* Desde Doha, Qatar
Se termina la especulación, ya no hay lugar para las palabras, comienza la Copa del Mundo para el seleccionado argentino. Recuerdo que una vez finalizada la Copa América, aquella que obtuvo en el Maracaná, las voces se alzaban al unísono, coincidíamos en que faltaba mucho para el Mundial. Pasó el triempo, el equipo logró sostener el rendimiento, sigue invicto, y aquello que parecía una quimera, se confirma: pudo durante más de un año mantener ritmo, concepción de juego, su forma, su fisonomía. Y el equipo está muy bien. Lo confirmó en los últimos amistosos, algunos dirán que no tuvieron el relieve necesario, pero Argentina contra esos chatos rivales hizo lo que debía, desnudar falencias y exacerbar sus virtudes.
En ese terreno, si tenemos en cuenta que parecía que el punto más alto del equipo había sido en julio de 2021, logró seguir siendo tan candidato como en ese momento. Si uno tiene en cuenta lo que pasó con el resto de las selecciones de julio de ese año para acá, el equipo está mejor, no solo por lo propio, sino por lo ajeno. Por las dificultades de Francia, porque Alemania no terminó de armarse como equipo, porque Países Bajos parece ser más lo que insinúa que lo que confirma, porque Bélgica no parece ser ningún cuco, porque Dinamarca demostró que le puede ganar a cualquiera, pero también perder.
Entonces, no sólo se agigantó la figura del equipo argentino, sino que además los teóricos rivales con los que Argentina viene a pelear la Copa del Mundo no se mostraron en su punto más alto. Sí Brasil, pero la última referencia es el partido mano a mano en la Copa América en el Maracaná, en el que Argentina pasó algún mínimo sofocón, pero creo que sorteó el obstáculo sin mayores dificultades.
El equipo era una especulación, todo vinculado a las dificultades del último tiempo, porque el equipo salía de memoria, sin lo de Lo Celso. Va a terminar jugando el que primero iba a jugar, pero que después, al acarrear una dificultad física, parecía postergado. Me refiero al Papu Gómez. En las últimas prácticas y también en el último partido, el que comenzó sobre la izquierda, no siendo su hábitat natural, fue Alexis Mac Allister. Y lo hizo muy bien, viene de una gran temporada en Inglaterra. Y esto le permitía estar en la pulseada con Gómez, aunque Papu es más conocido por Messi y Scaloni.
Scaloni temina confiando más en aquel que conoce mucho y no en el que tal vez está mejor. Está mejor Mac Allister, porque viene con mucha continuidad y buen ritmo, aunque no dudo de las condiciones de Papu Gómez, que hace un aporte trascendente cada vez que juega en el equipo.
En la semana barajó la posibilidad de que arrancara Julián Álvarez y provocaba un cambio general en el equipo, un equilibrio diferente en la mitad, más allá de que el rival, a priori endeble, frágil, permitía un sueño como ese, arriesgar un poco más, exponer las debilidades de Arabia Saudita. No es lo que va a suceder. Tagliafico le gana la pulseada a Acuña ppor izquierda y el equipo es casi el que venía saliendo de memoria, con Papu Gómez por Lo Celso lesionado.
En un día en el que arrancó formalmente la Copa del Mundo después de la ceremonia inauigural y del primer partido que ganó muy bien Ecuador, vimos a una Inglaterra arrolladora. La primera media hora le costó, estaba claro que el partido se destrababa cuando Inglaterra marcara el primer gol y llegaron seis ante un Irán que se mostró tan débil como Qatar, aunque al menos mostró la enjundia, el coraje, para buscar el descuento. El fuego sagrado del futbolista por ir a vender más cara su derrota.
En el segundo turno, un duro Senegal le planteó un partido complicado a Países Bajos que lo termina sorteando sobre el final. Habló Messi, llevó tranquilidad en cada una de sus declaraciones. Arranca el sueño argentino, cómo no tenerlo o abrazarlo, si el contexto lo permite. En este mismo estadio donde se presenta Argentina en el debut, sueña con estar también el 18 de diciembre en la final.
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