Sucedió este lunes a las 15, horas antes del inicio del Partido por la Paz en el estadio Olímpico de Roma, donde Maradona resultó el gran protagonista a partir del sinfín de homenajes que le dedicaron. Los hermanos de Diego se acercaron al Vaticano para participar de una audiencia con el Papa Francisco, que no duró más de cinco minutos, pero que tuvo un fuerte contenido emocional, con regalos cruzados.
Toda la familia de Pelusa estuvo en Italia. Los hijos (Diego junior, Diego Fernando, Jana, Dalma y Gianinna) aceptaron compartir escenario sobre el césped tras el amistoso, rodeados de las estrellas que brindaron un gran espectáculo, desde Hristo Stoichkov a Ronaldinho. Benjamín Agüero Maradona tuvo sus minutos en el encuentro. Rita Mabel, Ana, Claudia y Elsa, las hermanas del Diez, vivieron la fiesta desde un palco con salida al campo de juego, y hasta allí se acercó Lalo. El astro apareció en hologramas y las imágenes en la pantalla gigante. Y Francisco dio su discurso también desde la virtualidad.
Pero más temprano estuvo con los hermanos en el Vaticano. Previo al cónclave, recorrieron el lugar hasta que aguardaron por la presencia del Sumo Pontífice en una sala. Los acompañó José María del Corral, presidente de Scholas Occurrentes, a cargo de la organización del evento con fines benéficos. Allí, el titular de la entidad les mostró un video homenaje al ex enganche, en el que se vio cómo pintaba el cuadro en el que imitó su mítico segundo gol a los ingleses en los cuartos de final del Mundial de México 86. Rita Mabel, en representación de los hermanos (hoy además a cargo de Sattvica), preguntó dónde se encontraba hoy esa obra con la impronta de Pelusa.
“No sé, qué buena pregunta”, sembraron el misterio los anfitriones. Hasta que Francisco entró en escena. Fue ahí cuando descubrieron un cuadro que se había mantenido oculto en la habitación. Y era, precisamente, la citada creación de Diego donó en 2017, a la que los presentes calificaron como “un tesoro”. “Diego reza desde el cielo por la paz mundial con Francisco”, se escuchó una frase sobrecogedora. “Les agradezco el gesto de venir todos juntos acá. Y recen por mí”, dijo el Papa. Y les regaló un rosario bendecido a cada uno de los hermanos.
Pero el intercambio simbólico no culminó allí. Rita le tenía preparada una sorpresa muy especial. La foto de Diego con las hermanas durante la última Navidad que disfrutó, antes de su muerte, en noviembre de 2020. El Sumo Pontífice la tomó entre sus manos, la miró, la posó sobre su pecho y la abrazó. Y la emoción embargó a todos en la sala.
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