Inmortalizar un momento en plena acción durante una carrera amerita un ojo clínico y a lo largo de sus 72 años de historia, la Fórmula 1 entregó innumerables postales. Es un ambiente en el que los pilotos no son los únicos héroes. Los fotógrafos también se lucen y si bien con el correr de los años fueron contando con mejores herramientas producto del avance tecnológico, saber cuándo usar la cámara y dónde ponerse, es obra de los elegidos.
Por más de 25 años, Mark Thompson fue el especialista de Getty Images, la agencia oficial de la F1. Como todo el circo, recorre el mundo y esta temporada le demandó un total de 22 Grandes Premios en cuatro continentes. También es el fotógrafo oficial del Red Bull y por lo tanto es la sombra de los pilotos de la escudería austriaca, el bicampeón mundial, Max Verstappen y Sergio “Checo” Pérez.
En la última fecha disputada en México fue entrevistado. “A mitad-finales de los ochenta yo trabajaba para otra agencia, que en ese entonces era la oficial de FIFA, y para 1993, me mandaron a hacer una carrera de F1 en Donnington (Inglaterra), que era una prueba muy famosa e importante, y ahí fue donde todo este maravilloso encuentro con la F1″, recuerda. Esa fue una carrera bajo la lluvia, ambiente en el que Ayrton Senna se movía como pez en el agua y superó cuatro autos antes de cumplir el primer giro. Se la conoce como la vuelta más magistral de la historia y ese día el recordado brasileño también ganó.
“Después tuve un trabajo en una agencia que trabajaba para Getty Images y empecé a cubrir el MotoGP para Lucky Strike/Suzuki en algunos Grandes Premios. Mis primeros años, ya en forma en F1, fueron 1997-98, en la era de (Mika) Häkkinen y (Michael) Schumacher y fue fantástico para mí, porque tuve la oportunidad de ver a esos pilotos”, recuerda mientras muestra algunas de sus icónicas capturas como la llagada a la grilla de Indianápolis de Michael Schumacher a principios de la década de 2000 y se advierte en la toma cómo todo el mundo se abre ante la presencia del alemán que por aquellos años solía largar en los primeros puestos.
Pero fue con el propio Häkkinen tuvo una conexión especial: “Era uno de mis pilotos favoritos, con gran calidad como piloto, un gran sentido del humor, un buen tipo”, confiesa Mark, que también trabajó para otros equipos como Benetton, Renault y Jaguar.
Sobre qué se siente ser el fotógrafo de la escuadra que ganó el Campeonato de Pilotos y de Constructores, describió: “Es increíble, es increíble. A veces tengo que pellizcarme yo solo. Es gracioso, pero incluso mi madre no creía que viajara por todo el mundo tomando fotos”.
En tanto que explica por qué el equipo prefiere que viaje él a las carreras en lugar de contratar un fotógrafo local: “Es uno de esos trabajos donde lo que hayas hecho antes importa, tus conocimientos. A veces pienso un poco en todo y es increíble, por ejemplo, estamos en el garage de los campeones mundiales, es un trabajo donde todos nos apoyamos, esto es una familia. Por ejemplo, yo no soy parte del staff de Red Bull (soy de Getty Images), pero me tratan como uno de ellos, están detrás viendo qué necesitas y es increíble la dinámica, yo, estando dentro, me sorprendo”.
Respecto de sus mayores desafíos, afirmó: “Ahora tenemos que trabajar detrás de un sector de protección. En algunos países ponen ‘ventanas’ para fotógrafos, que son unos hoyos en las rejas, y están puestos de manera incorrecta, no son el lugar donde uno quisiera. Estas son limitaciones por seguridad. Cuando yo empecé esas limitaciones de espacio no existían. Ahora pensemos en Singapur, o incluso el mismo Mónaco, simplemente no hay lugar para tomar fotos”.
Mientras que contó una linda anécdota con Verstappen. “Al inicio de las temporadas, yo hablo con los pilotos y me presento y les digo que soy el fotógrafo del equipo y que necesitaré estar cerca de ellos para tener la mejor imagen, que si está bien para ellos. Con Max fue muy sencillo, me miró y me dijo: ‘Haz lo que tengas que hacer, no me va a importar’, y es muy sencillo trabajar con él”.
Respecto de Checo Pérez, aseveró: “Tengo un poco más de tiempo para hacer cada una de las fotos. Permite más tomas que Max. Tienen un carácter muy distinto cada uno de ellos, pero los dos son personas muy agradables. Como lo fue trabajar con Sebastian Vettel (ganó sus cuatro títulos con Red Bull) y Mark Webber. De Vettel destacó que me permitió ser su amigo, que al menos conmigo se abrió, y somos amigos”.
Hay un festejo que caracteriza a Red Bull y son sus triunfos en Mónaco con el habitual salto a la piscina. Primero se convirtió en un rito para los pilotos, pero con el correr de los años todos los integrantes de la escudería lo adoptaron. “El festejo en la piscina se ha hecho por años y tengo que contar algo, cuando Mark Webber ganó, yo terminé en el agua. Recuerdo que yo tenía cosas en los bolsillos y les decía ‘no, no, no’ y señalaba mis bolsillos, así que solo me quitaron las cámaras y me empujaron”.
Este domingo se correrá la vigésima primera y penúltima fecha en el Autódromo de Interlagos en San Pablo, Brasil, donde le gusta trabajar a Thompson. “Es un circuito de la vieja guardia, hecho a la antigua, y tiene de todo, tiene arena, pasto, curvas, subidas, fondos. Y además nos da carreras fantásticas. Para mí, una de ellas fue cuando (Giancarlo) Fisichella, llega al parque cerrado y su auto se empieza a incendiar ¡Y subió al podio! Es decir, no puedes superar eso, fue increíble (en 2003), o cuando Felipe Massa perdió el título (2008)”.
Recuerda muy bien cuál fue su mejor foto y fue la mencionada historia de Schumacher en Indianápolis. “Yo me encontraba en el ‘nido’, en la parte alta, así que veía la parte trasera de los autos, contrario a la Indy 500, en F1 arrancaban hacia el otro lado, así que estaba viéndolos por atrás, y toda la grilla estaba llena de gente. En esos años, el piloto manejaba su auto hasta su posición, no como ahora que los empujan. Todos los autos ya estaban en su lugar y la gente se comenzó a quitar, abriéndole paso. Michael ganó la pole position y él se dirigía a su lugar. Fue una fotografía increíble para mí, porque, desde mi perspectiva, era: ‘el amo ha llegado’. Le di esa foto a Michael, la imprimí y se la regalé y le gustó demasiado, me lo dijo. Y le comenté: ‘llegaste al final a la grilla por una razón’. Recientemente reimprimí la foto y se la di a su hijo (Mick)”.
Pero también hay recuerdos que no pudieron ser captados por el lente de Mark. “En 1997, el año del incidente entre (Jacques) Villeneuve y Schumacher (en España y que definió al campeón del mundo) yo estaba en esa curva, donde fue el contacto, pero me moví, me hubiera gustado no hacerlo, pero me moví y de pronto, al girar, vi a la gente volteando para allá, algunos corrían para ver y supe que me había perdido algo, regresé y vi a Michael ya sentado, pero me lo perdí, y ha sido uno de mis momentos perdidos más grandes, porque estaba ahí, y literalmente, dos minutos después”, se lamentó.
Por último, confesó qué siente al ver que sus fotos son vistas por millones de personas en el planeta: “Es motivo de orgullo. Cuando ya no esté en este mundo, mis fotografías aún estarán y mostrarán momentos. Es crear un legado. Incluso ahora, sabes que tus fotos retratan la historia de este equipo, del deporte. Es asombroso ver que cada foto sea parte de la historia”.
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