Matías Espíndola es Riquelme. No es una comparación apresurada: se trata del sobrino de Juan Román, hijo de una hermana del eterno N° 10, y desde hace tiempo su talento hace ruido en la Reserva de Tigre. Esta vez, su actuación fue aún más estridente: el enganche hizo los dos goles de la victoria del Matador por 2-0 sobre River Plate en el predio de Ezeiza, donde el Millonario hace de local. El volante sacó a relucir su pegada de media distancia y rápidamente tuvo repercusión en las redes sociales.
El cuadro de Victoria logró abrir el marcador a los 41 minutos de la segunda mitad con un preciso disparo de Espíndola desde el borde del área que rompió la resistencia de Franco Petroli. Los de Núñez, dirigidos por Jonathan La Rosa, ex cuñado de Marcelo Gallardo, cayeron en la desesperación en busca de la igualdad que le otorgara un punto para no quedar lejos del puntero, Boca Juniors.
Sin embargo, los espacios sobraron y fue nuevamente Matías que aprovechó la posiciónt adelanada del arquero local cuando le restaban pocos segundos al duelo: remató desde detrás de mitad de cancha y estiró la ventaja al 2-0 final. Todos sus compañeros corrieron a festejar el cierre de una jornada memorable para el 20 de la Reserva de Tigre, que ya comenzó a ser comparado con su tío Juan Román Riquelme y su exquisita pegada con la que hizo historia a lo largo de su carrera profesional.
“Mis características son el buen pie, me gusta jugar siempre y trato de meter pelotas filtradas a mis compañeros que es lo más me gusta”, se describió frente a las cámaras de la Liga Profesional de Fútbol. Además, sigue trabajando de buena manera para lograr su primer gran objetivo personal: “Mi sueño es jugar en la Primera de Tigre, algo que vengo peleando desde muy chiquito y seguir siendo feliz en lo que más me gusta”.
Por otro lado, reveló cómo es su relación con el ídolo de Boca y actual vicepresidente del Xeneize. “A mi tío Juan Román me parezco en la forma de correr capaz y en los movimientos que tengo. Porque lo vi siempre. Cuando me comparan con él me da vergüenza y a la vez felicidad por adentro, pero no me sale expresarlo porque es muy grande para mí. Me suele dar consejos, pero presto más atención cuando hay una charla de fútbol en familia o con sus amigos”, reveló con una sonrisa en el rostro.
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