Con un pronunciamiento durísimo donde descalifica todo lo actuado por la jueza Brenda Madrid, el fiscal de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, apeló el sobreseimiento que la magistrada había hecho sobre la figura de Pablo Moyano en la causa en la que se lo investiga como jefe de una asociación ilícita compartida con la barra brava de Independiente. Y remarca un dato que ya la Cámara le había observado a la jueza tiempo atrás: que si mandó a juicio a otros personajes de la Comisión Directiva con estas mismas pruebas, es imposible que no las tome en cuenta al analizar la situación del líder del sindicato de Camioneros.
El escenario parece complicado para la magistrada y para Moyano, ya que la apelación vuelve a fundamentar cada punto que considera contradictorio del sobreseimiento y al no haberse valorado nueva prueba, resultaría extraño que la Cámara llegue ahora a un veredicto diferente al de volver a revocar el sobreseimiento y, si eso sucede, a la jueza Madrid no le quedará más instancia que elevar al jefe sindical a juicio oral y público, donde ya esperan otros directivos como el ex secretario general del club y mano derecha de los Moyano, Héctor Yoyo Maldonado, y el ex vicepresidente Noray Nakis, además de varios barrabravas encabezados por el inefable Pablo Bebote Álvarez.
En realidad sí la jueza había introducido un elemento novedoso para intentar desvincular de todo acto ilícito al hijo de Hugo Moyano. En un diálogo entre Bebote y Roberto Petrov, alias el Polaco, histórico custodio de los Moyano, habitual concurrente al palco de la familia sindical en el estadio Libertadores de América y puesto a controlar a Bebote en el paravalanchas de la Doble Visera, el capo de la barra le pide que le den respuesta a un pedido de dinero que faltaba para viajar a un partido en el exterior. Y Petrov le contesta que “mañana lo ve al Salvaje (NdR: apodo presuntamente de Moyano en el mundo barra) en la fiesta porque viene su cumpleaños y arregla todo”. Ese mensaje es del 19 de julio y Moyano nació un 22, es decir que para la jueza esas 48 horas de diferencia hacían caer todo porque según su interpretación, si el Salvaje cumplía años un 20 de julio mal podía ser el líder de Camioneros, nacido dos días después.
Pero Scalera da por tierra con ese argumento con una escucha telefónica incorporada a la causa. “En punto a lo dicho es dable destacar lo que se desprende del mensaje de SMS del 20 de julio de 2016 a las 08:12:28 am, identificado en el citado informe con el número 12, enviado por Roberto Petrov (a) Polaco al abonado telefónico agendado en su equipo de telefonía móvil como “Pablo Moyano” y que reza “Feliz día Salvaje te mando un abrazo”. Si fuera el juego de la batalla naval, se podría poner la cruz en el sobreseimiento del lado de la palabra hundido. Cabe recordar que los 20 de julio se festeja el día del amigo.
Otro punto importante es que para sobreseer a Moyano, la jueza da por probada la existencia de una asociación ilícita, aunque corta la línea en el secretario general Maldonado y el vicepresidente Nakis. Pero Scalera apela a otra escucha telefónica, en la que queda claro que Maldonado por sí no podía decidir nada. De hecho, es apodado entre la barra de Independiente como el cuatro, no por su escalafón en la Comisión Directiva, sino como un apócope de cuatro de copas. Así lo consideraban porque si bien está probado por la propia jueza que era el nexo, no podía decidir nada sin consultar con el Salvaje, según obra en la acusación. Así, en otra escucha, Petrov le dice a Bebore Álvarez: “Ya le mandé mensajes a los dos. Al Cuatro por lo tuyo y al otro por lo del viaje”. Lo tuyo, según Bebote, era el dinero en efectivo que recibía. Lo del viaje era el dinero para los traslados y estadías de la barra en el exterior cuando Independiente jugaba por Copa Sudamericana, con cifras cercanas a los 200.000 dólares.
También el fiscal apunta que es insólito que la jueza sostenga que la responsabilidad de entregar los 1200 carnets todos pagos por el club a la barra y los tickets para la reventa de entradas quedaran en manos de un empleado de la institución de nombre Luis, sin que Moyano avalara toda la maniobra, máxime cuando la empresa contratada para esa función, Integradores S.A., era una empresa que usaba el Sindicato de Camioneros desde tiempos inmemoriales.
Y acerca de la argumentación de la jueza de que si había una persona que compartía la jefatura de la asociación ilícita con Bebote, éste podría ser el empresario futbolístico Cristian Bragarnik, ya que el líder de la barra admitió haber cobrado dinero del representante en varias oportunidades, y que el fiscal no lo investigó, Scalera contraataca diciendo que cuando allanó sus oficinas no encontró nada pero recordándole que el juez original de la causa, Luis Carzoglio, tardó cuatro meses en darle esa posibilidad y encima filtró a la prensa ese requerimiento un tiempo antes, dejando entrever que si había pruebas comprometedoras en lo de Bragarnik, tuvo tiempo suficiente para ocultarlas sin que ello sea su responsabilidad.
Además la jueza había puesto de manifiesto que, según su concepción, el fiscal había direccionado la causa contra Pablo Moyano por designios del poder político de entonces. El fiscal no sólo niega el presunto lawfare,sino que devuelve el golpe tildando al sobreseimiento a Moyano de un mamaracho jurídico: “Las anomalías procesales la han llevado al absurdo sobre el que basa el temperamento adoptado”, afirma. Y le pide a la Cámara que revoque todo y mande a Moyano a juicio oral y público. “Nadie puede creer que todo pasaba por debajo de sus narices sin su consentimiento. Hay prueba concreta de la acusación que se le endilga”, se lee en la apelación. Ahora será otra vez la Cámara la que determinará la suerte del Salvaje, un apodo legendario para un caso que puede hacer historia en la Justicia argentina.
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