Para quienes lo conocen bien, de verlo en su Selección, en clubes de Europa y hasta su pasado como atleta multideporte, no sorprendió que Iván Perisic se anticipara a todos en el área y metiera un frentazo para empatar el duelo de octavos contra Japón que pintaba feo para Croacia. El delantero de 33 años, que hoy milita en el Tottenham Hotspur de la Premier League, ha mostrado ese tipo de cualidades en el pasado. La selección croata tiene pocos talentos más determinantes que él en su corta historia. En su tercera Copa del Mundo, ya suma seis goles -igualando al mítico delantero Davor Sucker- y cuatro asistencias, en 14 partidos, habiendo marcado y asistido tanto en Brasil 2014, como en Rusia 2018 y ahora, también, en Qatar 2022. Siendo, además, el primero de su país en marcar en los tres Mundiales y apenas el cuarto jugador activo -los otros son Messi, Cristiano y Shaqiri-. La semana que viene estará en cancha frente a la selección argentina luego de que Croacia venciera por penales a Brasil.
Pero ojo, lo suyo va más allá y tiene que ver con ser un deportista multitalento. Amante y practicante amateur del básquet y boxeo, además ha sido profesional del beach volley, a la par de su carrera como futbolista. Incluso jugó una Copa del Mundo con Croacia, hace cinco años, en Porec, lo que generó el enojo del Inter de Milán, su club por aquel entonces.
Nacido el 2 de febrero de 1989, en Split, Perisic practicó varios deportes desde chico. “Estaba lleno de energías y quería hacer de todo. Fútbol, por supuesto, pero también mucho tenis y, en especial, básquet”, admitió Iván, criado en una ciudad y en un país con mucha tradición en el básquet, con referentes icónicos como Drazen Petrovic (fallecido en 1993) y Toni Kukoc, estrella europea y luego figura en los Bulls de Michael Jordan, entre 1993 y 1998. De adolescente, a partir de la promoción generada en su país, también arrancó con el vóley, pasándole a la versión de playa. Tan bueno fue que llegó a la Selección de su país y hasta participó de forma profesional en una fecha del circuito mundial, el torneo de Porec, en 2017.
No lo hizo por el dinero, claro, ni por la fama. Lo primero, dijo, lo donaría a la federación de esa disciplina y lo segundo le sobraba al ser jugador del Calcio. “Espero que mi participación ayude a promocionar este torneo único y este hermoso deporte. Me han dado permiso para jugarlo y ojalá pueda estar altura”, aseguró quien luego fue multado por el Inter, que aseguró no haberle dado autorización al delantero de 1m87 que a veces también juega de volante.
Perisic hizo dupla con su compatriota Niksa Dellorco y perdió sus tres partidos de la fase de grupos. En el debut, los croatas cayeron ante los brasileños Saymon Barbosa y Alvaro Filho (pareja primera cabeza de serie del torneo) en solo 28 minutos por un doble 21-10 en partido del Grupo A. En los otros dos juegos volvieron a perder, primero ante la dupla Gibb-Friday y luego frente a Theo Brunner-Casey Patterson, ambas de Estados Unidos. Terminaron últimos en el grupo, pero Perisic siendo felicitado por los rivales. “Es muy difícil jugar a dos deportes a un alto nivel e Iván demostró que puede hacerlo”, admitió el brasileño Filho.
Luego del tirón de orejas del Inter, Perisic decidió no continuar con su carrera en el beach volley, aunque aseguran que lo juega en sus vacaciones. Lo mismo pasa en el básquet. Suele subir fotos y video a las redes, como al que se lo ve con buena técnica individual y mejor tiro, siendo zurdo. Es seguidor de la NBA y fana de los Warriors de Golden State, además de asiduo espectador de partidos, sobre todo cuando estaba en Italia e iba ver al Milano. “Son dos deportes que practico siempre que puedo y las cosas que me podido absorber de ambos me han servido para la clase de futbolista que soy”, reconoció Perisic, quien debutó con la selección croata en 2012 y ya ha jugado dos Eurocopas y tres Mundiales, siendo finalista en 2018 y esperando al menos repetir ese hito en Qatar.
Pero Iván, siempre activo y fana de los deportes, también se dedica a la práctica del kickboxing, De hecho, el año pasado compartió fotos de entrenamientos personalizados que hizo con el campeón croata Luka Tomic, un régimen riguroso que incluía patadas y trompadas, además de diversos ejercicios de puso.
El actual jugador de la Premier, que tuvo al Sochaux como primer club y luego pasos por el Roeselare y el Brujas de Bélgica antes de pasar a Alemania (Dortmund y Wolsburgo), lleva 10 goles en torneos grandes con su selección -top scorer- y este último no pudo ser más grande. Y más impactante, porque vino de atrás para conectar el gran centro de Lovrek. Su salto tuvo reminiscencias de alguno NBA o de aquellos en la arena para rematar sobre la red. Está claro que, como dijo, sacó movimientos de otros deportes y en este Mundial los volvió a aplicar para que Croacia siga escribiendo la historia grande en los Mundiales.
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