* La emoción de Jorge Brito en plena nota al hablar de la salida de Gallardo
Fue una etapa laboral, pero principalmente de relaciones humanas. Fue uno el momento más exitoso del club, pero que generó unas raíces fuertes en los vínculos entre las personas. Eso quedó claro en la voz de Jorge Brito cuando se refirió a la última charla que tuvo con Marcelo Gallardo tras enterarse de su salida de River Plate luego de ocho años y medio de gestión.
El presidente del Millonario brindó la primera entrevista luego de la resonante noticia y se permitió exponer sus emociones más profundas cuando repasó el tiempo que compartieron con el Muñeco. “Hoy estamos más grande, con los hijos. Ayer hablábamos con Marcelo de eso, le mencionaba esto. Él me decía yo tengo un hijo más; yo tenía una, ahora tengo tres. Estamos todos más canosos, con menos pelo. Dentro de la tristeza recordábamos ayer a la mañana también con mucha alegría todos los lindos recuerdos que vivimos. Eduardo Barrionuevo (dirigente ligado al fútbol) llorando entre nosotros... Muchas cosas lindas vivimos, muchas cosas lindas...”, resumió con la voz entrecortada antes de frenar sus dichos.
Si bien la entrevista con el programa F90 que se emite por ESPN se dirigió a otra pregunta tras esta escena de emoción, el propio directivo retomó lo sucedido y explicó: “Me permití recién emocionarme porque también hay una persona y hay vínculos personales en todo esto, que tal vez eso es lo que uno más va a extrañar, pero también decirles que desde lo profesional estamos muy entusiasmados con el desafío que se nos viene”.
Previamente había relatado que Gallardo le contó en el vestuario post partido contra Platense su decisión de irse del club y luego se sumaron a esa reunión Matías Patanian y Enzo Francescoli. Todos tomaron el compromiso de no decírselo a nadie: “Cuando salimos tomamos el compromiso de no decirle nada a nadie. Ni a mi mujer, ni a mi mejor amigo”.
Llegó a su casa de madrugada y comenzó a procesar lo que se había enterado horas antes: “Todo lo que se te cruza por la cabeza en la noche, al día siguiente. Muchos recuerdos... Se me venían recuerdos de cuando conocí a Marcelo en la despedida de Ariel Ortega, cuando Marcelo unos meses antes de ser técnico de River me vino a visitar a mi casa, una charla en la que no esperábamos que fuera técnico de River. Mi hija, que hoy tiene 9 años, tenía tan solo dos meses. Tuve la primera charla distendida con Marcelo”.
“Cuando Marcelo llegó a River, que nosotros le explicábamos que River tenía serias dificultades económicas no solo para afrontar mercado de pases... No podíamos hacer las inversiones necesarias en Ezeiza, creo que a partir de ahí se fue transitando un camino en el que la dirigencia fue en paralelo tratando de estar a la altura y acompañando todos los grandes logros que el fútbol fue teniendo, que no me alcanzaría el tiempo para mencionarlo. Ir tratando de toda esa cosecha capitalizarla en la institución. Se hicieron grandísimas obras en Ezeiza, grandísimas obras en River en la parte social, educativa, como hemos iniciado ahora, y también en el estadio. En todo eso también tuvo que ver Marcelo. En todas las obras que le íbamos contando, Marcelo se involucraba, venía con entusiasmo, daba su opinión al respecto. Se le iluminaban los ojos como a cualquiera de nosotros cuando tenemos la posibilidad de hacer una obra en nuestra propia casa”, relató antes de darle paso a la emoción.
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