“Es 1 crack. Puedo inflarme el pecho. ¡Estoy jugando con el futuro 5 de la Selección!”
Eso declaraba Leonardo Ponzio en febrero del 2012 al ser consultado por Ezequiel Cirigliano, la joven estrella de River Plate. El mediocampista, incluso antes de debutar en Primera División (lo hizo con sólo 18 años ante Atlético Tucumán con Leonardo Astrada como entrenador), era señalado como una de las grandes joyas de la cantera. Jugó el Sudamericano y Mundial Sub 17 y fue vital para conseguir el pasaje a la Copa del Mundo Sub 20 de Colombia 2011, donde compartió plantel con Dibu Martínez y Nicolás Tagliafico, dos fijas de Lionel Scaloni para Qatar.
Sin embargo su vida dio un giro radical y en las últimas horas fue noticia al ser detenido este lunes por portación de arma e intrusión en una vivienda de la localidad bonaerense de Caseros, en donde efectuó disparos. La relación con su papá, la depresión y un entorno que nunca logró contenerlo y ayudarlo llevaron a que la luz de esta estrella se apagara y no llegara a brillar todo lo que se esperaba.
Cirigliano, pese a su juventud, fue uno de los baluartes de Matías Almeyda en la B Nacional en la temporada 2011/12. El Pelado, que supo ser su dupla en la contención de la zona media en sus primeros partidos con la banda roja cruzada en el pecho, fue uno de los entrenadores que mejor lo entendió y que más jugo supo sacarle dentro del campo de juego. Incluso llegó a portar el brazalete de capitán en algunos compromisos.
“Si es inteligente, Cirigliano va a superar a todos los cinco que pasamos por River”, advirtió en su momento el Lobo Ledesma.
Defender la camiseta albiceleste y la vidriera de Núñez hicieron que llamara la atención de varios de los principales equipos de Europa, como Manchester City, Manchester United, Napoli o Barcelona.
Pero por fuera de la pelota su vida era algo compleja. En 2013 comenzó a presionar en el Millonario para quedarse con el pase en su poder o ser transferido al exterior, más precisamente a Italia, para estar cerca de su padre, quien había quedado detenido por tráfico de drogas. Según informó el periodista Hernán Castillo, el futbolista presionaba para recalar en Napoli, ya que quedaba a 150 kilómetros de donde estaba la cárcel donde se encontraba Adrián, su papá. El destino finalmente fue Hellas Verona.
Ezequiel nunca dudó en hacer los 500 kilómetros de ida y los 500 de vuelta para verlo en cada día de visita en la unidad penitenciaria. El resultado no fue el que deseaba: el club italiano desistió de comprarlo. Le fue muy difícil rendir (también tuvo que lidiar con una lesión) y estar a la altura de la competencia cuando su cabeza estaba puesta en otro lado. Entre Serie A y Copa Italia solamente disputó 14 juegos. Allí comenzó la crisis y su depresión.
En su regreso a River Plate, en junio de 2014, se quedó afuera de la pretemporada que comandó Marcelo Gallardo en Miami, Estados Unidos, tras esgrimir “problemas personales”. El deportista pretendía retornar a Italia, mientras que los dirigentes querían que formara parte del plantel que preparaba el Muñeco. Por ese entonces el presidente Rodolfo D’Onofrio esbozó una frase que por estas horas se hizo viral: “Si no se da cuenta de que es un profesional y que está en River, Cirigliano va a terminar siendo jardinero del club”.
Tras un tiempo separado del plantel y practicando con la Reserva, llegó el indulto; pero al poco tiempo la relación volvió a quebrarse y ya no hubo vuelta atrás. En febrero de 2015 fue detenido por manejar ebrio, sin registro y por resistirse a la autoridad. Ante este cuadro de situación el Muñeco no dudó en separarlo nuevamente y el club tomó la decisión de aceptar una propuesta del Dallas FC de la Major League Soccer de Estados Unidos.
Su aventura por la MLS solamente duró un semestre (participó en 8 partidos) y recaló en Tigre, donde tampoco pudo destacarse y jugó 6 duelos más. Fue en ese momento donde la relación terminó de romperse y River Plate decidió dejarlo con el pase libre.
Tras quedar en libertad, su padre regresó al país y se asentó en Tucumán. Ezequiel, para seguir cerca de Adrián, firmó con Atlético Tucumán. Su paso por el Norte del país tampoco fue bueno y marcó un quiebre en su vida. Su papá murió después de permanecer internado durante cuatro días en un sanatorio de San Miguel de Tucumán. “Te me fuiste Viejo, qué injusto es todo. ¡Gracias por acompañarme en todo! ¡Te amo! Que en paz descanses”, escribió en las redes sociales. En el Decano solamente ingresó en tres partidos (entre liga y Copa Argentina) y no llegó a sumar 90 minutos.
Su siguiente aventura fue en el Club Atlético Zacatepec, de la Segunda División de México. Allí volvió a tener continuidad y disputó 75 partidos en dos años, lo que le permitió pasar a San Luis Quillota de Chile (convirtió su único gol como profesional).
En 2021 Godoy Cruz apostó por él. Era su regreso a la máxima división del fútbol argentino, pero solamente disputó 24 minutos ingresando en el complemento en la igualdad 2 a 2 ante Rosario Central por la fase de grupos de la Copa de la Liga. A inicios de este año volvió al ruedo en el Cynthialbalonga Calcio, de la Serie D de Italia. 22 minutos repartidos en dos partidos fue su huella en el club de la capital italiana.
Ezequiel Cirigliano, de 30 años (nació el 24 de enero de 1992), nunca pudo demostrar todo su talento en el máximo nivel y ahora fue noticia tras ser trasladado a la Comisaría Primera de Caseros en el partido de Tres de Febrero, donde quedó a disposición de Justicia. Interviene en el caso la Unidad Fiscal 07 de San Martín.
Se supo del deportista que, luego del aviso de uno de los vecinos al 911 tras escuchar los disparos, fue aprehendido a 150 metros del lugar, se resistió a que lo revisaran y tenía el arma en su cuerpo.
David, uno de sus primos, reconoció en diálogo con Canal 9 que “su situación anímica es mala, no viene bien” y que “toma alguna medicación, a raíz de todo lo que le pasó”. Por su parte, Guillermo Vega, abogado del futbolista, reconoció que “viene padeciendo problemas psicológicos desde el 2015, con una angustia y depresión muy grandes desde su partida de River Plate. Entró en estado de pánico, angustia. Ha sido tratado y medicado. Su familia está siempre al lado. No hubo intento de robo ni violación de domicilio. Quiero que quede en claro que no hay peligro para terceros ni que quiso cometer un delito”.
Otro de los familiares que ahondó en los problemas personales de Ezequiel fue su primo Sergio, durante una entrevista con DSports Radio. “Hace más de tres o cuatro años que estaba atravesando temas difíciles. No saber sobre su futuro le causó una gran depresión. Como familia estuvimos todo este tiempo atrás de él”, comentó.
“Ojala sea este otro mal momento y que pueda salir adelante. El tema del fútbol ya no le hacía bien, no lo convencía. Como familia le ofrecíamos otros trabajos para que empezara otra vida”, añadió. Su familiar también expresó que “económicamente atraviesa una situación normal” y que “no se salvó por el fútbol”. “No tenemos idea de qué se le pasó por la cabeza para agarrar un arma”, concluyó.
Claudio fue otro de los primos que habló con la prensa para que el mundo conociera un poco más sobre Ezequiel. “Nosotros como familia lo conocemos como una gran persona. Él siempre se dedicó a su familia, la gente, sus amigos. Nunca quiso dejar su barrio, sus amistades. Es una persona ajena al dinero, la fama. Él es otra persona, una persona buena, compasiva. El problema de él nace con un desarraigo del club que lo formó y lo puso como capitán, figura a futuro y de repente los malos tratos y la no contención hizo que cayera en un pozo depresivo. No es fácil estar en una situación en la que todos te alaban y luego ser la peor persona del planeta”.
La depresión, un tema que lamentablemente aún es tabú en el fútbol, y un entorno destructivo fue el cóctel que contribuyó para que este joven no pudiera hacer en plenitud lo que más disfruta: jugar a la pelota.
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