A cinco días de su debut ante Arabia Saudita, la selección argentina llegó a Doha con la ilusión de conquistar la Copa del Mundo que se desarrollará en Qatar. Luego de la contundente victoria por 5 a 0 ante los Emiratos Árabes Unidos, que sirvió para que el equipo de Lionel Scaloni sume su partido invicto número 36 y para que el cuerpo técnico le de minutos de rodaje a varios de los futbolistas de cara al próximo compromiso del martes 22 de noviembre, la Scaloneta arribó al país del Golfo.
La delegación albiceleste se instaló en la Universidad de Qatar, que cobija a más de 20 mil alumnos por año y cuenta con dos canchas recientemente renovadas por la organización del certamen con iluminación ideal para llevar los entrenamientos cuando baje el sol debido a las altas temperaturas del lugar.
Como ocurrió en la previa del Mundial que organizó Brasil en 2014 con la concentración del Atlético Mineiro en Cidade do Galo, o con el complejo de Bronnitsy para la Copa del Mundo de Rusia, la Asociación del Fútbol Argentino invirtió una suma de dinero importante para acondicionar las instalaciones y darle un “toque argentino” al lugar en pos de que los futbolistas, el cuerpo técnico y el staff se sientan como si estuvieran en el mismo predio de Ezeiza.
Para eso, una de las medidas fue la de la instalación de unas parrillas para poder disfrutar de un buen asado con carne argentina. También se ambientó con los ya clásicos ploteos en la zona de las habitaciones de los futbolistas.
En cuanto a los tiempos desde la zona de concentración hasta los estadios, la organización estableció que la creación de los estadios mundialistas se encuentren en un radio de unos 75 kilómetros para ahorrar tiempo en el traslado de los planteles. El búnker de la Albiceleste está conectado con el centro de Doha por la línea Roja del metro, que tiene su propia estación en la Universidad. Para establecer un parámetro de distancia, desde el centro académico hasta el estadio donde se jugará la final del Mundial, el Lusail, hay unos 17 minutos de distancia en bus.
La historia marca que la universidad fue fundada en 1971 y, con el paso del tiempo, se convirtió en un sitio de excelencia educativa en el territorio. Ofrece una amplia gama de programas académicos: 48 licenciaturas, 32 maestrías y nueve doctorados. Ese lugar fue el elegido por el Liverpool para entrenar durante su participación en el Mundial de Clubes de 2019, que terminó con los de Jürgen Klopp como campeones del mundo tras vencer al Flamengo en la final.
Hace algunos años, el recinto educativo llevó adelante la construcción de un complejo deportivo de alta tecnología y para eventos de 25.500 metros cuadrados. Con un diseño colaborativo del sistema de techo retráctil, un sistema de refuerzo de sonido y de video más iluminación, el espacio ofrece todas las posibilidades para los usuarios. En el caso de la utilización del deporte, el centro de entrenamiento está compuesto por más de 30 canchas deportivas que pueden ser fijas y removibles portátiles para diferentes disciplinas como el vóley, básquet, tenis bajo techo, handball, futsal, bádminton, squash.
Además, el complejo posee un espacio al aire libre donde se destaca un estadio de fútbol para 10 mil personas que se convirtió en uno de los recintos adicionales propuestos para albergar la Copa Asiática de Naciones de 2027 a la que Qatar espera acceder como sede tras la organización del Mundial de la FIFA. Está prevista su renovación para que tenga los requisitos para formar parte de los partidos de la fase de grupos del evento.
El próximo lunes 21 será el famoso día -1 para la organización. A 24 horas del debut contra Arabia Saudita, Argentina reconocerá y se entrenará en el estadio Lusail, el más grande de las ocho sedes del Mundial. Además, el DT tendrá contacto con los medios en la conferencia de prensa.
LA GALERÍA DE LAS INSTALACIONES DONDE SE HOSPEDA LA SELECCIÓN ARGENTINA
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