La francesa Stéphanie Frappart, quien estuvo a cargo como cuarta árbitra en el empate sin goles entre México y Polonia por la primera fecha del Grupo C del Mundial Qatar 2022, tuvo una notable producción cuando le tocó dirigir el duelo crucial entre Alemania y Costa Rica, que concluyó con victoria europea por 4 a 2 y la eliminación de ambos equipos.
La europea se convirtió en la primera mujer impartir justicia en una Copa del Mundo masculina y estuvo a la altura de los acontecimientos. Incluso los fallos que pudieron ser discutidos no fueron de su responsabilidad. Un ejemplo de ello fue cuando en el minuto 17 del primer tiempo sancionó un saque de meta a favor del elenco centroamericano, pero debió ser tiro de esquina para los germanos. Sin embargo, aquella sanción fue persuadida por la brasileña Neuza Back, quien se desempeñó como jueza de línea. En la misma sintonía, a los 23 de la etapa inicial omitió cobrar un fuera de juego a favor de los alemanes, pero dicha acción también estuvo a cargo de su asistente sudamericana.
Una muestra de su personalidad fue cuando Kai Havertz marcó el segundo gol para el conjunto liderado por Hans Dieter Flick y el delantero discutió con vehemencia con Kendall Waston, quien retenía la pelota para evitar la veloz reanudación del pleito. En ese instante, Stéphanie Frappart llamó a los protagonistas y les improvisó una advertencia severa sin la necesidad de enseñar sus tarjetas.
En el complemento, en tanto, recibió la colaboración del VAR cuando anuló un tanto alemán por un supuesto fuera de juego, pero tras la revisión tecnológica convalidó la conquista de Niclas Füllkrug que selló el 4 a 2 definitivo. Lo llamativo fue que en esa acción debió cambiar el intercomunicador, debido a que no escuchaba las instrucciones que recibía de las autoridades que siguieron el pleito a través de los monitores.
La colegiada gala es una de las seis arbitras que seleccionó la FIFA para hacer historia en el certamen del país del Golfo. Las otras son la ruandesa Salima Mukasanga y la japonesa Yoshimi Yamashita, junto a las asistentes Neuza Back, de Brasil, Karen Díaz Medina, de México, y Kathryn Nesbitt, de Estados Unidos.
La árbitra, que fue jugadora del equipo AS Herblay, de la región de París, arrancó su pasión en 1996 y pasó cinco temporadas en la segunda división del fútbol francés antes de dar el salto a las grandes ligas. Su esfuerzo, dedicación y compromiso por hacer correctamente su labor dentro del campo le valieron grandes elogios, como el de Cristophe Galtier, entrenador del PSG. “Tiene mucha diplomacia. Y cuando eres entrenador, hombre, y estás bajo presión, nos enojamos... Pero solo hace falta que ella te mire, te sonría, un gesto... y se acaba”, dijo el estratega.
También la destacaron desde la comisión federal de árbitros de Francia. “Es una mujer con una calma y serenidad impresionante, es difícil desestabilizarla, tiene una madurez increíble”, expresó el presidente de la entidad, Eric Borghini, a la agencia internacional de noticias AFP.
Respecto de su trayectoria como internacional, la FIFA la estableció en 2011 dentro del staff de juezas. Sólo un año más tarde tuvo a su cargo la definición del Campeonato de Europa Femenino Sub 19. En 2017 también dirigió una de las semifinales del Campeonato de Europa Femenino entre Holanda e Inglaterra. Dos años más tarde llegó uno de los momentos más trascendentales de su carrera: se hizo cargo de la final de la Copa del Mundo 2019 femenina que terminó con una victoria de Estados Unidos sobre Países Bajos. Y con el duelo entre Alemania y Costa Rica en Medio Oriente, escribió otra página en su historia dorada dentro del referato mundial.
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