Desde el domingo por la tarde hasta hoy en Racing no hay más que silencio. La derrota con River provocó una herida que difícilmente pueda cicatrizar en el corto plazo. Todavía los hinchas se preguntan por qué Jonathan Galván fue el encargado de ejecutar el penal decisivo que pudo cambiar la historia y darle a la Academia el ansiado campeonato.
Los protagonistas no hablaron. Fernando Gago suspendió la conferencia de prensa y le dio 3 días de licencia al plantel para que masticaran la bronca. Pero en las últimas horas Enzo Copetti se expresó en su cuenta de Instagram con un mensaje que llamó la atención en Avellaneda. “Hice mil cosas bien y nadie dijo nada, hice una cosa mal y ya soy la peor persona del mundo”, fueron las palabras que utilizó el delantero que terminó la Liga Profesional como el tercer máximo goleador con 11 conquistas (Mateo Retegui con 19 y Cristaldo con 14 fueron los únicos que lo superaron).
Lo que ocurre es que el ex Atlético Rafaela fue uno de los apuntados por no tener el coraje de patear desde los doce pasos en el minuto 44 del segundo tiempo. Su frase que vaticinaba el título representó una mochila pesada que no pudo sostener. Y de antemano el atacante ya había asegurado que no estaba dispuesto a tomar la responsabilidad por sus dos últimos intentos fallidos en el clásico con Independiente y en las semifinales de la Copa de la Liga con Boca.
Como referente de la ofensiva, Copetti pudo ser uno de los que se hiciera cargo de tomar el fierro caliente que significaron los once metros frente a Franco Armani. Pero él fue uno de los que participó de la reunión improvisada para darle su apoyo al defensor que terminó dilapidando la oportunidad. Ni Gabriel Hauche, ni Gonzalo Piovi tuvieron la confianza de sus compañeros, a pesar de haber mostrado las intenciones de patear.
El resto de los líderes del plantel, como Eugenio Mena, Leonardo Sigali y Gabriel Arias se desentendieron de la escena. El trágico final es conocido por el mundo entero. Racing tuvo la gloria en sus manos y no lo supo aprovechar.
El equipo regresará recién el jueves a los entrenamientos con la misión de revertir la imagen que dejó en el Cilindro. Será una especie de revancha o consuelo que le permitirá el Trofeo de Campeones, aunque la incógnita se instalará sobre el estado anímico de los protagonista. El próximo objetivo de Racing será el choque que jugará frente a Tigre para definir al rival de Boca en la final.
En ese contexto, Gago comenzará a preparar el compromiso ante el conjunto de la localidad bonaerense de Victoria que dirige Diego Martínez programado para el 2 de noviembre en la cancha de Huracán. En caso de conseguir un triunfo frente al Matador, el elenco albiceleste buscará el título el próximo domingo 6 de noviembre ante el Xeneize, que accedió a esa instancia por haber ganado los dos torneos del año, la Liga Profesional y la Copa de la Liga. Si bien en la dirigencia aseguran que Pintita tiene todo el apoyo para continuar en el cargo, algún resultado adverso podría modificar el futuro del entrenador.
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