Cortos o directos, marca en zona o individual: ¿se puede distinguir un país por sus saques de esquina?

Stuart Reid es un experto en tiros de esquina. De tantos partidos que analizó en su oficio de asesor futbolístico, puede reconocer qué selección es con solo saber cómo ejecuta los córners. La comparación entre los estilos argentinos y brasileños, portugueses y neerlandeses, daneses y españoles

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Lionel Messi se prepara para lanzar un saque de esquina en el duelo ante México en el estadio Lusail por la segunda fecha del grupo C (REUTERS/Dylan Martinez)
Lionel Messi se prepara para lanzar un saque de esquina en el duelo ante México en el estadio Lusail por la segunda fecha del grupo C (REUTERS/Dylan Martinez)

Stuart Reid habla como un experto. Es inglés, hincha del Watford y trabaja como asesor. Es un devoto de la táctica, un meticuloso analista, un investigador del fútbol. Aunque su pericia es menos genérica: su estudio se dedica a desmenuzar las estrategias de los saques de esquina. En Twitter, anuncia ser el “head of set-pieces” del Spezia de la Seria A de Italia: el jefe del área de balón detenido. Su cuenta es elocuente: @frow_the_wing, traducido “desde el costado”.

The New York Times lo convocó para responder a una pregunta que hizo título en un artículo: “¿Se puede distinguir un país por sus saques de esquina?”. La nota abre con la secuencia de un gol de córner. No fue un centro bombeado, alto, a la caza de la cabeza de un gigante. Tampoco una jugada de laboratorio. Fue, sencillamente, la improvisación y genialidad de un futbolista. El texto dice: “México no pareció verlo venir. Junto al banderín del corner, el argentino Rodrigo De Paul pensó en lanzar el balón al área, pero decidió no hacerlo. En lugar de eso, tocó corto y envió un balón suave a Lionel Messi. Tal vez México pensó en ese momento que Argentina estaba conservando la posesión, protegiendo su escasa ventaja. Messi tenía otras ideas. Evitó el centro y optó por otro pase en corto, esta vez a Enzo Fernández, al borde del área. Fernández se sacudió una vez, dos veces, y luego envió un disparo en una parábola perfecta que llevó el balón lejos del alcance del guardameta mexicano. El gol selló la victoria de Argentina y, a la postre, la suerte de México en este Mundial”.

Tal vez México, los volantes Erick Gutiérrez o Luis Chávez, el arquero Guillermo Ochoa no habían previsto ese desenlace, pero Stuart Reid lo había anticipado. Él sabe de por sí que a Messi le gustan los saques de esquina cortos. Su análisis no se concentra en Argentina. “Es muy probable que Reid haya visto más saques de esquina que nadie en el planeta. Por regla general, ve cientos de saques de esquina al día. De hecho, no sólo los observa: los anota, los evalúa y los cataloga con asiduidad. A lo largo de los años, ha creado una base de datos sin parangón en un intento de determinar qué hace que unas funcionen y otras fracasen”, recita el artículo escrito por los periodistas Rory Smith y Allison McCann.

Qatar 2022 - Gol Enzo Fernandez - Argentina 2 Vs 0 México

Es consultor de varios clubes en el mundo. Su doctorado son los tiros de esquina pero extiende sus conocimientos a cualquier situación de balón parado. Se asume como un bicho raro del fútbol, un asesor que está para ayudar y no para dirigir. De tantos corners que vio descubrió un patrón. “El fútbol es ahora un deporte decididamente globalizado. Las ideas se extienden por todo el mundo en un abrir y cerrar de ojos, transmitidas casi instantáneamente a lo largo de trilladas rutas comerciales. Y, sin embargo, hay un ámbito que permanece relativamente intacto y que sigue siendo orgullosa y desafiantemente local. Reid puede, a veces, saber de dónde es un equipo sólo por la forma en que ataca o defiende sus saques de esquina”, dice el artículo The New York Times.

Brasil, Argentina, Portugal, Países Bajos, Dinamarca, España. La nota hace énfasis en las formas adoptadas por selecciones mundialistas. Pero lo primero que hace es una clasificación. Habla del “arte” de defender un tiro de esquina. Las opciones se bifurcan: individual o colectivo. “El enfoque más tradicional consiste en convertirlos en una competición de uno contra uno, asignando a cada defensa un atacante individual al que seguir: lo que se conoce, independientemente del género de los jugadores, como marcaje individual. El otro enfoque es más territorial: Un defensa deberá patrullar una zona específica del área y despejar cualquier peligro que llegue a su zona. Esto se conoce como ‘marcaje zonal’”.

La combinación, dice Reid, es lo más usual: una parte de la defensa marca en zona, otra persigue a los jugadores más peligrosos. Aunque en Brasil, y en la selección como una expresión fidedigna de lo que sucede en la liga local, la marca en zona prevalece con hasta seis marcadores cuidando el área sin perseguir a los atacantes. Lo más llamativo es la manera en la que se ejerce esa defensa: “Es curiosa la agresividad con la que los equipos brasileños defienden los saques de esquina en los que el balón se aleja del portero. Los jugadores que defienden las partes centrales del área se sitúan mucho más lejos de la portería que en Europa”, describe Reid.

Dinamarca y un envío al corazón del área chica en el duelo ante Australia por el grupo D en el estadio Al Janoub (REUTERS/Bernadett Szabo)
Dinamarca y un envío al corazón del área chica en el duelo ante Australia por el grupo D en el estadio Al Janoub (REUTERS/Bernadett Szabo)

Argentina, en cambio y según el reporte del experto, toma una configuración defensiva más individual. Los mismos contrastes comparten Portugal y Países Bajos. Reid descubrió que 17 de los 18 equipos de la máxima categoría de Portugal mantienen al menos cuatro marcadores en el área chica, como si se tratara de una guardia personal al arquero. Adhieren al sistema de la marca en zona con más fervor que la doctrina brasileña: invierten entre seis y siete hombres a proteger los envíos desde la esquina. “La selección nacional también lo hace. Defenderán regularmente cerca del arquero con un gran número de marcadores zonales”, definió el especialista.

Países Bajos está en las antípodas. The New York Times vislumbra un principio de contradicción en esta faceta: “Este es el país donde floreció por primera vez el fútbol total, un sistema de juego en el que a todos se les permitía, e incluso se les animaba, a hacer de todo. Sin embargo, cuando se trata de defender, los Países Bajos tienen muy en cuenta que los jugadores deben resolver sus propios problemas”. Los córners, entonces, son batallas individuales. Reid halló a solo dos jugadores que no toman hombre: los que están parados en cada poste. Para él, es un error: “La falta de cobertura central podría ser un problema. El área entre el punto de penal y el área grande es bastante abierta”.

En saques de esquina ofensivos, el estudio que reproduce el artículo se concentra en Europa. Y las formas cambian según la geografía. “Los equipos del Norte de Europa, por ejemplo, bien pueden jugar tradicionalmente un estilo más directo que los del sur del continente porque sus campos tienden a ser más húmedos, más embarrados y, en general, menos adecuados para un ingenioso juego de pases”, dice la nota. El ejemplo es Dinamarca, donde Reid ha dedicado gran parte de su trabajo. La costumbre es meter la pelota dentro del área chica: la mitad de los envíos en la liga nacional danesa repiten ese modelo. Describe el experto: “Les gusta atacar a los arqueros llenando el área pequeña con jugadores. Hace que sea difícil para el arquero salir y reclamar el balón, y también significa que es probable que cualquier contacto de un atacante termine siendo una buena oportunidad”.

Kylian Mbappe lanza un tiro de esquina corto en el enfrentamiento ante Polonia por los octavos de final en el estadio Al Thumama (REUTERS/Lee Smith)
Kylian Mbappe lanza un tiro de esquina corto en el enfrentamiento ante Polonia por los octavos de final en el estadio Al Thumama (REUTERS/Lee Smith)

En tren de comparaciones, España es el punto opuesto. El artículo recoge un dato estadístico: solo uno de cada nueve tiros de esquina conduce realmente a una oportunidad de meter un gol. El promedio ni siquiera aborda la concreción del tanto. España, según la lectura de Reid, reinterpretó los lanzamientos de saques de esquina. No emplea la versión convencional. “Para una cultura del fútbol que valora la posesión del balón más que casi cualquier otra, enviar un centro al área es demasiado arriesgado. Esta es una tradición relativamente reciente, un legado del estilo tiki taka iniciado en Barcelona y luego utilizado, con un efecto glorioso, por la selección nacional cuando ganó una Copa del Mundo y campeonatos europeos consecutivos hace una década”, recita el artículo del diario estadounidense.

Los córners para España son una posibilidad de resetear la jugada: nada de rifar la pelota en el área, sino que apuesta a un juego corto para empezar de nuevo el ataque. “La temporada pasada hubo más tiros de esquina cortos en La Liga que en cualquier otra liga importante de Europa”, aporta Reid. Dos de cada tres ejecuciones de la selección de Luis Enrique en la última Nations League fueron cortas. Tal vez las 17 temporadas que estuvo Messi en el Barcelona fueron la raíz del gol del córner corto que lanzó Rodrigo de Paul y que cerró Enzo Fernández con un golazo ante México.

Con información de The New York Times.

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