Sergio Goycochea habló del mito del chip sexual y reveló qué le arrojaban los fanáticos después de haber hecho la primera publicidad de ropa interior

El ex arquero dio detalles sobre el tratamiento que le permite mantener el deseo sexual y confesó algunos episodios que vivió en las canchas luego de protagonizar una campaña publicitaria. Las imágenes

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Los detalles que brindó el ex arquero sobre su salud

Sergio Goycochea es una leyenda del deporte argentino. Su heroica participación durante el Mundial que organizó Italia en 1990 le permitió afianzarse en el lote de los ídolos populares más queridos de la historia. La notable producción ante Brasil en los octavos de final y los penales frente a Yugoslavia y el anfitrión en las fases siguientes gestaron el inicio de un amor incondicional con los simpatizantes de la Albiceleste que se afianzó con los título de la Copa América de 1991 en Chile y 1993 en Ecuador.

Tal vez, la goleada adversa ante Colombia por 5 a 0 en el estadio Monumental que obligó al combinado liderado por Alfio Basile a disputar el repechaje para ingresar a la Copa del Mundo de Estados Unidos enfrió por momentos el sentimiento pasional del público hacia el arquero. Incluso el Coco se inclinó por Luis Islas para que ataje en el certamen organizado en el país del norte.

Pero más allá de los estrictamente futbolístico, el Goyco despertó suspiros improvisados cuando protagonizó una campaña publicitaria de ropa interior. “Había que tener personalidad para hacerla ¿Saben lo que era salir en calzones en 1991? Los jugadores ni siquiera hacían publicidad de ropa deportiva. Así me comí un montón de cosas en las canchas. Me gritaban de todo y me tiraban corpiños y bombachas”, reveló el ex arquero desde Qatar en diálogo con AFA Estudio.

Los detalles que brindó el ex arquero sobre su salud

Con 59 años, el oriundo de Zárate mantiene una juventud plena. Como si se tratara de un Peter Pan argentino, el ex River, Racing y Newell’s, entro otros equipos, explicó que lleva con un tratamiento hace más de una década y media. “Hace 16 años que hago un tratamiento de celuloterapia, que no es estético sino que se trata de retrasar el envejecimiento de los órganos. Uno puede llegar a los 60 años con las articulaciones y órganos de un tipo de 50. Como soy amante de la vida al aire libre yde la actividad física porque me gusta nadar, ir al gimnasio o jugar al squash empecé con el tratamiento que es controlado por un médico. Me hacen estudios y en base a esos resultados me dan un complejo vitamínico. No es que tomo hierro porque voy a cumplir 60. Además, es sabido que el hombre después de los 60 pierde testosterona que influye en la masa muscular y la libido sexual. Esto no quiere decir que cuando uno se pone el chip, sale corriendo como si fuera un camello por el medio del desierto, pero ese es mi estilo de vida. Me gusta disfrutar de mi cuerpo porque es mí vehículo”, concluyó.

También llamado el chip de rejuvenecimiento, el mismo contiene pellets de testosterona bioidéntica que se obtiene de plantas. Tiene el tamaño de un granito de arroz y se coloca en la cintura sobre el tejido adiposo. La duración de este chip depende de cada paciente, pero se estima que es de 4 a 6 meses, y luego se reabsorbe. Una de sus funciones principales es que aumente la testosterona, que es una hormona que tienen los hombres y las mujeres y que empieza a descender a partir de los 30 años; es decir que a partir de esa edad se puede colocar.

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