A pesar de no estar en la cima de la Liga Profesional, Boca es uno de los principales candidatos al título. Dos puntos lo diferencian del líder Atlético Tucumán y a falta de 7 fechas para la finalización del torneo doméstico el conjunto de Hugo Benjamín Ibarra se ilusiona con dar otra vuelta olímpica. En este contexto, Marcos Rojo, referente y capitán del Xeneize se atrevió a realizar una llamativa promesa si el conjunto de la ribera logra el objetivo.
“Si Boca sale campeón, me tiño todo el pelo de blanco o amarillo. No me importa nada”, sorprendió el ex central de Estudiantes y la Selección en diálogo con la periodista Lucila Rossi. En la extensa entrevista, el hombre que supo evitar lo que hubiera sido una humillante eliminación en primera ronda en el Mundial de Rusia 2018 con su agónico gol ante Nigeria dio detalles por su amor hacia la entidad azul y oro. “La primera vez que Román (Riquelme) me mandó mensaje para decirme que quería que yo fuera a Boca, no lo podía creer. Yo estaba muy emocionado”, confesó. Y de inmediato argumentó: “Boca es el equipo más grande de Argentina y también de Sudamérica. Es lo más grande que hay en el continente”.
Con relación al sentimiento boquense, Marcos Rojo dio detalles del fanatismo que siente desde chico por el club porteño: “Siempre fui hincha de Boca. Mi papá es enfermo de Boca. Mi papá me cuenta que yo tenía una camiseta de Boca que no me la sacaba nunca, que la tenía todo el día puesta. Tengo muchos recuerdos con mi papá viendo los partidos de Copas Libertadores de Boca en los 90. Después, de los 10 años a los 20 estuve en Estudiantes, iba a verlo porque entrábamos gratis, y un poco la pasión se pierde”. En este sentido, también explicó las sensaciones que vivió la primera vez que pisó el Alberto J Armando. “Fue en la Reserva de Estudiantes. Pero la primera vez que vi a Boca fue en un partido contra Estudiantes. Mi tía me llevó a la tribuna de Boca”.
En la actualidad, afianzado como referente del conjunto que busca una nueva estrella, acaba de vivir otro sueño en el Superclásico que concluyó con victoria por 1 a 0. “El partido contra River fue muy especial, en los días previos lo trabajamos también desde la actitud y las ganas. Fuimos para adelante, estábamos convencidos de que íbamos a ganarlo. Y si bien el clásico no fue vistoso los anulamos muy bien. Sabíamos que River defensivamente no estaba bien, vienen bastante flojos este año en lo defensivo. Y sabíamos que si llegábamos, íbamos a convertir”, remarcó.
Sin dudas, la preparación del histórico duelo ante el rival de toda la vida tuvo una planificación especial. “En los últimos días previo al clásico contra River, hablé con Ibarra de Enzo Pérez. El técnico nos da lugar a contar cosas de ex compañeros, como es el caso de Enzo Pérez. Les decimos qué movimientos tienen esos ex compañeros, que ahora son rivales. Ibarra y los ayudantes nos dan el lugar para hablar”, detalló. Y en su relato dio detalles jamás contados: “Yo le dije a Ibarra que había que cortar el camino del medio, que es lo que hicimos con Payero. Si dejábamos que Enzo Pérez manejara el mediocampo, podíamos tener problemas”.
Fanático de Maradona, a quien lo lleva tatuado, el Pibe de Oro une su amor por el Xeneize y la Argentina. “Tuve la suerte de conocerlo en un partido de Estudiantes en un viaje de Copa Libertadores. Él estaba en el avión ese día. Vino a saludarnos a todos, yo tenía 18 años y no lo podía creer. Crecí viendo sus partidos. No me salían las palabras cuando lo vi”, recordó.
Rojo fue uno de los pilares de la defensa de la Selección durante la era de Alejandro Sabella. Todavía siente la frustración de la final perdida en la Copa del Mundo que organizó Brasil en 2014. “Después del partido con Alemania, no hablamos mucho de ese partido. Era al pedo. Todos queríamos esa Copa, estuvimos muy cerca y quedamos muy tristes. Pero con el tiempo, empecé a valorar hasta dónde había llegado con la Selección. La pasamos muy mal pero después con el tiempo aprendí a disfrutar de hasta dónde habíamos llegado. Si hubiera existido el VAR, habrían cobrado penal para nosotros por el rodillazo de Neuer a Higuaín, y la historia habría sido distinta. En la cancha yo estaba convencido de que iban a cobrar penal, lo vi clarísimo desde atrás””, reflexionó.
Por lo tanto, cuando La Scaloneta logró la consagración en la Copa América en el mítico Maracaná, el defensor sintió la victoria como propia. “Felicité a Messi y a todos los chicos. Todavía tenemos un grupo de WhatsApp, nos llevamos muy bien. Los que no la jugamos pero estuvimos tantos años en la Selección, también nos sentimos un poco parte de esa consagración”, concluyó.
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