que habló de algunos puntos a tener en cuenta sobre su rival, entre ellos, la afición.
Los miles de fanáticos marroquíes que viajaron a Qatar se hicieron sentir en cada encuentro de su selección. Los gritos ensordecedores cuando el equipo ataca y los silbidos agobiantes cada vez que el oponente tiene la posesión del balón se convirtieron en el distintivo que los identifica.
Consultado por el clima “hostil” que le espera en el Al Bayt, Deschamps consideró: “No me gusta el término hostil. Prefiero hablar de un fervor popular muy importante. Yo mismo pude escucharlo, mis observadores me lo dijeron y lo repitieron. Los jugadores están advertidos”.
Sin embargo, el entrenador de 54 años entendió que, “eso no es lo que hace que los goles se marquen o se concedan. Pero bien por ellos. El ambiente va a ser inferior. Prepararse para un partido significa prepararse para lo que sucede en el campo pero también para el entorno”.
Desde que comenzó la cita mundialista, a Marruecos tan solo le han convertido un gol en cinco partidos. Un dato que no pasa desapercibido para Deschamps: “Este equipo tiene una capacidad de defensa muy buena. Ningún oponente ha encontrado la solución”, afirmó.
“Pero no hay que reducir este equipo al sector defensivo, de lo contrario no estaría ahí. También tiene cualidades de ataque pero es el equipo que mejor defendió con una organización muy buena y racional. Se encuentran bien. Miré todo eso, mis observadores también. Por supuesto, hay cosas a tener en cuenta”, añadió.
Con respecto a jugar una segunda semifinal consecutiva y pelear por convertirse en bicampeón del mundo, el técnico fue prudente: “Solo estamos en semifinales. Ya es un buen torneo. Para ganar se requiere una combinación de muchas cosas: la calidad de los jugadores no es suficiente, la fuerza colectiva y el estado de ánimo son fundamentales. No hay una receta milagrosa. Hace cuatro años llegamos allí de alguna manera, la palabra clave es adaptarse. Me adapto a las situaciones, a los jugadores, tengo que sacar lo mejor de cada uno”.
Finalmente, al pedirle una comparación entre la Francia del 2018 y la del 2022, comentó: “No me gusta comparar épocas. La única similitud es que Francia está en semifinales como hace cuatro años. Algunos futbolistas todavía están allí, otros no. Pero hicimos lo necesario, no todo a la perfección pero tenemos esa capacidad de defender bien, de ser peligrosos y de marcar goles”.
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