Debutó en un automovilismo que era accesible y más terrenal para un joven con muchas ganas. Con apenas 21 años Juan María Traverso logró su primer triunfo a nivel nacional y fue en el Turismo Carretera el 29 de octubre de 1972 en el circuito semipermanente de 25 de Mayo. Como contó luego, nunca había corrido nada, pero en su undécima carrera, con un Torino también número 11, sorprendió a todos y él mismo reconoció que no esperaba ganar ese día.
Era la época en las que todavía las peñas de los pueblos podían bancar a su piloto. Noches de asado u otros eventos en los que se recaudaban fondos para que el crédito local pudiera representarlos. En un TC que aún nutría su calendario en las rutas, el automovilismo iba hacia donde estaba la gente. Los vecinos ayudaban a sus competidores como podían e incluso el Flaco contó la anécdota de una vaquillona que le dio como premio un carnicero de Ramallo.
El Flaco tuvo su bautismo en el automovilismo un año antes, el 31 de octubre de 1971 en Pergamino. Fue con el mismo Torino color naranja que hoy descansa en su galpón, en el que el ídolo suele recibir a los fanáticos. Aquel auto denominado Liebre I y ½ fue el coche con el que el hizo sus primeras armas en el automovilismo.
En diálogo con Infobae confesó sobre su debut que “no podía apretar el embrague. Largaban de a dos, cada diez segundos. Y yo largaba último (Pergamino 31/10/1971). Tenía el número 71, o sea, había 70 autos adelante. Había que ir moviéndose a medida que iban largando, ¿no? Y de los nervios que tenía no podía apretar el embrague porque temblaba del jabón que tenía, ¿no? Es lo que siempre digo, que en esa época todos los pilotos tenían el mismo problema, digamos. Nada más que cuando vos largabas, eso desaparecía. A partir del momento en que largué, el miedo, los nervios, todo eso se borraba automáticamente. Pero recuerdo que al momento en que me tocaba largar a mí ya no me daban más las piernas porque los embragues eran duros. Y bueno, a raíz de esto, lo que yo cuento siempre de esa época, la noche anterior estaban todos los pilotos hablando, sentados en la mesa y nadie se iba a dormir porque no te podías dormir. Y estoy hablando de Gastón Perkins, el “Gallego” Cupeiro, pero largabas y eso se borraba. Desaparecía”.
Aunque de a poco se fue ganando su lugar y los buenos resultados se dieron en 1972. En la cuarta fecha, en la San Juan-Calingasta, logró su primer podio luego de terminar segundo detrás del recordado Nasif Moisés Estéfano, el único campeón post mórtem y que era uno de los escuderos del equipo oficial Ford junto a Héctor Luis Gradassi, que ese año logró el primero de sus cuatro títulos.
Pasaron ocho fechas para que el joven Traverso pudiese celebrar en lo más alto del podio. Fueron dos series de cinco vueltas cada una y en la primera compitió Juan María quien terminó en el puesto 12. El ganador fue César Malnatti, también con Torino.
En la final corrida sobre 15 vueltas, lideró Ricardo “Caito” Iglesias (Ford), pero antes de llegar a la primera curva, Miguel Ángel De Guidi (Dodge) se puso al frente y mantuvo un fuerte ritmo. Detrás se ubicaron Gradassi, Malnatti, Traverso y Estéfano.
En un pecado de juventud, el de Ramallo se despistó al querer ganar unos metros en un frenaje, pero pronto volvió a la cinta asfáltica y remontó para volver a ponerse en los puestos de punta. Los relojes así lo marcaron y llegó a ponerse como escolta de DeGuidi.
En la décima vuelta 10 los punteros comenzaron con problemas y Pirín Gradassi tuvo una falla en el impulsor de su Falcon y Malnatti y DeGuidi rompieron pistones y debieron abandonar. Traverso estuvo en el momento y lugar indicados, pero también hizo su mérito en los registros que le permitieron heredar la punta.
“Pibe, ganaste muy bien. La carrera era a 15 vueltas y vos llegaste antes que yo. Lo demás no sirve”, le dijo Deguidi a Traverso con su habitual sinceridad. “El Torino lo hacemos en Ramallo y el responsable de la mecánica es Dancha, mi acompañante”, contó el joven vencedor.
Su debut triunfal fue en una época en la que Torino ya no era la marca a batir, Traverso le devolvió la alegría a los hinchas del “Toro”. La marca no ganaba desde el 12 de diciembre de 1971, cuando Luis Rubén Di Palma se impuso en la Vuelta de la Montaña y consiguió su segunda corona en la especialidad.
Ese día, fue la primera victoria de Traverso en el automovilismo. “La verdad es que no esperaba ganar, en ningún momento. El auto andaba bien y si llegaba pensaba que iba a estar bien colocado, pero no en el primer puesto”, reconoció. “El mío es un caso insólito. Llegué al Turismo Carretera sin ninguna experiencia previa. Antes no había corrido ni en monopatín”, admitió.
“Para la próxima vamos a comer la vaquillona que me regaló el carnicero Sosa por mi triunfo en 25 de Mayo. Eso sí, avisen antes. Por ahí la vendo para comprarme unas Michelin que me están haciendo falta en el tren delantero”, bromeó un mes más tarde cuando ya estuvo en el radar del equipo oficial Ford al que se sumó en 1973
“Esta victoria abre un futuro promisorio para Traverso”, relató la crónica premonitoria de la revista CORSA sobre el joven de Ramallo. En 1977 logró el primero de sus seis títulos en el TC, en el que corrió 147 finales, logró 46 triunfos (31 con Ford, 12 con Chevrolet y 3 con Torino). Es el tercero más ganador de la historia detrás de Juan Gálvez (56 triunfos) y Roberto José Mouras (50). Sus coronas en la especialidad fueron tres con Ford (1977, 1978 y 1999) y otras tres con Chevrolet (1995, 1996 y 1997).
Luego llegó al TC 2000 en la que sigue dominando la estadística en cantidad de títulos (7) y escribió cientos de páginas con la inolvidable cupé Renault Fuego. En esa categoría también tiene récords que parecen imbatibles: es el máximo ganador (68 victorias) y le sigue Matías Rossi (33). También lidera en las poles positions (73) y detrás se ubica José María “Pechito” López (31).
Este fin de semana Traverso recibe un merecido homenaje en el Autódromo de San Nicolás, el escenario que más cerca está en su querida Ramallo, y a partir de ahora la pista (no el predio) llevará su nombre. En dicho trazado el TC correrá su decimotercera fecha y la tercera de la Copa de Oro, el mini torneo final que definirá al campeón.
Por su carisma, personalidad y forma de declarar que lo hicieron único, Traverso es uno de los máximos ídolos del automovilismo argentino y a nivel nacional está a la altura de los hermanos Juan y Oscar Gálvez, Luis Rubén Di Palma, Roberto Mouras, Oscar Castellano y Guillermo Ortelli, por nombrar algunos. Se cumple medio siglo de aquel día en el que comenzó a edificar una campaña llena de gloria.
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