La ceremonia inaugural del Mundial Qatar 2022 estuvo a la altura de las expectativas y presentó a todo el planeta a uno de los íconos de la cultura moderna del país organizador: Ghanim Al Muftah. Con millones de seguidores en cada una de las plataformas en la que publica videos de superación, su historia llegó al corazón de la FIFA y lo nombraron como embajador del máximo evento del fútbol además de darle un papel protagónico en el show de apertura.
La sensación qatarí tuvo un rol estelar junto al reconocido actor Morgan Freeman en la ceremonia de apertura de la Copa del Mundo. El joven de 20 años padece el síndrome de regresión caudal (SRC), una enfermedad genética extremadamente rara que le hizo nacer sin la mitad inferior del cuerpo. A través de sus discursos motivacionales logró plantarse como una de las personalidades más importantes de las redes sociales en Medio Oriente.
Sus padres, Mohammed Al Muftah y Eman Ahmad, cuando recibieron la noticia de su estado se enfrentaron a una decisión: seguir adelante con el embarazo con toda la incertidumbre que rodearía al estado de su hijo durante toda su vida o abortar. La pareja optó por continuar y Ghanim nació el 5 de mayo de 2002, junto con su hermano gemelo Ahmad.
Desde entonces, asombró a todos los que lo rodean y se enfrenta a distintas aventuras que nadie hubiera imaginado en sus primeros años. Llegó a escalar con sus manos una de las montañas más altas del Golfo, se convirtió en un famoso activista de la discapacidad y acumuló más de tres millones de seguidores en las redes sociales. El domingo, con los ojos del mundo entero puestos en él y en Morgan Freeman, Ghanim habló sobre encontrar “la belleza en nuestras diferencias” al defender la unidad y la diversidad.
Apodado el “niño milagro de Qatar”, su enfermedad afecta a uno de cada 100 mil casos y los médicos proyectaron 15 años de vida cuando nació. Dentro de las barreras más difíciles que tuvo que atravesar durante su infancia, tuvo dificultades para encontrar escuelas que lo aceptaran debido a su discapacidad. Lejos de tirar la toalla y rendirse ante la vida, decidió emprender toda una serie de deportes en la que probó buceo, escalada, fútbol, hockey sobre hielo y natación, hasta los ejercicios en el gimnasio y tiro con arco.
Además de sus hazañas físicas, Ghanim también creó su propia organización benéfica para ayudar a otros niños discapacitados. Además de seguir su lucha por intentar derribar los prejuicios, también tiene el gran sueño de convertirse en diplomático y su presencia en la apertura de la Copa del Mundo es el primer paso en dicha dirección. El joven se mudó al Reino Unido para estudiar política en la Universidad de Loughborough, en Leicestershire, donde actualmente es una figura popular en el recinto al patinar en los pasillos en su monopatín.
Durante su momento de protagonismo en la inauguración de la Copa del Mundo, Ghanim habló junto a Freeman y le comentó al célebre actor que “todo el mundo es bienvenido” al evento en Qatar y que era una “invitación para todo el planeta”. Y agregó al respecto: “Nos educaron en la creencia de que estábamos dispersos en esta Tierra como naciones y tribus para poder aprender unos de otros y encontrar la belleza en nuestras diferencias. Con tolerancia y perspectiva podemos vivir juntos en un gran hogar dondequiera que se construya”.
Al Muftah también es conocido por sus discursos motivacionales y sus constantes campañas en las redes sociales. Entre sus memorables diplomas, se presentó a dar una charla TED en la Qatar University, donde se aloja la selección argentina, en 2018 con tan solo 16 años para hablar de su enfermedad. El joven, que tiene más de 3.4 millones de seguidores en Instagram, también fue nombrado “Embajador de la Paz” por el Emir de Kuwait, Sabah Al-Ahmad Al-Sabah, en 2014.
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