La FIFA fue clara en la previa al Mundial Qatar 2022 respecto a manifestaciones políticas de parte de los jugadores y avisó que aquellos que quisieran expresarse sobre temas ajenos al fútbol en el país árabe serían sancionados. Varias federaciones tuvieron la intención de mostrar su apoyo a la comunidad LGTBI+ mediante el uso de un brazalete con los colores del colectivo y la frase “One Love” (Un amor), pero la entidad madre del fútbol mundial fue severa y cortó de raíz esta posibilidad en una tierra donde está penada la diversidad sexual.
Transcurrida la primera semana de competencia en la Copa del Mundo, solo se han visto los colores del arco iris en las tribunas. Los aficionados sí pudieron manifestarse en favor de los derechos humanos, pero no así los futbolistas. Mark Bullingham, director ejecutivo de la FA (Footbal Association), reveló que la FIFA tuvo un trato indignante y amenazante contra el seleccionado inglés al advertirle que si Harry Kane, capitán del equipo, osaba salir al campo de juego en el duelo ante Irán con el brazalete inclusivo, el equipo de Gareth Southgate podría recibir una quita de puntos. Esto pasó horas antes de salir a jugar el encuentro que abrió el Grupo B. El goleador, sin embargo, saltó al terreno con una cinta en la que se leía la frase en inglés: “No a la discriminación”.
“Desafortunadamente, el día del partido nos avisaron dos horas antes. Teníamos decidido que queríamos llevarlo y estábamos comprometidos con la causa. Vinieron aquí con cinco árbitros y nos anunciaron que, como mínimo, cualquiera que usara el brazalete se enfrentaría a medidas disciplinarias ilimitadas. No se trataba solo de multa o tarjeta sino que podrían restar puntos”, describió el dirigente en declaraciones al medio ITV Sport.
Bullingham agregó que la federación inglesa estaba dispuesta a recibir una multa económica, pero que el límite fue la amenaza de una sanción más severa durante el Mundial, donde el elenco de los Tres Leones aspira a llegar a la final y superar la actuación en Rusia 2018 (fue cuarto). “Anunciamos que lo haríamos en septiembre, tuvimos muchas reuniones con la FIFA durante ese período y el sábado (19 de noviembre), antes del partido, sentimos que habíamos llegado a un acuerdo. No teníamos permiso, pero afrontaríamos la multa”, sumó.
“El nivel de sentimiento es muy alto. Estamos frustrados, estamos enojados, pensamos que fue indignante la forma en que se gestionó esto. Queríamos mostrar nuestro apoyo a la comunidad LGTBI y no pudimos hacerlo. No podíamos poner a los jugadores en esa posición. Muchos de ellos han soñado con jugar el Mundial desde que eran jóvenes. Y de repente es posible que no puedan participar”, cerró el enojado dirigente inglés.
Inglaterra no fue la única selección que no pudo mostrar el brazalete con los colores del arco iris. Una polémica similar ocurrió con el arquero de Alemania, Manuel Neuer, quien tampoco pudo exhibirlo ante Japón. El experimentado jugador del Bayern Munich usó, en cambio, unos botines con los mismos colores del brazalete, una acción que pasó desapercibida ante los ojos de la entidad que regula el fútbol. El equipo europeo también posó para la foto oficial con la mano tapándose la boca para mostrar que fueron censurados.
Otras federaciones, como la de Dinamarca, Gales, Bélgica, Países Bajos y Suiza enviaron un comunicado en el que pidieron a sus jugadores no llevar el brazalete con los colores del arco iris, ya que creen que podrían llegar a recibir tarjetas amarillas y “condicionar sus partidos”.
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