“Cuando llegó la propuesta de Boca, no había mucho que pensarlo, fue bastante rápido todo”. Sergio Romero había sido invitado al Predio del club en Ezeiza y no fue con expectativas de encontrar nuevo equipo allí. Sobre el cierre del mercado, tenía un sondeo del fútbol europeo y evaluaba dónde recalar. El desacuerdo entre el Consejo de Fútbol y Agustín Rossi por la renovación de su contrato derivó en este interés concreto.
En realidad, Chiquito concurrió al Centro de Entrenamiento de Boca para saludar a Juan Román Riquelme, sin ánimos de ofrecerse al Xeneize ni tampoco esperando una proposición de su parte. “Me mostraron el predio que tienen y las cosas que se están haciendo. Es de primer nivel, unas instalaciones bárbaras para todos. Para la Primera y también para inferiores, para que se sientan que también tienen un lugar en el cual se pueden entrenar, los tratan bien y los cuidan”, confió en diálogo con El Canal de Boca, luego de brindar su primera conferencia de prensa.
Riquelme dio por finiquitado el tema Rossi y vio una posibilidad a mediano y largo plazo con Romero. Y mientras aguardaba por una respuesta concreta de Edinson Cavani, contratación que se terminó cayendo el domingo, elevó una oferta al ex arquero de la selección argentina que había vuelto el viernes a Ezeiza para llevarse una oferta real. “Aproveché para ir a saludarlo y me mostró el predio, pero hasta ahí no habíamos hablado nada de venir a Boca. La cosa surgió después”, confesó el misionero de 35 años.
El diálogo telefónico de Román le hizo replantear todo: “Directamente me llamó. Yo pongo la amistad por delante de las cosas. Si se daba, se daba; y si no se daba, no se daba. No se mezclaban las cosas. La pregunta fue muy concreta, muy directa. Si tenía ganas de estar acá, pertenecer al club y hacer las cosas para que al club le vaya bien”. A Romero se le movió el piso y atinó a contestarle que se podían sentar a hablar tranquilamente y que si las condiciones estaban dadas, no tendría problema alguno en ponerse el buzo azul y oro. Incluso le adelantó que su familia estaba a disposición para quedarse a vivir en Argentina.
En la entrevista que brindó ayer, detalló: “Logramos cerrar todos los papeleríos que se hacen largos, la revisación médica y acá estamos”. Otro integrante del Mundo Boca que fue importante para que se gestara su desembarco fue Marcos Rojo, ex compañero de Selección y Manchester United, que le insistió para que se decidiera a firmar en la Ribera.
La operación relámpago llevó a Boca a cerrar otra incorporación sobre el cierre definitivo del libro de pases. Más que para afrontar lo que resta del semestre, esta es una apuesta a darle forma al plantel del año próximo para afrontar la Libertadores 2023. A sabiendas de que seguramente Rossi sea transferido en el próximo receso o quede libre en junio próximo, el Consejo se decidió por una figura con roce internacional como Sergio Romero, le renovará el contrato a Javier García para ser su alternativa y tendrá en las gateras al juvenil Leandro Brey, que seguirá atajando en la Reserva.
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