Raúl Quiroga fue utilero de River Plate durante 31 años y conoció muchos jugadores, cuerpos técnicos y dirigentes. Tiene un trato muy cercano con Marcelo Gallardo y hasta viajaron juntos en colectivo para ir a los entrenamientos de River Plate. Cuando el Muñeco regresó a la entidad como director técnico en 2014 tuvo un gesto que lo marcó y fue cuando lo reincorporó a sus tareas ya que había sido separado por la anterior dirigencia.
“Pichi”, como se lo conoce, finalizó su ciclo de 31 años como utilero en el club millonario cuando en diciembre del 2021 decidió poner punto final a su trabajo y jubilarse. Desde 1990 hasta 2021, fue testigo de todo tipo de situaciones en el vestuario del Millonario y se fue campeón tras la consagración en el Trofeo de Campeones.
“Hoy llevo una vida de jubilado. De tal manera, que tengo un piso en mi casa, donde guardo medallas, camisetas y recuerdos y hay días que no quiero y no me dan ganas subir, porque me quiebro y me agarra una nostalgia tremenda. Va a ser bravo el domingo, porque será el primer clásico que no esté en la Bombonera. A mí en Boca siempre me respetaron de gran manera. Era amigo de los utileros de Boca. Nunca me hicieron ningún drama. Me van a pasar muchas cosas por la cabeza. Me va a dar nostalgia no estar ahí, porque es más lindo ganar un clásico en la Bombonera que en el Monumental, por el entorno”, recordó en diálogo con Super Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad (FM 97.9).
Y describió por qué tuvo una relación especial con Gallardo: “Comencé a trabajar en River y viajaba con Gallardo en el 28 (colectivo) cuando cuando comencé como seguridad. Marcelo era pibito y después lo conocí cuando subió a Primera. La relación es muy linda porque nos hemos criado juntos y después vivimos momentos inolvidables”.
Sobre cómo puede ser el día después sin Napoleón como entrenador de River Plate, sostuvo: “No me puedo imaginar lo que será el vestuario de River sin Gallardo. Será complicado. Lo que hizo este hombre, no creo que lo haga otro entrenador. No sé como va a dirigir el técnico que venga con la vara tan alta”.
“Ojalá que el que lo reemplace (a Gallardo) sea del riñón de River, para que no se le haga tan difícil, porque será bravo. Hace 8 años que el tipo viene ganando todo. Cuando se vaya Gallardo de River es como que se vaya un padre de una casa. Es lo mismo que nos separemos y mi señora se vaya de mi casa, se arma un quilombo tremendo en casa, porque es todo. Uno se acostumbra al tipo, je”, comparó.
A su vez, reveló cuál fue el mejor regalo que le hizo Gallardo: “El mejor regalo que me hizo Gallardo fue haberme reincorporado a la utilería, porque Passarella me había mandado a cortar el césped. Gallardo me fue a buscar, cuando se enteró que no estaba más, ese fue el mejor regalo que recibí de él. En la época que River estuvo en la “B” yo estuve trabajando en Ezeiza cortando el pasto y tapaba pozos en la cancha. Cuando Gallardo volvió, me agarró un día me dijo: ´Yo te veía y no podía creer que estabas tapando pozos y cortando el césped, todo sucio. Vos tenés que estar con nosotros´”.
“Gallardo siempre me quiso al lado suyo. De tal manera, que su madre, siempre me decía ´cuídamelo al nene´ cuando era él era jugador e íbamos de pretemporada. Al tiempo volví a trabajar a la utilería, porque Marcelo (Gallardo) hablo con D´Onofrio y regresé. Mas allá que D´Onofrio me dijo que había otro utilero, que había puesto Passarella y tenía contrato y no lo podían sacar. El presidente siempre me decía que iba caminando por la cancha y le pedían que vuelva a trabajar”, explicó. Guarda un gran respeto por el ex presidente de la institución y cuando dejó su cargo Quiroga también decidió irse.
Por otro lado, contó algunas intimidades luego de la final de la Copa Libertadores 2018 que River Plate le ganó a Boca Juniors: “Nosotros teníamos un chico colombiano que nos venía a ayudar. Había un chico que quería sacarse una foto con Gallardo y empezó a gritar ‘me quiero sacar una foto con el Muñeco’”.
“Cuando volvieron al vestuario nos abrazamos y lloramos juntos, más por lo que habíamos pasado que no jugamos en River. Nos sacaron de nuestro hábitat y que te lleven a otro lado. Gallardo estaba enloquecido, gritando como loco. `Les ganamos, les ganamos’. Nos abrazamos y salimos corriendo. Era una alegría enorme. Fue tremendo lo que pasó”, culminó.
SEGUIR LEYENDO: