Cómo si fuese una paradoja del destino, esta noche Marcelo Gallardo se despidió de su gente ante el mismo rival con el que debutó en su aventura como entrenador de River Plate en el Monumental.
Ese 17 de agosto de 2014, los dirigidos por el Muñeco se impusieron por 2 a 0 con goles del colombiano Teófilo Gutiérrez y Leonardo Pisculichi, en el marco de la segunda fecha del Torneo Transición. Hoy perdió 2 a 1, pero lo más importante se vio en las tribunas, en las afueras del estadio y una vez finalizado el encuentro. El Antonio Vespucio Liberti se convirtió en un recinto en donde todo el pueblo millonario se unió para despedir a su gran ídolo y, por qué no, hacer un último intento para tratar de cambiar el rumbo y convencerlo de una aventura más con la banda roja cruzada en el pecho. Una noche con tristeza por el adiós de un gigante dentro del club, pero con ribetes de esperanzas por una rápida vuelta.
En la noche previa comenzaron a aparecer los primeros mensajes para Napoleón. Una de las vallas de contención para los accesos a la cancha contó con un grafiti que rezaba “Abrazame hasta que vuelva Gallardo”. En las inmediaciones, como la Avenida Lidoro J. Quinteros o Udaondo, se destacó la presencia de pasacalles. “Nos diste la felicidad eterna”, “Muchas gracias Muñeco”, “2014 para siempre”, “Los hijos de los hijos de nuestros hijos recordarán tu historia”, River te ama” o “Esta es tu casa te esperamos pronto”, fueron algunos de los mensajes que colocaron los hinchas.
Por supuesto que el merchandising también estuvo a la orden del día. Todas las banderas y remeras eran alusivas al oriundo de Merlo, que con sus 14 títulos como entrenador más sus 6 como jugador se convirtió en el más ganador en la rica historia de River Plate junto a Ángel Labruna.
Al coincidir la fecha con el Día de la Madre, mucha familia se acercó para ver una de las últimas funciones dirigidas por Gallardo. Otros, en cambio, viajaron kilómetros para decir presente, aunque eso significase no estar en la cena junto a mamá. “Vieja, hoy se nos va el Muñeco, no puedo faltar”, soltó un joven mientras hablaba por teléfono, en búsqueda de una respuesta cómplice del otro lado de la línea.
Los micros de las distintas peñas se acercaban por la Avenida Libertador y todos tenían algo alusivo a la ocasión, ya sea un póster en el parabrisas o una bandera colgada en las ventanillas. También algunos autos particulares, con una de las últimas frases que inmortalizó el DT: “Ha sido una historia hermosísima”.
“Vos nos diste la Copa, vos nos diste alegría. Lo que hiciste por River no se olvida en la vida”, fue uno de los cánticos que más entonaron los simpatizantes del club de Núñez antes de acceder a sus ubicaciones dentro del estadio. Por supuesto también hubo lugar para el nuevo hit, que se utilizó con fuerza para intentar torcer una decisión que parece ser irreversible.
La pelota todavía no estaba ni cerca de rodar que el Monumental explotó en dos ocasiones. La primera fue cuando en la pantalla gigante mostraron el ingreso del entrenador al vestuario. “Muñeco, Muñeco”, bajaron desde los cuatro costados del Antonio Vespucio Liberti. El otro fue durante el anuncio de la formación. En esta oportunidad, la voz del estadio le dedicó unas sentidas palabras al DT y el público respondió acorde a la situación con un “Gallardo es de River, de River no se va”.
Bajo un humo rojo y blanco, al igual que unos globos con los colores del club, el público nuevamente estalló bajo el cántico. “¡Che, Muñeco! Te queremos decir... sos eterno, como lo de Madrid. ¡No te vayas! Pensalo una vez más, te lo pide todo el Monumental”. Gallardo, con los ojos algo vidriosos, saludó a todos los alcanza pelotas y se sentó en el banco de suplentes.
El nuevo hit en honor al Muñeco Gallardo que sonó en el Monumental.
En la primera parte, el estratega millonario estuvo siempre fuera del banco, pegado a la línea de cal animando a sus jugadores, especialmente a Franco Armani tras su floja respuesta en el gol del Canalla. Luego pidió más presión arriba y ser más punzantes en los últimos metros.
En el entrenamiento, tras la ovación al DT cuando se metió al túnel, se vivió uno de los momentos más emotivos de la noche. Fue cuando salió a la luz una de las primeras sorpresas. En la pantalla se vio un video de la primera conferencia de prensa de Gallardo mientras aparecían flashes de las grandes proezas con Napoleón en el banco. “El primer paso es creer. Gracias, Marcelo”, cerró.
Aunque el complemento comenzó con otro golpe directo al mentón, la fiesta nunca se empañó y se vitoreó por el equipo y por el Muñeco, quien por momentos tuvo que contenerse para no dejar salir sus emociones.
Sobre el epílogo Matías Suárez ganó de cabeza para romper la resistencia de Gaspar Servio. El cordobés rápidamente fue hacia el banco de suplentes para dedicarle el tanto al entrenador, quien tuvo mucho que ver en su llegada a Núñez y lo respaldó durante su racha de lesiones.
El “Muñeco, Muñeco” se volvió a entonar en el Monumental una vez finalizado el encuentro, como un preludio para lo que se venía. Pese a la derrota, Marcelo Gallardo, tras felicitar a los jugadores de Rosario Central y abrazarse con sus dirigidos (Juanfer Quintero se quebró, al igual que Enzo Francescoli, que no pudo contener la emoción en el abrazo), se acercó al círculo central para despedirse de su gente.
Mientras Enzo Pérez le regaló una remera especial, con la ‘10′ en la espalda, los 14 trofeos que ganó fueron colocados en la mitad de la cancha para rendirle tributo. Se acomodó el pelo y se quitó la corbata, buscando aire para poder entonar algunas palabras.
Un nuevo video hizo moquear hasta a los más rudos en el Monumental. Se repasaron una por una todas las conquistas, con Napoleón como eje central. De la pasión en el interior del país a la locura en Japón. De la noche del gas pimienta a la primera Copa Libertadores, desde el primer título hasta la final eterna ante Boca en Madrid.
Quintero fue el primer orador de la noche, al leer una sentida carta de agradecimiento de los hinchas. “Gracias por el 9 de diciembre, por esa emoción que vivirá para siempre”, una de las frases que más resonaron y desataron la euforia de los presentes. De fondo, todos los carteles publicitarios se modificaron bajo el lema “Muñeco Eterno”.
Las luces nuevamente se bajaron y la gente no dudó en suplicar una vez más “Gallardo es de River, de River no se va” antes de iniciar el discurso. Marcelo tocó las fibras íntimas al rememorar a su madre y agradecer tanto a la gente como a los jugadores, dirigentes, Enzo Francescoli e integrantes de su cuerpo técnico.
“Los voy a extrañar mucho. El vínculo no es de un año de contrato, u ocho, como ha pasado. Mi vínculo con River es para toda la vida. Gracias de verdad, de todo corazón, los quiero y ya nos volveremos a ver en algún momento de esta vida”, concluyó tras fundirse en un abrazo junto a sus hijos.
Con sus palabras se cerró uno de los capítulos más grandes y gloriosos de River Plate, pero en el aire del Monumental sobrevoló la ilusión de un pronto regreso…
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