Es cierto que el Mundial arranca oficialmente una vez que la pelota comienza a rodar en la sede habitual. Pero el camino hasta el pitazo inicial tiene ciertas postas que se convirtieron en una tradición para los fanáticos cada cuatro años. Uno de esos rituales es el álbum de figuritas que se pone a la venta algunos meses antes de cada Copa del Mundo y que desde este miércoles tiene oficialmente su versión de Qatar 2022.
Cualquiera que alguna vez se haya lanzado a la aventura de completar un álbum no puede escapar al mito que atraviesa a todas las generaciones: la figurita difícil. La leyenda urbana siempre apuntó a que había un cromo que era casi imposible de conseguir –si lo sabré yo que todavía tengo incompleto el de Francia 98 por culpa del mediocampista marroquí Saïd Chiba–, aunque desde la empresa desmintieron rotundamente esta teoría que se extiende en cada aparición de un álbum.
“La figurita difícil es un mito. Se imprime la misma cantidad de todas las figuritas que integran un álbum. Todas las figuritas están en circulación desde el primer día, con el lanzamiento del álbum, se lanzan todas las figuritas que lo completan”, le dijo a Infobae Nicolás Sallustro, gerente del área de marketing de la filial Argentina de Panini, la empresa italiana que en el Mundial de México 70 inició su desembarco más fuerte en el mundo de los coleccionables hasta la actualidad.
Este mito, casi estructural en la psiquis de cualquier persona que haya coleccionado alguna vez, volverá a recorrer patios de escuelas, clubes de barrio, mensajes de Whatsapp y hasta oficinas de empresas porque lo que alguna vez parecía ser una diversión solo para los más chicos ahora también es una moda en los fanáticos de todas las edades que quieren continuar con la tradición de tener el álbum mundialista.
El furor llegó a punto tal que se creó una situación inesperada: muchos de los puntos de venta empezaron a vender el stock antes de lo permitido por la empresa, que pautó el lanzamiento oficial para este miércoles 24 de agosto. Sin embargo, desde varios días antes se pudo ver en redes sociales cómo los compradores mostraban los cromos que les tocaban. “Hay mucho interés y la demanda es alta en todo el país así que estamos produciendo más para que todos tengan sus álbumes completos”, expresó Sallustro. Sin embargo, aclara que no están agotadas: “Se pueden encontrar y se van a seguir encontrando”.
A un precio sugerido de $750 el álbum ($3000 el de tapa dura) y $150 cada paquete de figuritas, también está la posibilidad de llenar el álbum virtual por intermedio de la aplicación que entregará dos sobres gratis con cinco figuritas cada uno a diario. ¿Y las repetidas? Se podrán cambiar en ese mismo sistema de manera virtual.
Uno de los grandes debates que siempre estuvo instalado entre los coleccionistas del formato físico es si existe la vía para pedirle a la empresa las figuritas que faltan cuando quedan unos pocos espacios sin completar en el álbum: “Sí, es correcto, se pueden pedir online en la sección ‘servicio álbum lleno’”, confirmaron.
Habrá que tener la fortuna de nuestro lado para poder llenar los 638 espacios libres que tienen como protagonistas a 18 jugadores más el escudo de los países en cada hoja dedicada a los clasificados para el torneo. Pero más allá de las selecciones también están la pelota oficial, el logo del organizador, la Copa del Mundo, la mascota, los estadios donde se desarrollará el torneo y algunos equipos campeones del certamen. Si no tocaran repetidas –algo absolutamente irreal–, se necesitarían de base unos 128 paquetes (traen cinco figuritas cada uno) para poder llenarlo, lo que significaría un presupuesto inicial de unos $20.000.
El detalle es que existen dos versiones distintas del álbum a nivel mundial “aunque muy similares”. La diferencia es que en las filiales de México, Brasil y Chile –por ejemplo– hay 670 figuritas a conseguir en vez de las 638 del mercado argentino.
Los planteles coleccionables tendrán 18 futbolistas, es decir que al menos ocho de los citados a la Copa del Mundo se quedarán afuera más allá de que también siempre está abierta la ventana para la figurita de los que finalmente no son convocados. ”Tenemos un equipo editorial experto en fútbol que elige los jugadores en base a las performances actuales de los jugadores en los clubes, historia y momento actual en la selección, probabilidad de ser convocado, etcétera… Muchas veces resultan decisiones muy difíciles ya que algunas selecciones tienen grupos muy consolidados”, explica Sallustro.
“Desde el punto de vista editorial, tenemos un equipo de 10 personas que trabajan en la conformación de la colección. Luego tenemos un equipo de diseño que se encarga de los primeros bocetos y una vez aprobados por FIFA se procede al diseño del álbum que finalmente vemos en la calle. El proceso de desarrollo editorial empieza alrededor de 8 meses antes del lanzamiento. Empezamos definiendo la estructura de la colección siguiendo los lineamentos de FIFA, después tenemos un proceso de interacción directa con todas las selecciones para obtener las fotos de los jugadores”, agrega.
Existen dos cambios vinculados a lo estético que muchos de los coleccionistas no dejaron pasar: las fotos de los estadios están completas nuevamente y la numeración de las etiquetas se modificó. “Tiene que ver con una decisión de diseño, para que las figuritas queden mejor enmarcadas por ser una imagen única”, aclaran en relación a la unificación de las ocho canchas. Y, en relación a los números de cada cromo, advierten que buscaron “facilitar el proceso para recordar las figuritas faltantes”.
Si bien la euforia esta vez se desató algunos días antes del lanzamiento oficial, el objetivo es el de romper el récord que marcó la versión del Mundial 2018 y para eso también sumaron un detalle con la finalidad de tentar a los coleccionistas: “Tenemos un cambio grande en el diseño y sumamos las rare stickers, las cuales son figuritas que vienen de manera aleatoria en los sobres y no son para pegar en el álbum sino como un elemento de colección”.
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