Australia fue una de las grandes sorpresas de la primera fase del Mundial de Qatar 2022. Los Socceroos sufrieron y fueron goleados en el debut ante Francia. Pero se repusieron, vencieron a Túnez en la segunda fecha y luego derrotaron a Dinamarca para culminar así en el segundo puesto del Grupo D y acceder a los octavos de final por segunda vez en su historia en Copas del Mundo.
El seleccionado oceánico selló la clasificación justamente en el duelo ante los daneses, durante el cual se aprovecharon de una desatención de su rival para conseguir el triunfo por 1-0. La curiosa situación ocurrió promediando el complemento del encuentro que se disputó en el estadio Al Janoub.
A los 69 minutos, cuando los australianos ya estaban arriba en el marcador y defendían el resultado que los depositaba en la siguiente ronda, los europeos realizaron dos cambios. El director técnico Kasper Hjulmand decidió que ingresaran Robert Skov y Andreas Cornelius en reemplazo de Joakim Maehle y Andreas Skov Olsen.
Además, el entrenador les dio nuevas instrucciones a sus dirigidos. Para ello, Hjulmand le dio a Skov un papel con indicaciones para el resto del equipo. La nota fue recibida por el capitán Christian Eriksen. Sin embargo, dos minutos después, apareció en poder del cuerpo técnico de Australia.
¿Qué sucedió en el interín? Si bien las cámaras de televisión no registraron el momento, un aficionado australiano que presenció el partido y advirtió la escena, contó en las redes sociales que Eriksen le entregó el papel a Pierre-Emile Højbjerg, quien luego lo descartó arrojándolo al suelo. El delantero de los Aussies Mitchell Duke se dio cuenta de ello, levantó la nota e inmediatamente se la llevó a su DT, Graham Arnold.
Tras leer la táctica que iba a implementar el rival y luego de debatir cómo contrarrestarla con sus ayudantes, Arnold dispuso un nuevo armado en su equipo y, a los 74 minutos, resolvió mandar al campo de juego al defensor Bailey Wright en lugar del atacante Riley McGree. Así, pasó a preservar la ventaja en el marcador con una línea de fondo de cinco hombres. La modificación de sistema al cabo resultó efectiva y los oceánicos se llevaron el anhelado triunfo.
La “trampa” de los australianos trajo a la memoria lo sucedido en el repechaje contra Perú, que se definió por penales y tuvo al guardameta Andrew Redmayne como principal protagonista.
En aquella tanda, el arquero peruano Pedro Gallese tenía una lista con las indicaciones de cómo pateaban los rivales. Antes de cada tiro la miró para tener una referencia y en el primer remate de los Socceroos se lo contuvo a Martin Boyle. Luego de leer sus apuntes que estaban en un rollo de papel, el incaico lo guardó y lo puso al lado izquierdo del arco, pegado a la red y junto a una botella.
Redmayne se dio cuenta de la situación y antes del tercer tiro a cargo de Craig Goodwin, se acercó al arco, tomó los apuntes de Gallese, también la botella, y los tiró por detrás de los carteles publicitarios.
Unos segundos antes de la ejecución de Godwin, el guardameta peruano miró hacia su izquierda y se percató de que algo le faltaba. Hasta ese momento había acertado hacia dónde volar para intentar contener las ejecuciones, pero a partir de allí no eligió bien dónde tirarse y llegaron las conversiones de Ajdin Hrustic, Jamie Maclaren y Awer Mabil. Mientras que el tiro de Luis Advíncula pegó en el palo y el de Alex Valera lo atajó Redmayne.
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