* El caos que provocó la reacción de Arias
La victoria de Racing por 1 a 0 ante Platense en Vicente López culminó en escándalo. Los chispazos se habían advertido en varios tramos del encuentro, pero tras el silbatazo final del árbitro Facundo Tello, el arquero Gabriel Arias se dio vuelta y comenzó a realizar gestos obscenos de cara a la tribuna. Su actitud provocó el caos: empujones cruzados, intentos de agresión y dos expulsados. Quienes serán sancionados son el propio guardameta y Carlo Lattanzio.
El portero se vio obligado a concurrir en la noche del domingo a la comisaría de Vicente López para declarar por una falta contravencional. Y tendrá que aguardar cuántas fechas de suspensión recibirá por parte del Tribunal de Disciplina. Todavía en el estadio y ya con menos adrenalina corriendo por su cuerpo, Arias, de 35 años, ofreció disculpas.
“Me hago cargo de la equivocación. Es muy difícil creer en esta sociedad que se tomen el trabajo de buscar los nombres de los familiares de un jugador y te insulten casi 100 minutos. Se pasan los límites, no me lo banqué, exploté contra esas cuatro personas. No es nada contra la gente de Platense, les pido disculpas. Es para esas personas que insultaron constantemente a mi familia”, alegó.
En efecto, los hinchas incluso le habrían gritado la dirección de su domicilio, por lo que terminó explotando. Si bien lo entendió, el entrenador Fernando Gago también enfatizó en su error. “Tuvo una actitud equivocada”, dijo en conferencia de prensa, luego de haber conversado con su dirigido sobre el tema.
En busca de darle un cierre a la polémica, Arias realizó un reflexivo descargo en sus redes sociales. “Lo dije cuando terminó el partido y lo vuelvo a repetir: me equivoqué. No tendría que haber reaccionado como reaccioné porque nunca la violencia es la solución para la violencia. Les pido perdón a Platense, a mis compañeros, a mis rivales y a todo Racing. Ser una persona pública implica la obligación de mantener una línea de conducta que no logré sostener esta vez. Cualquiera puede fallar y hoy me tocó a mí”, prologó.
Pero, más allá de la autocrítica, volvió a pedir por un trato menos agresivo hacia los protagonistas. “Tenemos que entender que esto no tiene nada que ver ni con el folclore ni con la pasión. somos personas que merecemos ser respetadas en cualquier cancha donde nos toque ejercer nuestra profesión”, concluyó el ex Defensa y Justicia.
SEGUIR LEYENDO: