Corrían cinco minutos del segundo tiempo en el duelo entre Portugal y Uruguay por el Grupo H del Mundial Qatar 2022 cuando el partido se vio interrumpido por el ingreso al campo de juego de un espectador, que vulneró a la seguridad. El joven pisó el césped, esquivó al primer guardia que intentó atraparlo y se paseó entre los futbolistas con una bandera del movimiento LGBT, en medio de la celosa custodia de las autoridades locales para evitar cualquier tipo de manifestación durante la Copa del Mundo a favor de los derechos de la comunidad.
Pero no sólo exhibió la bandera: el fanático portaba una camiseta azul, con el escudo de Superman en el pecho y otras dos consignas. En la espalda, la leyenda “respeto para las mujeres iraníes”, en respaldo a las protestas que repudian la muerte de Mahsa Amini, la joven de 22 años arrestada por supuestamente violar el código de vestimenta -se le había corrido el velo, la hijab- y asesinada por la policía local. Y, en el frente de su indumentaria, “salven a Ucrania”, ante la invasión que sufre por parte del ejército ruso desde febrero de este año.
El simpatizante recorrió la cancha transversalmente y, al verse perseguido, soltó la bandera cerca del círculo central y le exhibió la casaca al público. La transmisión oficial decidió no mostrar lo que ocurría. Acto seguido, un oficial se lanzó cual jugador de rugby y consiguió derribarlo. Un tercero lo asistió y lo retiraron por una de las márgenes del estadio Lusail.
El árbitro Alireza Faghani fue el encargado de levantar la bandera, que luego quedó junto a un lateral y también se la llevaron de la vista de los fanáticos. Rápidamente en redes comenzaron a correr versiones sobre la identidad del manifestante. Y el nombre de Mario Ferri tomó fuerza. Se trata de un ex futbolista italiano cuyas redes sociales lo ubicaron en el estadio Lusail en la previa y durante el encuentro. El trotamundos ya ha invadido otros campos de juego con distintas consignas en su camiseta de Superman.
Y luego de la invasión de Rusia a Ucrania dejó su actividad como jugador en la segunda división de India para ayudar a cruzar refugiados a Polonia. La intervención duró apenas unos instantes. Una vez que el aficionado salió de escena, las acciones se reanudaron. Portugal terminó imponiéndose gracias a las conquistas de Bruno Fernandes (la primera, un centro que no alcanzó a desviar Cristiano Ronaldo; la segunda, de penal) y se clasificó a los octavos de final del torneo.
En la última jornada de la fase de grupos se medirá el viernes ante Corea. Sólo Ghana (que jugará con los charrúas) puede arrebatarle la cima de la zona.
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