El triunfo de la selección argentina ante Países Bajos en los penales continúa en boca de todos los protagonistas por el mal arbitraje de Mateu Lahoz que levantó polvareda en ambos conjuntos por igual después de un encuentro que finalizó con récord de amonestaciones en la historia de la competencia (17).
Las críticas de Lionel Messi y Emiliano Dibu Martínez no fueron las únicas que recibió el colegiado español, ya que alzó la voz Frenkie de Jong en el conjunto neerlandés para acusar al “10″ de la Albiceleste en haber influido dentro de la labor de un juez que conocen ambos por haber vestido la camiseta del Barcelona de España.
“Cuando terminó el tiempo reglamentario, todos los jugadores argentinos se dirigieron a él y, a partir de entonces, sólo pitó a favor de Argentina”, se quejó el volante central de la Naranja Mecánica y argumentó esta afirmación: “Luuk de Jong gana un cabezazo normal y él pita, dan un pelotazo a nuestro banquillo y no le importa. Messi agarra el balón con la mano y lo deja pasar”. En este sentido, señaló que el referí “perdió el rumbo” del partido “en la prórroga”.
“Fue realmente escandaloso”, calificó de Jong sobre un juez a quien tachó de “buen tipo” y un “buen árbitro”. Tras estas declaraciones, apuntó contra su excompañero en el Blaugrana entre 2019 y 2022: “Puede ser que la grandeza de Messi haya influido en eso. No es culpa del árbitro, pero afectó al partido”. Ya más tranquilo, el futbolista de 25 años que jugó los 120 minutos del encuentro señaló cómo vivió los instantes posteriores a la igualdad de Wout Weghorst en el 11° minuto de adición del complemento: “Estaba convencido de que ganaríamos cuando empatamos, estaba convencido de que seríamos campeones del mundo”.
Finalizado el partido, Messi fue uno de los primeros protagonistas que despotricó contra Mateu Lahoz: “Estoy con mucha bronca porque no era para que termine así el partido. No podés hablar del árbitro, no podes ser sincero porque después te sancionan. Teníamos miedo antes del partido porque sabíamos quién era. La FIFA no puede poner un arbitro así en esta instancia”. Y sentenció: “El árbitro nos mandó a la prórroga, no solo por los minutos que dio, sino por las chiquitas, las boluditas. Creo que no era foul el último que cobró (antes del empate). Inclinó la cancha. Nos querían tumbar”.
En sintonía, el Dibu tampoco se fue conforme con el accionar del juez que amonestó a Marcos Acuña y Gonzalo Montiel, los dos futbolistas de la selección argentina que se perderán el cruce ante Croacia por haber llegado al límite de amarillas: “El árbitro quería que lo empaten. Es el peor árbitro de la Copa lejos. les dieron 120 minutos”. “Es una locura, arrogante. Le decís algo y te habla mal. Añade diez minutos y da un tiro libre para ‘Holanda’. Como quedó fuera España quería que nos quedáramos fuera también nosotros”, denunció el arquero que tapó dos penales en la definición desde los doce pasos.
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