Fue un partido especial para Rodrigo De Paul. En la semana, los rumores sobre un posible desgarro encendieron las alarmas en la concentración argentina. Se pensó que el volante del Atlético de Madrid no llegaría a jugar contra los Países Bajos por una lesión, pero al final salió al campo de juego del estadio Lusail desde el arranque y estuvo 65 minutos.
“La emoción es por lo que logramos, la emoción por los compañeros. Pocos saben el esfuerzo que he hecho estos estos tres días. No molestó mucho que esa información se filtrara porque se manejó muy cauta. Algunos me daban afuera del Mundial y que estaba desgarrado”, dijo De Paul en diálogo con TyC Sports.
“No solo tengo que estar con la bronca de que uno por ahí tiene algo ahí. También tranquilizar a la familia. Hice un trabajo muy grande con los fisioterapeutas, profesores. Le agradezco al técnico que me dejó decidir. Fue una presión muy grande”, agregó el ex Racing Club.
“Hoy logramos meternos entre los cuatro primeros. Nos metemos en una semifinal”, dijo antes de despedirse para seguir celebrando con el resto de sus compañeros.
Hay que recordar que 48 horas antes del duelo trascendental ante los neerlandeses, el escenario para De Paul parecía ser muy complicado. Según trascendió, ya que la AFA no publicó un parte oficial, los estudios que se le realizaron en la Universidad de Qatar habrían dado que el mediocampista tenía un desgarro grado 1 en el isquiotibial derecho.
El hombre surgido de Racing había sentido alguna molestia en el epílogo de la práctica del martes y este miércoles encendió las alarmas al sentir dolor en su pierna derecha, lo que obligó al cuerpo médico a realizarle una ecografía. En este tipo de lesiones de grado 1, una recuperación récord puede llevar 10 días, pero al parecer, la situación no llegó a tener dicha gravedad y De Paul saltó al campo de juego con el aval de Scaloni y gracias al gran trabajo que hizo junto al cuerpo médico puedo estar disponible durante gran parte de los 90 minutos.
Una vez que salió, Rodrigo vivió el encuentro como un fanático más. Y una vez que la Selección logró la agónica clasificación, se sumó a los festejos.
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