Hace un año Juan Ignacio Chela fue sometido a una operación por un aneurisma cerebral en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires y esta semana contó cómo algunas novedades de su evolución y de cómo vivió aquellos días en los que médicos le informaron que lo más seguro era someterse a una operación.
Todo comenzó un día cualquiera, cuando sufrió el primer episodio de algo que hasta el momento desconocía: “Estaba almorzando y me empecé a sentir muy mal, me llegó un mensaje, miro el mensaje y la mitad lo veía y la otra mitad no lo veía bien. Nada, me empecé a sentir mal, me fui a mi casa, me molestaba la luz, el ruido”, contó en ESPN Playroom. Y lo que parecía haber sido un episodio aislado, se repitió al poco tiempo: “Tuve en un año dos dolores de cabeza diferentes, mucho dolor, empecé a ver mal con el ojo izquierdo, duraban 10 minutos pero mucho dolor y veía mal. A vos te veía así nublado, no te veía nítido. Empecé a hacerme estudios, me pegué un cagazo bárbaro, me descubrieron un aneurisma. Es como que la arteria se te hace como un globito, eso hay riesgo que se te rompa y ahí estás en el horno”.
Un aneurisma ocurre por un ensanchamiento en la pared de una arteria, en el caso de Chela del cerebro. En general, estos no se notan hasta que no crecen a tal punto de empezar a generar algunos síntomas como los que describió el ex tenista. Depende el caso los especialistas suelen o no recomendar una intervención, pero lo cierto es que muchas veces estos crecen tanto que filtran sangre o se rompen, causando daño severo, sobre todo aquellos ubicados en la cabeza.
“No entendía nada, todo lo que había escuchado sobre eso era trágico, me explicaron que depende la ubicación, el tamaño, si no te hacés controles cada tanto y podés morir de viejo de otra cosa y no pasa nada. Pero en mí caso estaba ubicado en un lugar que no les gustaba a los médicos, entonces me recomendaron operarme. Fue dura la decisión porque me pusieron dos stents en la cabeza”, relató a un año de su intervención quirúrgica que, afortunadamente, fue exitosa.
Al ser consultado sobre cómo fue el procedimiento, detalló: “Te entran por la arteria de la pierna con un catéter, te ponen dos stents en la cabeza que no se cómo hacen”, y aclaró: “Fue difícil la decisión porque le digo al médico qué riesgo hay...hay un 5% que quede mal del habla, memoria, motriz o hasta la muerte...”.
A sus 43 años, se encuentra ahora en perfecto estado de salud, más allá de los controles médicos que debe realizarse por esta operación y agradece que la intervención se hizo a tiempo ya que los dolores de cabeza ya son cosa del pasado.
Chela ha sido una de las caras destacadas de la denomina Legión Argentina que brilló en el circuito internacional de tenis a principios de los 2000. Durante su carrera, el Flaco ganó seis torneos ATP y llegó a estar número 15° en el escalafón. Tras su retiro profesional en 2012 se volcó al mundo del espectáculo y estuvo al frente de varios ciclos en TV y radio. Además, ganó popularidad por su humor en las redes sociales. En 2017 volvió al mundo del tenis como coach de Schwartzman, a quien acompaña en gran parte de sus viajes alrededor del mundo.
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