Éste será el tercer partido en Copas del Mundo entre ambos, con dos antecedentes muy recordados en 1974 y 1978. Polonia fue un rival asiduo de Argentina en una época determinada, ya que 7 de sus 11 enfrentamientos oficiales se dieron en un lapso de 10 años entre 1974 y 1984. Además de los choques en Mundiales, hay también amistosos que dejaron su marca, sobre todo uno, vinculado con un momento importante de nuestra sociedad.
Juan Carlos Lorenzo había sido el entrenador de Argentina en el Mundial ‘62 y la floja actuación, con la pronta eliminación en la primera fase, derivó en su salida del cargo. Ese puesto fue ocupado en forma sucesiva en los años siguientes por Pipo Rossi, Jim López, Horacio Torres, José D´Amico y José María Minella, quien consiguió la clasificación para Inglaterra ‘66. Más tarde estuvo tan solo un partido Osvaldo Zubeldía y a poco tiempo de comenzar el campeonato del mundo, regresó el Toto, como muestra de la desorganización que imperaba en la AFA. El 11 de junio, a un mes del debut contra España en Birmingham se disputó un amisto ante Polonia en cancha de River, a modo de fugaz preparación. Fue empate en un tanto, pero lo más rescatable de ese cotejo fue que debutó con la celeste y blanca el que para muchos, es el mejor número 2 de la historia con esa camiseta: Roberto Perfumo.
La ausencia de Argentina en México ‘70 llenó de una enorme expectativa su regreso a los Mundiales, ocho años más tarde en Alemania. Contaba con un plantel de grandes apellidos, pero no había espíritu de equipo. El debut, el 15 de junio de Stuttgart fue contra Polonia, un rival que era de temer, ya que había denunciado su buen nivel en las competiciones europeas. Ese partido, además, fue el primero de Argentina en una Copa del Mundo que se pudo ver por televisión en directo en el país, ya que el satélite comenzó a funcionar en 1969. A poco de comenzar el match, Mario Kempes tuvo una ocasión inmejorable, comandando un contraataque que lo dejó solo con el arquero, pero su remate salió desviado. Inmediatamente el cuadro europeo se puso en ventaja por un error del arquero Carnevali, que chocó con un compañero luego de descolgar un córner y perder el balón. En el segundo tiempo, con el score 1-2, el guardavalla volvió a fallar, al hacer una entrega corta con su mano, que quedó a merced del implacable Lato, a la postre goleador del torneo, que puso el 3-1. Más tarde Babington descontó para el 2-3 final. Quedó como curiosidad una situación con la revista El Gráfico, ya que, en esa época, para ganar tiempo y no correr con el cierre, las páginas del centro, que eran a color, se enviaban a los talleres con cierta anticipación. En ese número, había una dedicada a Daniel Carnevali con el título “El arquero que todo el mundo nos envidia”. Su desafortunada labor ante los polacos, mereció una aclaración en la página 3 de esa edición, donde se reflejaba el debut en falso en el torneo.
La era de César Luis Menotti llevaba un año y medio de duración, cuando en marzo de 1976 dio comienzo una gira que estaba destinada a quedar en la historia por muchos aspectos. En el futbolístico, porque fue la consagración de Hugo Gatti como un gran arquero fuera de las fronteras y porque allí debutaron dos futbolistas que serían piezas inamovibles para el entrenador en todo su ciclo: Daniel Passarella y Jorge Olguín. La delegación partió de Ezeiza en la primera quincena del mes, con María Estela Martínez de Perón como presidente. El 24 de marzo, una fecha que se grabó dolorosamente en la memoria, la Selección enfrentó a Polonia en la ciudad de Chorzow. Fue una victoria por 2-1 con goles de Houseman y Scotta, en medio de la incertidumbre que envolvía a toda la delegación, incluido el reducido grupo de periodistas que habían viajado, por la situación del país. El gobierno militar dispuso en sus primeros decretos, que se suspendían las actividades en cines y teatros y que los canales debían tener una programación sin entretenimientos, solo con noticias e informaciones de las nuevas autoridades. Pero hicieron una excepción, dejando en claro que, si se iba a emitir en directo el partido de la selección, tal como estaba estipulado, por canal 7.
Entre mayo y julio de 1977, Argentina disputó siete amistosos contra selecciones europeas, en lo que significó una muy buena idea, para ir adquiriendo el necesario roce, físico y futbolístico, a un año de la Copa del Mundo, en la que fue conocida como serie internacional. El punto de partida fue el 29 de mayo, en la Bombonera, contra Polonia, que venía de quedarse con el 3° puesto en Alemania ‘74. Fue victoria 3-1 con dos goles de Bertoni y uno de Luque, en una convincente tarea. Quedaron dos detalles de aquella tarde: El primero es que fue el anteúltimo partido de Gatti en la selección, ya que una semana más tarde ante Alemania Federal sería su despedida por una lesión y el segundo que a doce meses de iniciarse el Mundial, la defensa era completamente distinta de la que luego sería campeona: Gatti; Pernía, Olguín, Killer y Carrascosa. Solo se mantuvo Olguín entre los titulares, aunque actuando como lateral derecho.
Tras los triunfos frente a Hungría y Francia, ambos por 2-1, Argentina se aseguró la clasificación a la segunda fase del Mundial ‘78, aunque solo restaba saber si en primer o segundo lugar, situación que iba a dirimirse en el partido frente a Italia en el estadio Monumental. Fue derrota 1-0 y la Azurra, como líder de la zona, se quedó en Buenos Aires, debiendo viajar Menotti y sus muchachos a la ciudad de Rosario. El primer partido de la ronda siguiente fue ante Polonia en el estadio de Central, que presentó un marco conmovedor. Fue la gran noche de Mario Kempes, que no solo anotó los dos goles de la victoria, sino que, en una jugada, con el score 1-0, tuvo una decisiva participación. Fue un centro al área nacional, que superó la salida de Fillol y que el delantero Lato cabeceó hacia el gol. La caída de la valla era segura, pero el Matador se arrojó como un arquero y la sacó con un puñetazo. Por suerte no existía la ley del último recurso, por lo que no vio la roja, pero si fue sancionado uno de los penales más claros de todos los tiempos. La leyenda la completaron las manos del extraordinario Ubaldo Fillol, que detuvo el disparo de Deyna, y que fue festejado como un gol. Otro hecho anecdótico, es que Kempes disputó los tres partidos de la primera fase con bigotes y no pudo convertir. Menotti le sugirió que se los sacara y su compañero Daniel Killer le insistió tanto, que, a dos horas de salir a la cancha con Polonia, se afeitó. Creer o no, fue el máximo artillero del torneo…
Luego de una irregular gira por Europa a mediados del ‘81, Argentina afrontó dos amistosos como cierra de aquella temporada, en el estadio de River Plate. El último ante Checoslovaquia y el primero, disputado el 28 de octubre fue ante Polonia, con la conmoción de la ausencia de Maradona, quien había sido separado por Menotti, ya que Diego le había comunicado que no se encontraba bien anímicamente para concentrarse para esos encuentros, pero que si quería jugarlos. El entrenador se mantuvo firme y convocó a Patricio Hernández en su lugar. Fue derrota por 2-1, en una floja tarea, que marcó el fin de un invicto de 10 partidos. Esa noche debutaron en la selección dos muy buenos futbolistas, que también han desarrollado una destacada tarea como entrenadores: Edgardo Bauza y Ricardo Gareca
El 26 de septiembre de 1992, Alfio Basile cerró su segundo año exitoso al frente de la Selección, donde mantenía el invicto, al vencer a Polonia por 2-0 con goles de Néstor Craviotto y Ramón Medina Bello. El detalle curioso de aquella noche, es que el equipo nacional volvió a actuar en la Bombonera luego de casi 15 años. La última vez había sido el miércoles 3 de mayo de 1978, en el último partido de preparación antes de la Copa del Mundo. En esa oportunidad había vencido a Uruguay 3-0 con un golazo de Norberto Alonso, quien se dio un autopase de taquito antes de definir. El Beto, que había sido convocado apenas tres días antes en medio de una gran polémica, no fue titular e ingresó en el entretiempo por José Daniel Valencia.