Habla el periodista boliviano que fue demorado por policías qataríes que confundieron el logo de su medio con una bandera LGBT

El domingo Roberto Acosta, que cubre el Mundial para el medio Red Bolivisión, fue detenido por tres policías qataríes en el ingreso al centro de prensa de Doha tras el 1 a 1 entre España y Alemania. El relato de la controversia y la experiencia del periodista: “No están muy preparados para manejar situaciones que se salen de lo normal”

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Roberto Acosta fue demorado por efectivos qatarías en un centro de prensa

* Entrevista por Rodrigo Tamagni, enviado especial a Doha, Qatar

“Acabo de ser abordado por la policía de Qatar, creyeron que el logo de Red Bolivisión era un símbolo LGBT. Insólito”, publicó el periodista deportivo boliviano Roberto Acosta en Twitter la noche del domingo. La frase estaba acompañada de una foto elocuente: él con rostro de incredulidad, un dedo apoyado en la sien izquierda y el logo del canal impreso en una chomba blanca en un plano destacado. La publicación daba cuenta del trato celoso de las fuerzas de seguridad qataríes ante cualquier tipo de manifestación durante la Copa del Mundo a favor de los derechos de la comunidad LGTB+.

El código penal de Qatar prohíbe la homosexualidad y la define “sodomia”. La penalidad oscila entre uno y tres años para quienes realicen “esos actos” y hasta para quien “instigue o seduzca a un hombre a cometer sodomia”. Nasser Al-Khater, director del comité organizador de la Copa del Mundo, afirmó que Qatar está dispuesto a recibir a hinchas que pertenezcan a la comunidad LGTB+, aclaró que podrán asistir incluso a los estadios, pero pidió que no haya demostraciones públicas de afecto porque “están mal vistas”. A expensas de la escalada de críticas que recibió la FIFA por el silencio y la complicidad con el trato de Qatar a las disidencias, Gianni Infantino expresó, un día antes del comienzo de la competencia, ”hoy me siento qatarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante”.

Roberto Acosta fue víctima de este recelo y sospechas ante cualquier expresión de protesta. Infobae lo encontró en la sala de prensa del Lusail Iconic Stadium, la sede del partido entre Portugal y Uruguay, correspondiente a la segunda fecha del Grupo H. El periodista boliviano contó que el hecho se desarrolló mientras regresaba al centro de prensa principal luego de cubrir el empate 1 a 1 entre España y Alemania en el Estadio Al Bayt. Sucedió después de superar los controles que pasamos todos los periodistas con maletas y metales. “Una vez que ya estaba agarrando mis cosas para meterme al centro de prensa, me frena un policía y me señala la remera con el logo. Ahí me di cuenta de que había algo que no estaba bien. Obviamente sabía cuál era el motivo. Se juntaron dos policías más. Me pidieron que me arrincone. Me puse un poco nervioso. Me molesté. No querían entender. Hablaban solo en árabe. Se pusieron a discutir: no había un acuerdo de que de verdad era una protesta o el logo del canal. Empezaron a discutir. Yo les intentaba explicar. No me entendían. No hablaban inglés o no querían hablar inglés. Pasaron unos dos minutos, tres minutos de tensión. Yo intentaba salir de la situación. Estaba molesto e incómodo y ellos muy nerviosos. No están muy preparados para manejar situaciones que se salen de lo normal”.

La foto que publicó Roberto Acosta luego de que lo detuvieran por llevar una remera con un logo similar al de la comunidad LGTB
La foto que publicó Roberto Acosta luego de que lo detuvieran por llevar una remera con un logo similar al de la comunidad LGTB

La situación se recompuso con la concordia que aportó un cuarto efectivo policial. “Se dio cuenta de la situación y preguntó qué estaba pasando -recrea el periodista-. Me preguntó, en inglés, si era un logo o si una protesta mía. Le dije que era un logo. Después le mostré el cubo y el chaleco: tenía varias cosas con el logo del canal. Me dijo: ‘Ok, sorry’. Y me dejó pasar. Mientras los otros en el fondo debatían si era o no correcto. Fue una situación muy incómoda”.

Insiste con esa sensación de molestia e incomodidad. Acepta que no se trató de un momento violento, pero critica que no se haya resuelto antes de que escalara la tensión. “Justo ese día pensé que me podía pasar algo así porque los colores coinciden. Pero la verdad que hasta el momento no me había pasado nada”, detalla. Asume que lo que quedará en su memoria de esa demora policial es “una anécdota de viaje que por suerte no pasó a mayores”. Sabe que si le vuelve a pasar, se solucionará de la misma manera. “Puede pasar, tiene muchos colores parecidos”, apunta.

“El problema -advierte- es que creo que aquí hay gente que no la está pasando bien con este tipo de situaciones. Si por un simple logo de un medio que está acreditado para el Mundial y que viene solamente a trabajar le pasa este tipo de situaciones que son incómodas, imagino lo que será con la gente que de verdad la está pasando mal. Ojalá el Mundial deje una ventana abierta, que este tipo de policías no estén tan cerrados en sus creencias, empecemos a abrir la mente de los dos lados. Así como nosotros vinimos abiertos a ver con qué nos encontrábamos, que ellos también entiendan que el mundo está moviéndose de otra manera”.

Roberto Acosta en el estadio Al Bayt en el partido entre Alemania y España, horas antes de que lo detuvieran en el centro de prensa
Roberto Acosta en el estadio Al Bayt en el partido entre Alemania y España, horas antes de que lo detuvieran en el centro de prensa

Roberto Acosta lamenta que el resquemor padecido haya podido resolverse simplemente con una breve explicación: “Entiendo que para la región es un pecado y está prohibido por la ley, pero creo que podría haberse resuelto de otra manera sin necesidad de que sea un momento incómodo para todos”.

La atención de la policía local en desactivar cualquier intento de manifestación a favor de la comunidad LGTB tiene su amparo en las legislaciones aplicadas por la FIFA. La polémica por el brazalete de la campaña One Love que lucía un corazón en tono multicolor a fin de resaltar las injusticias, sobre todo aquellas relacionadas con el movimiento LGTB, que se viven en Qatar da cuenta de la determinación del ente rector del fútbol global para abolir pronunciamientos incómodos al criterio de los organizadores.

La FIFA le puso un freno a la iniciativa de los seleccionados europeos de Gales, Suiza, Dinamarca, Francia, Alemania, Países Bajos y Bélgica. Advirtieron a las federaciones con que iniciarían acciones disciplinarias contra cualquier jugador que llevara el brazalete. Desde las federaciones mantuvieron su compromiso con los mensajes en apoyo a la diversidad sexual. La FIFA logró descomprimir esa controversia que se fue disolviendo con el correr de la competencia. Pero la confrontación entre la FIFA y parte de la EUFA promete más capítulos.

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