A medida que la Selección avanza en el Mundial, la ilusión de todos va in crescendo. Pero en paralelo a este fenómeno, lo que también va acrecentándose es la cantidad de barrabravas que llegan hasta Qatar para conformar la barra de la Albiceleste. Algunos provienen de equipos del Ascenso que hasta hace años apenas podían ir a ver a la Selección al Monumental, al Interior o al Mundial de Brasil. Pero los tiempos cambiaron y ahora se pasean por Doha. Otros directamente burlaron la lista del derecho de admisión que envío el gobierno y hasta se dan el lujo por las redes sociales de desafiar a otras barras que no lograron ese cometido. Diez días atrás, Infobae había informado sobre 90 barras argentinos que estuvieron en el partido contra México, el segundo de la Selección, con nombres, apellidos e imágenes de varios de ellos. Pues bien, tras el encuentro de Octavos contra Australia y en la previa del trascendental match de cuartos contra Países Bajos, hay más caras para este boletín que deja al descubierto que aquel slogan de un Mundial libre de barras quedó en eso, un slogan.
El caso más curioso quizá es el de Sergio Marcelo Ávalos, un hombre que cobró peso en el último lustro de la mano del cambio de mando que se generó en la Asociación del Futbol Argentino. Le dicen Boti y es nada más ni nada menos que el jefe de la barra brava de Barracas Central, el equipo de Chiqui Tapia, el mandamás de la AFA. Boti fue creciendo de a poco en la estructura del paravalanchas haciendo su núcleo fuerte en la Villa Zavaleta y se pegó rápido al poder. Nada de lo que ocurre en el estadio Claudio Chiqui Tapia escapa de su control. De hecho, en pandemia, cada vez que el equipo hacía de local se veía a varios barras dentro como si no rigiera para ellos el aislamiento. Claro que cuando el Guapo subió a Primera, los flashes empezaron a poner más atención en la tribuna del equipo y Boti terminó con una causa por amenazas cuando Barracas hacía de local en el estadio de All Boys. De ahí a terminar en la lista del derecho de admisión había un paso. Y así fue: el 4 de noviembre, el gobierno porteño dictó la resolución que le impide ingresar a los estadios al menos por 36 meses tras un pedido del Ministerio Público Fiscal. “Que hoy esté en Qatar es un tema de la seguridad de Qatar, no nuestra”, afirman en Buenos Aires.
Entre los que se dejaron ver también por medio de imágenes está uno de los hombres más importantes que secundan a Mauro Martín, el jefe junto a Rafael Di Zeo de La Doce. Se trata de Salatino, tal como se lo conoce en la Bombonera y al que muchos le atribuyen ser el nuevo cerebro por detrás de la facción de Martín en la Ribera, lugar que hasta antes de la pandemia era de un hombre llamado Javier, al que le decían Huevo, pero que terminó afuera. Salatino no sólo viajó a Doha con camiseta argentina y el short de Boca que suele usar La Doce, sino que hizo buenas migas con barras de otros clubes, lo que quedó de manifiesto en el partido de Octavos, en el que se lo ve con el grupo de Racing. Allí, por ejemplo, además de Taty, un histórico del Cilindro, también apareció un personaje que muchos tildaron de barra y en realidad es un hincha caracterizado que saltó a la fama por otras cuestiones: se llama Agustín Porras y le dicen Fresco. Fue el protagonista de uno de los virales argentinos más populares de todos los tiempos. Sus audios comenzaron a circular por los grupos de Whatsapp y rápidamente lo catapultaron a la fama .El primer audio que se conoció arranca con la frase “Escuchame fresco”, lo que terminó convirtiéndolo en apodo y versa sobre las actividades que el protagonista quiere hacer al llegar a un boliche como consumir drogas, alcohol, escuchar música electrónica y todo lo que se pueda imaginar. Fresco ya había estado en el Mundial de Brasil y, si bien le gusta mostrarse cerca de La Guardia Imperial y Los Pibes de Racing, no es miembro de la barra. Sí, como ya informó Infobae, hay un grupo de Villa Corina de la Academia de primera línea de la tribuna pero sin la presencia de sus jefes, Leo Paredes y Enrique Rulet, ambos con causas judiciales. El primero por lesiones, el segundo por el crimen del periodista partidario Nicolás Pacheco, esperando resolución de la Corte Suprema ya que en primera y segunda instancia fue condenado a 12 años de prisión.
Lo que llamó la atención en Qatar y ni siquiera hay explicación convicente de los organismos de Seguridad es cómo la primera plana de la barra brava de Vélez logró ingresar a Doha y estar presente en el encuentro contra Australia porque todos sus líderes estaban en la lista del derecho de admisión que envío Argentina al país organizador. Diez días atrás ya Infobae había mencionado hasta qué vuelo iban a abordar y finalmente no sólo llegaron sino que se dejaron ver por todos lados. Allí están por ejemplo Raulo Ciminelli y Jonathan Pereyra, uno y dos de La Pandilla de Liniers y también Matías Fontanello, otro que pisa fuerte en el Amalfitani. Además de ir a la cancha, se han dado el lujo de andar en jet sky por el Golfo Pérsico, pasear por los exclusivos shoppings y hasta mostrarse con barras de Huracán mientras dejaron por redes sociales un desafío a la barra de San Lorenzo con el mensaje “Dejá de esconderte San Lorenzo”, en referencia a La Butteler, cuya presencia es de bajísimo perfil en el Mundial, nada que ver con lo sucedido en Rusia donde terminó todo en una pelea callejera con la barra del Globo.
En el estadio, además de los barras ya nombrados diez días atrás (los había de Boca, Chicago, Belgrano de Córdoba, Argentinos Juniors, Racing, Huracán y más), también apareció gente del Ascenso, más allá del Boti Ávalos. Por ejemplo en la cancha se pudo ver a la barra de Defensores de Belgrano, Estudiantes de Caseros y hasta una bandera de la barra de Lamadrid mostrada por el Turu, que en realidad es de Vélez, pero la Pandilla de Liniers pisa fuerte también en la tribuna del equipo de Devoto. Todos ya tienen sus entradas para esta tarde, cuando la Selección se juegue el pase a semis contra Holanda. Habrá que ver cómo sale el partido pero ellos, como siempre, ya ganaron.
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