A tono con su gran rendimiento a lo largo de todo el Mundial de Qatar 2022, Lionel Messi volvió a destacarse en el cruce ante Países Bajos y lideró a la Argentina hacia la semifinal, donde se medirá frente a Croacia. La Pulga tuvo una nueva actuación descollante y la prensa internacional se rindió a sus pies. Uno de los portales que más destacó la actuación del futbolista del PSG fue The Guardian, de Inglaterra, que le dedicó una columna titulada “Un emblema de la fragilidad transitoria de la belleza humana”.
El autor del artículo, el periodista británico Jonathan Wilson, se contagió de la emoción albiceleste y aseguró que La Pulga es “es el mejor” por sobre cualquier otro jugador. “Él es el mejor que hemos visto y cada juego podría ser el último en que lo veamos. Messi no se retirará en el instante en que termine su Copa del Mundo, pero esta es la etapa que claramente le importa más. Podrá agregar uno o dos títulos de la Ligue 1, incluso una Champions League con el París Saint-Germain, pero apenas se registrará en su legado. Si gana el Mundial, hasta la última objeción sobre él va a desaparecer. Cada uno de sus partidos en esta Copa del Mundo es un emblema de la fragilidad transitoria de la belleza humana, de la eterna marcha del tiempo”.
En el primer tiempo ante los neerlandeses, Messi fue clave para romper la paridad. A los 35 minutos de la primera etapa, el capitán albiceleste tomó la pelota en tres cuartos de cancha y condujo en diagonal hasta que vio un hueco en la defensa rival: mediante una gran asistencia, dejó a Nahuel Molina mano a mano con el arquero de los europeos y el futbolista del Atlético de Madrid definió con un toque de derecha a un costado.
“En el inicio, la jugada no parecía gran cosa, no para los mortales. Pero una pausa momentánea fue suficiente para arrastrar a Nathan Aké y crear una apertura, a través de la cual Messi deslizó un pase en profundidad, absurdo en la concepción, perfecto en la ejecución, que el lateral derecho casi se vio obligado a marcar”, describió la maniobra el diario británico The Guardian, y destacó que el astro argentino “es un jugador que puede funcionar operando a un ritmo supremamente bajo” y que a veces parece poco involucrado en los ataques, “hasta que de repente está” y marca la diferencia.
Respecto del clima caldeado en el partido entre argentinos y neerlandeses, el mismo periódico señaló: “No es de extrañar que el campo de Argentina esté perpetuamente tan tenso. No es de extrañar que haya tal sensación de comunión ansiosa entre el equipo y los aficionados. Pero lo que nunca ha quedado claro es si esa energía emocional sostiene a la Argentina o la suprime”.
Esa tensión obedece, según el punto de vista de The Guardian, a la necesidad de culminar con éxito una era gloriosa que inició justamente en Qatar en 1995 con aquel equipo de José Pekerman que obtuvo la Copa del Mundo Sub-20. “Entre las Copas América de 1993 y 2021, Argentina no ganó nada. Solo quedan en la plantilla tres jugadores que formaron parte de aquellos éxitos juveniles: Messi, que ganó en 2005, y Papu Gómez y Ángel Di María, que ganaron en 2007. Y, sin embargo, todavía permanece la influencia de Pekerman. Fue él quien, como seleccionador nacional, convocó a Messi para su primer Mundial en 2006, mientras que el actual técnico, Lionel Scaloni, y dos de sus asistentes, Pablo Aimar y Walter Samuel, formaron parte de la plantilla que ganó el Mundial Sub- 20 de Malasia en 1997″.
“Fue en Qatar donde efectivamente comenzó esta era del fútbol argentino y el sueño será, 27 años después, alcanzar su gloriosa apoteosis en Qatar. Pero eso exige la inspiración de Messi. Siempre ha sido un jugador que trabaja a su propio ritmo y, a medida que envejece, la tendencia a deambular casualmente evaluando las debilidades de la oposición se ha vuelto más pronunciada”, continuó la columna.
Y finalizó: “Esta Argentina siempre ha vivido al borde del abismo. Para ellos, en este torneo el único lugar para el corazón está en la boca. Argentina incluso podría haber ganado fácilmente ante Países Bajos, dado que Messi desbloqueó dos veces a los holandeses en la segunda mitad, solo para que la torpeza de sus compañeros lo decepcionara. Pero preguntar qué podría hacer (Messi) en un mejor equipo es perder el punto. Que Diego Maradona inspirara a un equipo que distaba mucho de ser un campeón mundial fue su gran gloria. Algo similar, justo al final de la era que comenzó en Doha hace 27 años, podría hacer Messi”.
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