Un día volvió como entrenador. Así como Gabriel Heinze, motivado por el liderazgo de Gerardo Martino decidió retornar al club que lo vio nacer como futbolista en 2012 y se dio el gran gusto de ser campeón al año siguiente, ahora experimentará como DT con el buzo rojinegro. Un tanto especial (no por nada lo comparan con Marcelo Bielsa), hermético en el trato por fuera de su entorno, opositor a las redes sociales y pregonero del perfil bajo, la operación seducción no fue sencilla y, en gran parte, su arribo se debió a su propia voluntad.
Aunque el Gringo se alejó del Parque Independencia en 2014, nunca fue ajeno a la realidad del club y la suerte deportiva del equipo. No llegó a enfrentar a la Lepra como técnico ni con Godoy Cruz (por demoras en la aprobación de su licencia de entrenador tuvo inconvenientes para continuar) ni con Argentinos Juniors, al que condujo en la B Nacional. Pero sí con Vélez, el otro conjunto argentino al que dirigió antes de su primera excursión fuera del país al frente del Atlanta United de la MLS.
El rompimiento del contrato con los norteamericanos fue en julio de 2021 y no en los mejores términos. Desde la franquicia estadounidense lo acusaron de llevar un “estilo duro” de conducción y atentar contra la salud física y mental de sus dirigidos. La rigidez y alta exigencia de Heinze ya había sido expuesta por varios futbolistas del Fortín de Liniers, que al mismo tiempo reconocieron -en su gran mayoría- que se potenciaron con él al mando. El entrerriano se tomó unos meses de reflexión.
En el mientras tanto de su parate, sonó en varios clubes del exterior y también argentinos. Por la estrecha relación que tuvo en la selección argentina con Juan Román Riquelme y la necesidad de hallarle reemplazante a Sebastián Battaglia surgió su nombre en Boca. También fue nombrado en varias ocasiones en Independiente y, finalmente, se lo vinculó con River tras el anuncio de despedida de Marcelo Gallardo hace algunos días. En ese momento, Heinze ya lo tenía decidido: iba a dirigir a Newell’s.
A principios de 2021, el ex zaguero mundialista en 2006 y 2010 con la Albiceleste se juntó con Nacho Scocco para ver el Newell’s-Vélez correspondiente a la Copa Diego Maradona en el Coloso Marcelo Bielsa. En épocas de pandemia, fue grato para los fanáticos rojinegros observar a dos emblemas del título de 2013 en uno de los palcos. Sin embargo, como Heinze tenía trabajo, no se especuló con su posible asunción como entrenador. Además, en el cargo estaba Frank Darío Kudelka, antecesor del Mono Burgos, de corto y poco fructífero paso por el Parque Independencia. Al mismo tiempo que le ofrecieron el cargo a Fernando Gamboa, Heinze fue despedido del Atlanta United. Por eso recién fue sondeado por la actual dirigencia antes de que confirmaran a Javier Sanguinetti como DT.
El primer intento de Newell’s por Heinze no surtió efecto, aunque sembró una semilla en él. El Gringo le siguió el rastro al conjunto dirigido por Sanguinetti por cuestiones afectivas y también para empaparse de muchos de los proyectos que surgían y se asentaban en la Primera. Juan Sforza, Ramiro Sordo, Francisco González, Brian Aguirre, Marcelo Esponda y Genaro Rossi son algunos de los diamantes en bruto que fueron promocionados desde la cantera de la Lepra y pueden ser pulidos por un técnico que sabe sacarles jugo a los jóvenes.
Inmediatamente después de la rescisión del contrato de Sanguinetti a principios de septiembre, el de Heinze fue uno de los apellidos que figuró en la clásica danza que se inicia en cada club. Sin manager desde la salida de Julio César Saldaña, la búsqueda por un sustituto para Archu se desarrolló con más incertidumbre de la habitual. Se mencionó a Martín Palermo, un ídolo de Boca que espejaría la situación del eterno rival Rosario Central con Carlos Tevez, y también a dos entrenadores con trabajo en ese momento: Gustavo Munúa (Unión de Santa Fe) y Facundo Sava (Patronato de Paraná). De la casa habían estado muy cerca Alfredo Berti, fuertemente cuestionado en las redes sociales por los hinchas, y Roberto Sensini, que permaneció en Italia a un llamado de acordar su llegada. ¿Por qué la dirigencia desistió de la búsqueda inmediata de DT y dejó como interino a Adrián Coria? Porque el presidente Ignacio Astore había recibido buenos indicios de Heinze y guardó el secreto bajo siete llaves.
En un par de entrevistas, el pope leproso fue llamativamente enérgico a la hora de responder negativamente sobre la chance de que Heinze tomara las riendas del equipo. No quería generar falsas expectativas y, al mismo tiempo, buscó generar un lazo de confianza con el entrenador, devoto de la modalidad de las negociaciones silenciosas. El Gringo es implacable frente a su círculo íntimo. Pocos saben, por caso, el dolor que le provocó la muerte de Diego Armando Maradona (escasos testigos del velatorio para amigos y familiares darán cuenta de que Heinze lloró desconsoladamente por largo rato junto a los restos del Diez). Solamente un puñado de personas estaban al tanto de las tratativas que se iniciaron desde hace semanas. Scocco y Maxi Rodríguez, ex compañeros, eran dos de ellos. Y otro ex jugador rojinegro con idéntico apodo como Ricardo Giusti, sirvió de nexo para acercar a las partes.
No fue casualidad que el fuerte rumor del desembarco de GH20 a Newell’s se instalara definitivamente después del último compromiso del equipo en la Liga Profesional. La Lepra empató 1-1 contra Barracas Central en Capital Federal el pasado lunes y, horas más tarde, la versión empezó a imantar adeptos. Fue condición sine qua non que recién se pusiera sobre la mesa la chance una vez concluida oficialmente la temporada para el plantel. Estas fueron las horas más críticas para el presidente de la entidad rosarina porque Heinze prometió darle una respuesta en 24 horas y se demoró un tanto más de lo pactado. Dejó de responder sus llamados y la distancia entre Rosario y España, donde está radicado, fue mayor a los 10 mil kilómetros que marca cualquier mapa de Google. El Gringo se guardó la respuesta final solo para él y transitó su convencimiento mientras los demás caminaban la senda del suspenso.
Con semblante y gráfica de prócer, Newell’s lo presentó formalmente a través de las redes sociales el martes pasado y pateó el tablero dentro de un mercado de entrenadores muy complejo. Será difícil chequear que Heinze observó con detenimiento todos los partidos que disputó la Lepra en 2022. Aunque se baraja para el 3 de noviembre, fecha de aniversario de la institución, todavía no se aportaron detalles sobre su presentación física como así tampoco de los integrantes de su cuerpo técnico. Apenas adelantaron que Horacio García, hombre cercano a Bielsa, coordinará la secretaría técnica y oficiará de nexo entre los Juveniles, la Reserva y la Primera.
Restan detalles por resolver, pero Heinze ya tomó la decisión y está motivado. Lo económico no quedó en un segundo plano, más bien en un tercero o cuarto. Por el proyecto con los juveniles, la idea de poner a Newell’s entre los mejores de Argentina y también dar batalla en el plano continental en la Sudamericana 2023, el Gringo volvió al club de sus amores y buscará lo que siempre tuvo como prioridad desde que debutó como futbolista profesional: la gloria deportiva.
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