* Enviado especial a Doha, Qatar
La revolución de Doha repentinamente se diluyó. El muro cayó del modo más inesperado. Aquellas caras de éxtasis y alegría ahora eran miradas perdidas. Los hinchas también sintieron la inesperada mano de Arabia Saudita. Las calles de Qatar no tuvieron el habitual barullo que los argentinos habían sabido instalar como banda de sonido durante los últimos días. Para colmo, como es habitual en el clima mundialista, los fanáticos debieron soportar las cargadas de sus vencedores en cada rincón dónde se cruzaron. “¿Dónde está Messi?”, repetían ante cada remera albiceleste. “Dos Copas del Mundo”, remataban del otro lado mascullando bronca.
Lo cierto es que muchos decidieron hacer el duelo en el Fan Festival, el punto de encuentro en Corniche donde se pasan todos los partidos en pantalla gigante y es uno de los pocos sitios en este país que vende alcohol. Cerveza, en este caso. Casi ni retornaron a sus hospedajes. Se instalaron ahí, pero no fue una decisión casual. El partido que se jugaba a las 19hs del país organizador era fundamental para saber cómo serían los ánimos nacionales en los siguientes días: México-Polonia.
Ninguno de los dos logró romper el cero, teniendo en cuenta que incluso Guillermo Ochoa le atajó un penal a Robert Lewandowski en el segundo tiempo. Precisamente esa jugada marcó una paradoja. Algunos hinchas con la remera celeste y blanca se lamentaron, pero otros celebraron la tapada. ¿Servía el empate? ¿O era mejor que haya un ganador?
“Viendo el resultado adverso de hoy, nos sirve el empate. Pero Argentina tiene que salir a ganar siempre. Esto nos ayuda para ir con otra actitud el sábado. Con lo que vi hoy de México y Polonia, me quedo más tranquilo. Arabia tiene un muy buen equipo, estructurado, ordenado. Con tres jugadores muy interesantes, el 10 (Salem Al Dawsari), el 22 (Nawaf Al Aqidi) y el 4 (Yasir Al Shahrani) que salió lesionado”, analizó Pablo, un hincha que llegó desde Jujuy.
Más allá de algún griterío ante llegadas en un arco y otro, el tono al finalizar el otro encuentro del Grupo C fue similar: el empate era el marcador más esperado. Ninguno se animó a elegir, por ejemplo, un triunfo de Polonia que –en caso de tener un éxito argentino vs. México– nos podría dar un mano a mano contra los europeos por el boleto a la siguiente ronda en la última fecha. “Está bien el empate, porque depende de Argentina. Le quedan los dos rivales que acaban de empatar. Polonia bastante flojo, México un poco mejor. Deberíamos pasar... Sirve para darse cuenta que cualquiera le gana a cualquiera. Hay que seguir confiando, pero el golpe de hoy fue duro, dolió bastante”, se sinceraron Camila y Tomás (de Tandil) que llegaron al Fan Fest para “tomar una cerveza” con la idea de pasar el mal trago del mediodía qatarí.
“La Scaloneta tal vez se confió porque Arabia Saudita es un equipo que no tiene mucho renombre y no salió con lo mejor que tenía, pero este sábado va a ir mucho más mentalizado en todos lados. El empate no te digo que se festejó, pero cayó como un rayito de esperanza”, dijeron dos amigos llamados Gonzalo que viajaron a Doha desde Santa Fe y que bromearon con que el penal atajado por Ochoa “capaz que fue el Diego”.
Felix, otro fanático que desembarcó al Fan Fest, fue claro con su defensa del equipo de Scaloni a pesar de la derrota: “El fútbol es uno de los pocos deportes que no gana el mejor. Hubo tres tiros en el arco de ellos y dos fueron gol. Seis tarjetas amarillas para ellos, nos mataron a patadas. Y el mejor jugador de la cancha fue el arquero, no quiso entrar y no entró. México-Polonia fue un partido horrible, pero fue el mejor resultado para nosotros”.
El sábado será el turno de dar vuelta la página y con un detalle no menor: Argentina saltará a la cancha contra México sabiendo el resultado de Polonia-Arabia Saudita, que se enfrentan antes. Aunque algo está claro: los de Scaloni no deben jugar con algún mínimo margen de error. “Era el resultado que queríamos el empate. No se despega ninguno. Estás a una victoria de pasar a uno y puede ser que con cuatro puntos pases. Seguimos con esperanza e ilusión. Vamos la Scaloneta a full”, alentaron Agustín, Darío y Guillermo que abandonaban el Fan Fest al finalizar México-Polonia para dar vuelta la página de un día que fue un golpe que dejó groggy a todos en Doha.
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