Qué fue de la generación sub-17 campeona del mundo en 2011

De cara a la Copa del Mundo del 2026, ya mucho se especula sobre el posible cambio generacional que debe de hacer en las filas de la selección mexicana. Por ello, es buen momento para recordar a la generación “dorada” que conquistó el título mundial sub-17 en el ya lejano 2011, y que a su vez, muchos de esos jugadores lucían para ser la base del combinado mayor a mediano plazo; no obstante, todos quedaron como eternas promesas.

En 2011, el fútbol mexicano y toda su afición se ilusionó bastante tras conseguir su segundo título mundial juvenil en la categoría sub-17, pues veían bastante potencial y entrega en muchos de los jugadores que estuvieron en aquella plantilla de “niños héroes”; hasta surgieron bastantes comparaciones con la plantilla que hizo lo propio en el 2005. 11 años después, solo se habla de ellos para hablar de lo que pudo ser.

Nadie en la nación azteca podrá olvidar las enormes emociones que generó esa generación dirigida por Raúl “el Potro” Gutiérrez. desde el paso perfecto en la fase de grupos, los octavos de final ante Panamá, los cuartos en el Estadio Hidalgo ante Francia, la semifinal cardiaca ante Alemania en Torreón y por supuesto, la final ante Uruguay en un Estadio Azteca completamente lleno y pintado de verde.

Sin duda alguna, fue un equipo que supo jugar en conjunto y que se acataron bien a las órdenes del “Potro”; sin embargo, fueron al menos 4 los futbolistas que lograron marcar diferencia y que, por ende, fueron a los que más se les auguró una excelente carrera futbolística, pero al final solo fueron promesas y que hoy en día, se encuentran a años luz de poder brillar mínimo a nivel nacional.

Para empezar, podemos nombrar a Carlos Fierro, quien quizá fue el jugador más regular de esa generación, pero que no pudo consolidarse o trascender en algún club a lo largo de su carrera. Durante la justa mundialista juvenil celebrada en México, el canterano de las Chivas fue el goleador del “Tri” al marcar en cuatro ocasiones, y debido a su habilidad que mostró para definir y ser un apoyo para sus compañeros, muchos lo empezaron a catalogar como la futura estrella del balompié nacional.

Su debut con el cuadro tapatío se dio tras el campeonato mundial que consiguió con México y para la jornada 5 del Apertura 2011, Carlos vio sus primeros minutos de juego ante Monterrey tras recibir la confianza del técnico, Fernando Quirarte. Tras ocho torneos en su primera etapa con el conjunto tapatío, el atacante disputó un total de 116 encuentros en donde solo pudo convertir 10 goles y repartir 11 asistencias, una cuota goleadora muy baja para un atacante. Actualmente, Fierro se encuentra en las filas de los Bravos de Juárez, pero sin ser titular.

Posteriormente, tenemos a Julio “la Momia” Gómez, quien para muchos, es el futbolista más recordado de aquel equipo por su histórico partido en las semifinales contra Alemania, donde marcó un par de anotaciones y siendo uno de ellos con una espectacular chilena y con la cabeza abierta por una lesión. Pese a haber debutado rápidamente con el Pachuca, nunca logró tener una regularidad en su carrera y se convirtió en un auténtico trotaestadios hasta su retiro de las canchas en 2020.

En seguida, tenemos a Marco Bueno, otro de los pilares de esa plantilla y que también tuvo algunos torneos con cierta constancia, pero sin poder estallar su potencial. Fue tan irregular su trayectoria, que su última actividad fue en el fútbol de Guatemala con el Comunicaciones.

Por último, tenemos a Jonathan Espericueta, quien no corrió con tanta suerte en cuanto a oportunidades en el máximo circuito y su debut oficial fue hasta el 2013 en la Copa MX. Hoy en día, continúa su carrera en la liga de balompié mexicano con el Atlético Veracruz.

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