La familia Messi se unió para celebrar la clasificación a cuartos de final de la Copa del Mundo en la jornada de ayer, en la que Lionel Scaloni les dio libre a los integrantes del contingente que por primera vez desde el arribo a Doha pudieron salir del predio de Qatar University donde permanecen concentrados. A través de las redes sociales, Antonela Roccuzzo publicó una foto junto a Lionel y sus hijos, Thiago, Mateo y Ciro, en la que no pasó inadvertido un detalle en el físico del 10 albiceleste.
En la instantánea, Leo se encuentra sentado en un sillón con su esposa encima, su hijo mayor Thiago parado a un costado y el menor Ciro del mismo lado. Mateo, el del medio, está arriba suyo sobre la pierna izquierda, la de la magia total. Entre las piernas del más revoltoso de los niños Messi, que en el último partido ante Australia fue retado por su madre por hacer una travesura, aparece la rodilla de Lionel con una evidente protuberancia que resalta aún más cuando se le hace zoom a la imagen.
El periodista Daniel Retamozo hizo hincapié en este detalle: “¡¿Cómo puede ser esa pierna de Messi?!”. Y enseguida surgieron algunos comentarios y hasta preocupación. ¿Lesión en la rodilla o cuádriceps izquierdo? ¿Inflamación por algún golpe en el último encuentro ante los australianos? El link directo en la mente fue la foto del tobillo de Messi que se viralizó justo antes del estreno de Argentina en el Mundial de Qatar, de la que luego se explicó que se trataba de una venda con gel congelado por un tratamiento de crioterapia para evitar el uso de antiinflamatorios.
Entre alguna que otra obscenidad, una de las respuestas al reportero para argumentar el detalle hallado en la foto fue: “Simple, tiene al hijo sentando sobre ella el peso del nene debe empujar el músculo hacia adelante generando esa SENSACIÓN”. Error, no fue por la presión del peso de su hijo Mateo y menos que menos hubo algún tipo de retoque de edición. Pero sí hay una explicación detrás.
Hace algún tiempo, alguien cercano al entorno de los Messi relató que un día viajando en auto con Leo por Barcelona en el asiento delantero del vehículo que los trasladaba le consultó al por entonces crack del equipo catalán si arrastrataba alguna molestia o lesión en su pierna por la hinchazón que manifestaba en la zona del vasto interno de su cuádriceps. Lionel esbozó una sonrisa tímida, característica suya, y respondió que no, que simplemente era así su musculatura.
Los años de entrenamiento y cuidado profesional estricto de Messi (incluso con la alimentación) hicieron que su físico se modificara gradualmente hasta estar impoluto como hoy. A pesar de su 1,70 de altura, el rosarino es una masa de músculos y fibra que difícilmente pueda ser derribada por más que lo choquen defensores rivales armatostes de cualquier talla superior.
“Me siento muy bien físicamente, llego en un gran momento tanto en lo personal como en lo físico, no tengo ningún problema”, declaró el capitán del conjunto nacional antes de que se levantara el telón para la selección argentina en Doha. Y vaya que lo está: disputó todos los minutos en los cuatro cotejos que se llevan disputados en un gran nivel y lleva anotados tres goles (que pudieron ser cuatro por el penal fallado ante Polonia). Messi recargó energías físicas y también espirituales junto a su familia. El próximo viernes irá por Países Bajos en los cuartos de final de la Copa del Mundo.
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