Nació en Montreal, Canadá, pero defiende los colores de Marruecos, de donde son oriundos sus padres. A los 7 años comenzó su carrera futbolística en el Wydad Casablanca, pero una década más tarde el Niza de Francia se fijó en él para contratarlo. Sin embargo, algunos inconvenientes burocráticos sobre su nacionalidad hicieron que aquella operación no prosperara.
Bono jamás se resignó y tras una notable producción en un torneo juvenil de Tolón, a las orillas del mar Mediterráneo, se incorporó al Atlético de Madrid. En el Colchonero tampoco tuvo suerte, dado que el Cholo Simeone no lo tuvo en cuenta al tener en su plantel a Jan Oblak y Miguel Ángel Moyá. Por decisión del entrenador argentino, el arquero fue cedido a préstamo al Zaragoza, donde el estratega Ranko Popovic le dio continuidad.
La escala previa antes de afianzarse en el Sevilla fue el Girona, pero el arquero siempre tuvo un fanatismo inexplicable por la Argentina. Los días de Ariel Arnaldo Ortega por Europa pudieron marcar su infancia. Por ello bautizó a su mascota con el nombre del ídolo popular de River. Gracias al Burrito, la gran figura de Marruecos en el duelo ante España, por los octavos de final del Mundial Qatar 2022, también incorporó una pasión por el Millonario.
En las últimas horas, antes de la hazaña africana en Medio Oriente, se viralizó un video en el que la leyenda con pasado en el club de Núñez le envió su camiseta firmada en agradecimiento a su apoyo constante. “Amigo, acá te mando la camiseta firmada ¡Mandame la tuya, eh! Un gran abrazo”, dijo Ortega, además de recordar el diálogo que tuvieron a través de Instagram, con los mejores deseos para el torneo en el país del Golfo. “Es un honor tener como admirador a una persona de otro país. Espero que pronto nos podamos conocer”, concluyó.
Naturalmente, la respuesta del arquero no tardó en llegar. “Pronto te voy a ir a ver a la Argentina para sacarme una foto con vos. Muchas gracias por la onda y por todo ¡Te quiero mucho”, manifestó Bono, quien en 2015 viajó a Japón exclusivamente para ver el compromiso que debía afrontar el conjunto de Marcelo Gallardo en el Mundial de Clubes.
En el Education City Stadium, la figura marroquí se convirtió en héroe al mantener el arco en cero durante los 120 minutos que duró el partido y en la tanda de los penales que depositaron al combinado liderado por Walid Regragui entre los ocho mejores del planeta. El remate de Pablo Sarabia al palo y las atajadas ante las ejecuciones de Carlos Soler y Sergio Busquets le permitieron a la sorpresa de África firmar su mejor actuación en la historia de la Copa del Mundo.
Los goles de Abdelhamid Sabiri, Hakim Ziyech y Achraf Hakimi, remediaron el fallo de Badr Benoun y dejaron a España de rodillas en Qatar. Lejos de lo que indicaban los pronósticos, Marruecos clasificó a los cuartos de final gracias a Bono. Sin dudas, sus hinchas vivirán un beautiful day.
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