Los jóvenes herederos del ajedrez argentino

Un nutrido grupo con edades entre los 9 y 18 años, provocaron un rejuvenecer de la actividad que volvió a posicionarse junto a los mejores del continente

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A la izq. Candela, Agustin,
A la izq. Candela, Agustin, Joaquin y Valentin. A la der. Majo, Ilan, Faustino y Francisco. De pie el Pte. de FADA Mario Petrucci (1)

La base de la pirámide del ajedrez argentino continúa, lentamente, su prolífico proceso de expansión; con un agregado, cada vez más jóvenes y a más temprana edad se suman y se destacan en el desafío de resolver las ecuaciones que presenta el ingenioso y milenario juego.

En el Círculo de Ajedrez de Villa Martelli -en la calle Laprida 3837- se está llevando a cabo un festival ajedrecístico con un torneo abierto (para los expertos y aficionados), y dos torneos “ITT (International Title Tournament) Ciudad de Vicente López y Copa Mercosur” válidos para la obtención de normas de maestro. Éstas dos últimas competencias convocaron a varias de las más jóvenes promesas del ajedrez vernáculo atraídos por la posibilidad de crecimiento en sus carreras: sumar puntos para el ranking internacional y alcanzar alguna norma para el bruñido palmarés personal. Es que los ajedrecistas consiguen el ascenso de categorías a través de la obtención de normas; el primer escalón es el de Maestro Candidato, seguido por Maestro Fide, Maestro Internacional y por último, el preciado título de Gran maestro (como si fuera el cinturón negro entre los judocas).

El ajedrez, que se trata de una actividad con más de quince siglos de historia documentada, desde sus orígenes se ha caracterizado por ser un medio propicio de expresión de genios precoces, pero si bien antes la presencia era una excepción en la actualidad se ha vuelto una constante. Es que cada vez más niños y niñas se destacan en la exhibición de sus talentos en el dominio de este arte. Acaso, por eso, ya no resulta extraño que el ajedrez junto a las matemáticas y la música integre el tridente de las actividades generadoras del mayor número de niños prodigios.

“La formidable energía mental y la capacidad combinatoria con fines determinados que posee el niño genio en música, matemáticas y ajedrez, están prácticamente aisladas de los rasgos normales de madurez cerebral y física” aseguraba el filósofo francés George Steiner al referirse a este tema. Otros profesionales creen que el impacto global del crecimiento informático impulsado más aún durante los tiempos de la pandemia ha provocado una reducción considerable en la edad para alcanzar la maestría en el juego. Por citar un ejemplo, Bobby Fischer en 1959 se convirtió en el niño récord en lograr el título de gran maestro a los 15 años y seis meses; desde entonces más de una docena de jóvenes se encargaron de superar el listón puesto por el ajedrecista norteamericano. Pero desde 2021 la plusmarca quedó en poder de un niño norteamericano de padres indios, Abhimanyu Mishra, que alcanzó la consagración a los 12 años, 4 meses y 25 días.

FAUSTINO ORO
FAUSTINO ORO

Es que pese a los actuales tiempos de ansiedad e inmediatez, de celulares e internet, todavía muchos jóvenes apuestan por la lógica y la reflexión; entre los participantes en Villa Martelli sobresalen: los hermanos Fiorito (Joaquín, de 15 y Francisco, 12), Ilan Schnaider, de 11, Candela Francisco Guecamburu, de 16, Agustín Villareal, de 18, Valentín Unhold, de 16, Faustino Oro, de 9, y María José Campos, la mayor, de 23 años pero que descubrió el juego hace sólo ocho años, a los 15.

“Sí es cierto, hasta los 15 yo no sabía nada de ajedrez, no me preocupaba ni me atraían otros deportes; me gustaba el colegio y leía mucho. Pero un día mi novio (hoy su esposo, Diego Fuxz) me enseñó los movimientos. Cuando comencé a jugar, la verdad es que no le ganaba a nadie; ahí me di cuenta que para competir había que estudiar. Así fue como en poco tiempo comencé a ganar, y tres o cuatro años después conquisté el campeonato argentino femenino Sub20″ contó María José Campos, vecina de Wilde, que obtuvo el título de Maestra FIDE (en 2019) y ya sumó dos normas de maestra internacional (le falta una más para lograr el título). Majo (como la llamas sus amigas), además, representó al país en agosto último en la Olimpíada de Chennai, es jugadora del Club Obras y N°2° del ranking femenino de Argentina.

Otro caso es el de Candela Francisco Guecamburu, de 16 años que vive en Pilar y comenzó a jugar a los 9 -el juego llegó a sus manos dos años antes cuando producto de una austera navidad, Papá Noel le trajo un tablero con sus 32 piezas-; lo que siguió fue asombroso. En sólo siete años su talento se disparó hasta los astros: tricampeona argentina femenina (categorías Sub12, 14 y 16), campeona Panamericana Sub12 y Sub16, campeona Sudamericana Sub14, Subcampeona mundial de ajedrez Blitz On Line. Además, logró el título de Maestra Candidata en 2018 y es Maestra Fide desde 2019.

“Estoy cursando el 4° año del secundario, pero aún no tengo definida qué carrera profesional voy a seguir; seguramente será algo relacionado con los números porque me gustan mucho las matemáticas”, contó a Infobae, Candela, actual subcampeona argentina superior, representante de Villa Martelli y una de las 10 mejores ajedrecistas del mundo menores de 16 años.

La familia Fiorito también es animadora en cada tarde en el festival en Villa Martelli; mamá Roxana, sentada en algún rincón estratégico del salón, acompaña atentamente con su mirada cada movimiento de cada uno de sus hijos, Francisco (de 12 años, Panchito en el ámbito del ajedrez) y Joaquín, de 15, en los torneos ITT. Mientras tanto su marido y el papá de sus hijos, el maestro internacional Fabián Fiorito juega sus partidas en el abierto Rubinstein.

MARIA JOSÉ CAMPOS
MARIA JOSÉ CAMPOS

“Y sí…, en casa se respira ajedrez desde la mañana hasta la noche” dijo entre risas Roxana que es docente del Instituto Superior del Profesorado Joaquín V. González. Y agregó, “es verdad ya estoy resignada a ello, pero los chicos disfrutan mucho del ajedrez, también les gusta el fútbol (los dos son de Boca), las series y los videos juego, pero nos ocupamos que no descuiden el colegio”. Joaquín Fiorito (tiene el título de maestro FIDE) que obtuvo la medalla de bronce en el Panamericano en Uruguay este año y sumó su primera norma de maestro internacional en el Pro Am 100 años de FADA, cuenta con una Beca de la Secretaría de Deportes para completar el ciclo Secundario bajo el Sistema de Educación a Distancia del Ejército Argentino (SEADEA).

En 2022, Joaquín consiguió dos valiosos empates en partidas pensadas ante dos de los mejores jugadores del ranking argentino: Sandro Mareco y Fernando Peralta. En diciembre próximo, el mayor de los hermanos Fiorito jugará la final del 97° Campeonato Argentino Superior que se hará en Bariloche. Será la primera vez en el historial doméstico de la actividad que un joven con 15 años participe en la competencia más importante del calendario de la FADA.

Su hermano Francisco, de 12 y que cursa el 6° grado en el Colegio Primera Junta en Caballito, que fue campeón argentino Sub12, y campeón Panamericano de esa categoría en Uruguay, también dio señales de su talento tras acordar durante 2022 dos empates, en partidas pensadas (más de 90 minutos para cada jugador) frente a dos de los mejores argentinos del ranking: Diego Flores y Alan Pichot. Los Fiorito representan al Círculo de Ajedrez Torre Blanca.

Valentín Unhold, hijo de Javier y Gabriela, tiene 16 años y es jugador de Villa Martelli; cursa el 4° año en la Escuela Modelo de Bella Vista y entre sus ídolos está su hermano Lucas, de 26, integrante del seleccionado argentino de Futsal para personas con síndrome de Down que logró el subcampeonato mundial este año en Perú. Valentín ganó la medalla plateada en los Juegos Bonaerenses 2019, fue campeón en el IRT Proyección Olímpica 2021, y es el actual Campeón Argentino sub 16.

Agustín Villarreal nacido en San Martín y simpatizante de River, estudió junto al maestro Enrique Scarella en el Círculo de Ballester, aunque ahora representa a la Universidad Tres de Febrero (Untref) mientras toma clases con Ernesto Real de Azúa. A los 18 años ya suma los títulos de maestro FIDE y campeón argentino Sub18. “Es importante la experiencia de jugar estos torneos como los que se hacen aquí en Martelli, ya que me permiten prepararme para el campeonato Sudamericano en la categoría Sub18, que se hará en diciembre en Paraguay”, contó el joven que cursa la tecnicatura de Administración de Empresas en la escuela España N°16 en Villa Devoto y que probablemente continúe sus estudios de Contador Público.

Candela Francisco Guecamburu
Candela Francisco Guecamburu

Los más benjamines de los certámenes son sin dudas dos de las mayores promesas del ajedrez argentino: Ilan Schnaider (Maestro FIDE) de 11 años y entre los mejores del mundo de esa edad. Entre sus innumerables logros figuran las conquistas de campeonatos Panamericanos, Sudamericanos, Metropolitano y Nacional. El otro, aún más pequeño, es Faustino Oro (Maestro Candidato) de 9 años y primer ajedrecista del mundo a esa edad en alcanzar los 2100 puntos de Elo en el ranking internacional. Él también ya se calzó la corona de Rey Nacional y Panamericano entre los menores de 8 y de 10 años, respectivamente. Schnaider y Oro también surgieron del “semillero” de Torre Blanca.

Aunque no están presentes en esta competencia en el Partido de Vicente López, hay muchas más mujeres que descubrieron el juego (y otras que retornaron a la actividad tras completar sus estudios universitarios, como el caso de Belén Sarquís, jugadora de Villa Ballester), acaso, animadas para dar batalla y romper el viejo estereotipo “el ajedrez es sólo para los hombres”. Es que no sólo juegan competencias femeninas sino que además participan en torneos frente a los varones. Entre las jóvenes promesas están: La Maestra Candidata Ernestina Adams, de 14 años, socia del Círculo Torre Blanca, campeona argentina Sub14 y subcampeona Panamericana (medalla de plata) en Uruguay 2022, y Anna Laura Scarsi, de 16 años, socio del Círculo de Ajedrez de Villa del Parque y campeona argentina Sub12. Anna Laura -única ajedrecista Latinoamericana seleccionada por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE)- fue invitada a participar de un Campus de entrenamiento junto a los grandes maestros Alexei Shirov y Arthur Yusupov, que se realizará en Barcelona entre el 5 y 11 de diciembre próximo. Por último vale también mencionar a Giuliana Bosco, Maestra Candidata (desde 2016), representante de Villa Martelli, y subcampeona argentina Sub18.

ilan schnaider
ilan schnaider

Frente a esta explosión de jóvenes talentos, el futuro del ajedrez argentino pareciera encaminarse hacia el éxito y lo más importante: recuperar su prestigio. Pero más allá de la decisiones familiares e individuales en cada caso, también es valioso conocer el cambio de paradigma impulsado desde la Federación Argentina de Ajedrez (FADA), con la asunción de su presidente, el Ing. Mario Petrucci desde 2013.

“Cuando asumimos el ajedrez argentino estaba sumergido en graves problemas económicos, financieros y de organización; con peleas y juicios. No sólo habíamos descendido frente a las grandes potencias sino que además a nivel Panamericano peleábamos por un lugar entre el 8° y 9° puesto. Y ahí está la problemática, saber determinar cuánto debe esforzarse un atleta y su federación para recuperar el terreno perdido. La pelea es contra el talento de tus rivales y el poderío económico de las naciones que representan. El ciclo de trabajo incluyó dos Panamericanos (Chile 2018-Uruguay 2022), y el sudamericano (Argentina 2019) para volver a subirnos al podio” contó Petrucci que además es integrante del Comité Olímpico Argentina (COA).

¿Pero cuál fue la estrategia para revertir la situación?

Hubo que desatar muchos nudos, dejar de pensar cómo se hacía en el siglo pasado creando federaciones que tomaban por rehenes a sus clubes. Con mi gestión nos apoyamos en los clubes que son los generadores de la actividad, en muchos casos por encima de sus federaciones. Por eso hoy Argentina triplicó en organización de torneos a México, un país con más de 130 millones de habitantes. La cantidad de torneos de ajedrez y sus premios en efectivo por todo el ancho y largo del país, crece mes a mes; no hay otro deporte que tenga tanta actividad y tan bien remunerada. Contamos con presencia federativa en todas las provincias argentinas, incluso con una institución en las Islas Malvinas. Así que con esa inercia que generaron la creación y fundación de clubes (son casi 100 en todo el país) creció la actividad y desde la FADA con un cuerpo de entrenadores (los integran 9 maestros) fuimos a la búsqueda de los talentos. Algunos llegaron por recomendación y otros fueron descubiertos, pero todos pasan por el “filtro” selectivo de ese cuerpo de entrenadores que estudia cada una de las partidas de los chicos y chicas, y si ven que tienen condiciones recién entonces se los incorporan y reciben clases gratuitas con otro equipo de 30 entrenadores. Para mantener ese privilegio hay que cumplir con los derechos y obligaciones del caso. Si demuestran ganas de aprender siempre serán apoyados. El entrenamiento incluye Campus de 4 días (donde los chicos y chicas estudian con varios de los representantes olímpicos, los que se encargan de transmitirles sus experiencias, además trabajan con psicólogos deportivos, nutricionistas y deportólogos, entre otros profesionales más). Ya realizamos dos encuentros, uno en San Luis y otro en Villa Martelli, y hay otros dos programados para Misiones y el Cenard.

Cuando los recuerdos de las grandes conquistas del pasado glorioso del ajedrez argentino amenazaban con tornarse sepias, una oleada de jóvenes promesas llegaron para darle un rejuvenecimiento a la actividad. Los príncipes y princesas herederas; los niños, niñas. Los jóvenes del futuro.

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