Personas colgadas de los marcadores pateando carteles. Jóvenes golpeando a agentes de la Policía. Gritos. Empujones. Algo pocas veces visto en la historia del turf argentino ocurrió este fin de semana en el hipódromo de San Isidro durante la definición del Gran Premio Jockey Club.
El caos se desató producto de un fallo de los jueces de la competencia. Después de los 2.000 metros, El Musical fue el primero en cruzar la meta, pero los encargados de impartir justicia lo castigaron y provocaron que Natán, que había salido segundo, se quedara con el triunfo. En las imágenes se ve el momento en el que El Musical, cuyo jockey (Juan Cruz Villagra) estaba vestido de amarillo, se inclina hacia la derecha impidiendo a Natán, cuyo jockey (Adrián Giannetti) lució vestimenta azul, mantener su carrera firme y llegaron incluso a golpearse.
Si bien en las redes sociales se han armado debates entre seguidores del turf sobre si esto es una “molestia” (como se determina en el reglamento) o no, lo cierto es que así lo entendieron los jueces que penalizaron a El Musical con un distanciamiento que le impidió ganar la carrera, pese a haber cruzado la meta en primer lugar.
Las reglas del turf son claras e indican que son causas de distanciamiento:
1. Cuando un caballo moleste a otro dificultando su libre acción ocasionando molestias de gravedad.
2. Cuando un caballo corte la línea seguida por un adversario, sin tener por lo menos un cuerpo de luz de ventaja, provocando molestias de gravedad.
Pero lo más increíble de la jornada no fue este desenlace, sino lo que ocurrió después. Es que al enterarse de esto, allegados de El Musical fueron en búsqueda de los jueces e intentaron agredirlos. Por eso efectivos de la Policía y agentes de seguridad intervinieron para internar calmar la situación, pero en lugar de eso fueron atacados con golpes de puño y todo fue grabado por algunos de los presentes.
“Esto no se vio nunca”, comentó a Infobae un testigo del hecho que aportó imágenes sobre la violencia que se vivió en el lugar. Incluso, un hombre enfadado por la resolución de los jueces trepó una de las estructuras en donde se suelen colocar carteles con información de la carrera y pateó varios de ellos. Aún el hipódromo de San Isidrio no emitió un comunicado para al menos dar a conocer la identidad de estos violentos ni para comunicar el costo del daño material ocasionado.
Cabe señalar que para la edición de este año se repartieron 20 millones de pesos en premios, 10 de los cuales fueron para el ganador, mientras que el segundo embolsó 3,5 millones. Esto, evidentemente, es lo que enfureció a los allegados de quienes terminaron en la segunda colocación.
Las imágenes de la violencia en San Isidro
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