Argentina venció 2-1 a Australia y sacó pasaje a los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022, aunque no fue nada sencillo: Lionel Messi y Julián Álvarez pusieron en ventaja a la Albiceleste, que si bien tuvo varias chanches para estirar la diferencia en el marcador, no pudo liquidar el resultado y pasó apuros sobre el final, cuando aparecieron las manos Emiliano Dibu Martínez que impidieron el empate que hubiera llevado el cotejo al alargue.
Tras un complemento cargado de tensión, cuando el árbitro polaco Szymon Marciniak pitó el final del encuentro, se desató la euforia de la gente en las tribunas del estadio Áhmad Bin Ali. Lo propio sucedió en las redes sociales, donde los hinchas volcaron su alegría por la victoria. Entre los posteos referidos al triunfo del combinado nacional, apareció uno de Gustavo Lescovich, representante y amigo de Edgardo Bauza.
En la tierna imagen se observa al Patón luciendo la camiseta albileceste con la número 5. “¡Vamos Argentina!”, se lee al pie de la publicación. El detalle de la foto es que Bauza luce la casaca que le entregaron en su presentación como DT de la Selección el 5 de agosto de 2016.
Durante su carrera como futbolista, el ex director técnico de Rosario Central y San Lorenzo, entre otros, vistió los colores de la Selección entre 1981 y 1990 e integró el plantel que fue subcampeón en la Copa del Mundo de Italia 1990. Además, ya con el buzo de entrenador, dirigió a la selección nacional en ocho partidos, entre agosto de 2016 y abril de 2017.
A principios de 2019, Bauza dejó sus funciones como entrenador de Rosario Central y se desligó prácticamente del fútbol. Su entorno detectó que tenía extraños síntomas en el último tiempo y decidieron someterlo a una serie de estudios que, con el correr de los meses, determinaron que padece demencia temperofrontal, una enfermedad cognitiva. Hace un tiempo, su hijo Maximiliano brindó detalles de su estado de salud.
“Fue como marcan los libros lo que le pasó. Cuando él terminó de trabajar en Central pensamos en ir al médico porque veíamos algunas actitudes raras. Fue un año y medio de consultas y estudios hasta que le dieron el diagnóstico. Cambió mucho a los 6 ó 7 meses que dejó de trabajar. Lo último que afectó esta enfermedad es el razonamiento. Fueron pasando algunas cosas”, manifestó Maximiliano en diálogo con el programa radial No veo la hora de D Sports Radio.
El Patón vive actualmente en Ecuador, acompañado de su esposa y sus otros hijos, pero Maxi permanece en contacto desde Rosario. Sobre su cuadro, amplió: “Te cambia la personalidad de arranque. Nos dimos cuenta con comentarios que hacía y cosas así. Quisimos ver qué le pasaba y nos lo dijeron un tiempo después. No es que te sacan sangre y te dicen ‘es esto’. Hoy la enfermedad está más avanzada y, como toda enfermedad degenerativa, va teniendo algunas complicaciones pero lo importante es que está tranquilo y cuidado”.
Maxi Bauza aclaró que no había antecedentes familiares sobre este diagnóstico y que por eso la sorpresa fue aún mayor. En tanto, recordó en aquel momento que el entrenador se encontraba en perfecto estado físico pese a que esta enfermedad afectaba su capacidad cognitiva. “Ya es complicado que tenga lucidez, casi no se puede tener una conversación fluida ni nada de eso”, lamentó, y al mismo tiempo reveló que no pueden descartar ni confirmar que las exigencias físicas y altísimos niveles de estrés generados por el fútbol pudieron ser la causa de este padecimiento. “Leímos e investigamos miles de cosas, pero no hay forma de saberlo”, aclaró.
“Me pregunté ‘¿por qué?’ un montón de veces, pero llega un momento en que tenés que aceptar y darle para adelante para sacarlo de la mejor manera. Si uno se queda en el lamento, no puede hacer nada. Parece un cliché, pero siempre lo importante es la salud. Es preferible no tener nada, pero sí salud. No hay nada que valga más que eso. Cuando pasan estas cosas, te das cuenta”, cerró.
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