Fue una noche especial por ser el regreso de un hijo pródigo que fue recibido en su casa como era merecido: después de que Juan Román Riquelme declarara en vísperas al partido del cariño que le tiene, el Consejo de Fútbol junto al Departamento de Relaciones Públicas del club le rindieron homenaje a Carlos Tevez antes del partido entre Boca y Rosario Central. El afecto mostrado por la directiva esta vez estuvo a la altura del calor que le demostraron los hinchas en las tribunas.
Corearon su nombre y apellido en todas las formas. Desde “Carlitos, Carlitos”, hasta “Olé, olé, olé, olé, Tevez, Tevez”. El mayor acuerdo entre las gradas fue cuando entonaron “Que de la mano, de Carlos Tevez, todos la vuelta vamos a dar”; y no es para menos, por los 11 títulos que alcanzó con la camiseta azul y oro. Como era de esperar, ya que había tenido rispideces con algunos miembros del Consejo, Chicho Serna fue quien bajó al campo de juego para obsequiarle un cuadro con una camiseta número 10, más una plaqueta. Y en el círculo central hubo pancarta de bienvenida.
Claro que cuando Pablo Echavarría cobró penal para Central al minuto 10, el Apache apretó el puño porque su equipo tenía una chance inmejorable para adelantarse en el tanteador. Sabiéndose un factor psicológico negativo para cualquier ejecutante, desde los cuatro costados se enrojecieron las gargantas con el tema de turno “dale, dale Bo, que tenemos que ganar; dale, dale Bo, que la vuelta vamo’ a dar” y empujaron a desviarle el remate desde los 12 pasos a Gaspar Servio, quien hasta aquí había convertido los tres penales que había ejecutado para Central en el campeonato.
Mientras Tevez había fijado su mirada al césped para no ver el tiro de Servio, la Bombonera volvió a “atajar” otro penal como aquel recordado de Agustín Orión ante Agustín Díaz (Atlético Rafaela) en 2016.
Desde los cuatro costados se hizo sentir el reconocimiento para un Agustín Rossi que volvió a mostrarse imbatible frente a rivales desde los 12 pasos y ya había sido uno de los más ovacionados cuando recitaron las formaciones de los equipos (esta vez el más destacado fue Alan Varela). Desde que se supo que las negociaciones por su renovación no llegaron a buen puerto, los fanáticos lo habían reconocido con sentidos aplausos. Sin embargo, esta vez volvieron a cantar “Rossi es de Boca, de Boca no se va”. Fue un claro mensaje para Riquelme y el Consejo de Fútbol, que igualmente dio por terminadas las charlas.
Román comentó al respecto hace un par de días: “Uno está feliz de cómo le está yendo a Agustín. Para nosotros no hay ningún problema, son cosas del fútbol. Le hicimos la primera propuesta en marzo y le ofrecimos renovar hasta el 2026, pero su representante nos dio su respuesta a las 48 horas. Cuando la vimos, nos sorprendimos, porque pensamos que se había equivocado. Lo tomamos con calma, hicimos los números para ofrecerle algo muy importante, en el que la gente del representante lo ha hecho público, pero nos volvieron a rechazar la oferta. Para nosotros no hay problema, lo vamos a disfrutar hasta el último día”.
“Más allá de lo que se haya dicho y hablado, mi idea siempre fue quedarme en el club. Después, bueno, son cosas que no son decisiones mías. Yo estoy para entrenar y sumar desde donde me toque. Esperemos que todo siga bien, agradecerle también a la gente porque el apoyo de hoy fue increíble”, fue el comentario final de quien fue elegido la figura del match por el público y los integrantes de la transmisión oficial, Rossi.
Después de haber acompañado a sus compañeros junto a Darío Benedetto (Carlos Zambrano, el otro suspendido, también estuvo en la cancha) en el campo de juego durante la entrada en calor, Exequiel Zeballos se dirigió hacia el Palco D 02 ubicado sobre los pupitres de prensa para ver el partido. El Changuito fue ovacionado por los fanáticos que lo distinguieron y disfrutó de la acción junto a su padre Oscar y otros acompañantes que lo ayudaron a circular por las entrañas de la Bombonera con sus muletas.
Hubo un hermoso gesto de parte del santiagueño de 20 años que ya inició la recuperación de su tobillo derecho (tendrá para entre 4 y 6 meses): recibió en su sector a Joaquín, el chico de 12 años que fue baleado en su rostro en La Matanza y había declarado públicamente ser fanático de Boca Juniors. El club le cumplió el sueño de vivir un partido en vivo en el estadio, mientras que el Changuito -su ídolo- lo saludó personalmente en una gestión en la que colaboró el periodista Tato Aguilera. Jésica, la mujer que lo ayudó a no desangrarse en el lamentable episodio, también estuvo presente junto al joven xeneize.
Cerca de los 40 minutos del segundo tiempo, Zeballos abandonó el estadio para evitar el tumulto, escoltado por la seguridad y acompañado por su papá y un amigo. A pesar de todo, el Changuito no perdió su simpática sonrisa y saludó a cuanto hincha lo reconoció en el camino. Es, hoy por hoy, el futbolista más querido por el hincha de Boca.
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