Oscar Ruggeri vivió un momento incómodo, que supo sortear. El Cabezón, campeón del mundo en México 86 y con un “odio” supremo hacia la Selección de Brasil por los cruces futboleros de siempre, tuvo la mala fortuna de viajar en un subte de Qatar plagado de “torcedores”. Afortunadamente para él, los simpatizantes brasileños no lo reconocieron y todo quedó en una simple anécdota.
“Miren la que me estoy comiendo. Me estoy comiendo una acá… Todos los brasileños se van al partido. Me estoy comiendo una de gritos: que Pelé, 1.000 goles de Pelé… Por favor”, lamentó Ruggeri, con su habitual manera de expresarse.
Como era de esperarse, el ex capitán de la selección argentina no se quedó callado y, aunque en un tono bajo, retrucó: “Brasil, decime qué se siente; tener en casa a tu papá; te juro que aunque pasen los años; nunca nos vamos a olvidar; que el Diego te gambeteo; que el Cani te vacunó; Maradona es más grande que Pelé”.
Del otro lado, se venían más cánticos en contra de Lionel Messi y a favor de la pentacampeona del mundo. “Miren lo que me pasó. No sé qué me gritan de Messi ahora. Messi y Maradona son más grande que todos ellos, pero no puedo gritar tanto porque a ver si se arma…”.
Ruggeri siguió cantando “despacio porque me matan”, y llegó el momento de retrucarle con otro popular hit contra Brasil que les dedicó a sus seguidores: “Ya se acerca nochebuena; ya se acerca Navidad; para todos los brazucas; el regalo de papá”.
Segundos antes de despedirse, el Cabezón les hizo un pedido, casi a modo de súplica, a la selección argentina que comanda Lionel Scaloni: “Tenemos que jugar la semifinal con estos, por favor”. Para que esto ocurra, la Albiceleste deberá superar a Países Bajos este viernes y que Brasil haga lo propio con Croacia.
“Bueno, espero llegar porque me parece que me van a matar. Ya llegamos, me tengo que bajar”, cerró el video que compartió en su cuenta de Instagram y se volvió viral.
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