A horas del partido entre Argentina y Países Bajos por los cuartos de final de la Copa del Mundo, la desesperación de los hinchas albicelestes por conseguir entradas disparó la reventa en los grupos de WhatsApp y Facebook, en las calles de Doha y en los sitios especializados. A todo esto, la llegada de más argentinos sin entradas en los próximos días y la tarea casi imposible de comprar a través de la página de la FIFA provocó una guerra entre quienes llegan a ofrecer hasta diez tickets juntos y aquellos que ni siquiera cuentan con uno. Argentinos vendiendo entradas a argentinos. Así están las cosas hoy en Qatar. Aunque en realidad no solo en Qatar, ya que tranquilamente podría haber gente vendiendo entradas desde Argentina o cualquier parte del mundo. Los tickets, salvo los exclusivos paquetes de Hospitality y casos excepcionales, son digitales y transferibles. Al adquirir las entradas, el comprador las recibe en su aplicación de la FIFA y tiene la posibilidad de transferirlas por única vez a la aplicación de otra persona. Es decir que una persona que compró entradas puede revender desde la comodidad del sillón de su casa. Después obviamente el pago se arregla de manera privada entre el comprador y el vendedor. Pero en resumen, con esta modalidad, estar en Qatar no es una condición obligatoria para revender tickets.
Las entradas por reventa, pese a ser lógicamente más caras, son mucho más fáciles de conseguir. Desde que se iniciaron las fases de venta oficial a través de la FIFA fueron pocos los afortunados que lograron hacerse de tickets, en relación con la demanda. Según un ranking publicado por la FIFA en octubre, Argentina fue el séptimo país que más entradas compró, con 61.083. La fase de venta aún continúa y ese número ya habrá aumentado.
Frente a esta situación, la reventa aparece como la opción más al alcance para poder asistir a los partidos del Mundial. Los cuestionamientos de los argentinos residen en que no se les dio prioridad a la hora de adquirir entradas. Critican que una persona de la India, Canadá o el país que sea tenga la misma prioridad que los argentinos para comprar entradas para los partidos de la Albiceleste a través de la página de la FIFA. “No es justo, podrían haber hecho un relevamiento antes para saber cuántas personas iban a venir de Argentina y asignarnos más entradas”, protesta Rafael, un porteño que hace más de un año comenzó a planificar el viaje a Qatar con amigos, pero que no tuvieron demasiada suerte en las fases de venta oficial y debieron recurrir a la reventa. Solo lograron conseguir entradas de manera oficial para ver a otras selecciones.
Pero así como muchos no tuvieron suerte, hay otros que sí. Los grupos de WhatsApp y Facebook en Qatar funcionan como quioscos de entradas. Se ofrecen tickets para casi todos los partidos y de todas las categorías, incluso la 4, que es exclusiva para residentes qataríes. También se intercambian, como figuritas para completar un álbum. Para el partido entre Argentina y Países Bajos hay quienes llegan a ofrecer hasta diez entradas. Ahí es donde la situación se tensa. ¿Cómo es posible que haya personas capaces de ofrecer esa cantidad de entradas y otras que ni siquiera hayan podido adquirir una sola? De hecho, quienes tienen la suerte de poder ingresar al portal de la FIFA después de largas horas de espera, el sistema solo les permite seleccionar hasta seis entradas como máximo por persona. Este tema genera rispideces en los grupos por la cantidad que tienen algunos y los precios que imponen.
“Es una cuestión de solidaridad. No juzgo ni tengo nada contra quienes revenden, pero no me parece justo stockearse de entradas para hacer negocios y dejar a tanta gente afuera”, dice Eduardo de Argentina, que al mismo tiempo afirma que a esto se llegó por el “mal manejo” de la venta de entradas a través de la FIFA. Él y Carolina creen que Argentina tuvo la mala suerte de que en la fase de grupos le tocó México y Arabia Saudita, dos de los países que más tickets solicitaron.
Otros argentinos se quejan de que la FIFA pone entradas a la venta a gusto. “Claramente especula, y las va sacando cuando quiere. Nosotros nos enterábamos cuando salían entradas porque teníamos un BOT de Telegram que nos avisaba”, detalla Martín, de regreso en Argentina, sobre la estrategia que implementó con su grupo de amigos para adquirir tickets. De hecho, aún es posible comprar a través de la web oficial. Solo hay que armarse de paciencia y estar dispuesto a pasar horas frente a la computadora o el celular actualizando la página. Así fue como algunos consiguieron entradas para el partido contra Países Bajos a precio oficial y evitaron pagar los más de mil dólares que se piden en grupos de WhatsApp y sitios de reventa. Una entrada categoría 1 se puede encontrar en la reventa a 1.200 dólares, mientras que el precio oficial es de 425 dólares. Sin embargo, la cercanía del partido juega a favor del comprador, por lo que si el vendedor no logra comercializar sus tickets, suele bajar sus pretensiones. Por esa razón, en las afueras de los estadios, en los días de partido, también se pueden encontrar entradas a precios más bajos.
Asimismo, la FIFA ofrece una plataforma de reventa de entradas que fueron devueltas por los compradores. La máxima autoridad del fútbol cobra un 5% de la entrada a las personas que devuelven y los interesados pueden adquirirlas a precio oficial más un 5%. “Ese portal funcionaba un poco mejor. Para otros partidos conseguimos así. Pero para Argentina, imposible”, concluye Martín.
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