La ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores entre Vélez y Talleres quedó empañada por la violencia que se vivió en las gradas del estadio José Amalfitani luego de que un grupo de barras del conjunto local atacara a golpes a decenas de hinchas del cuadro cordobés que había ocupado un lugar en una de las plateas altas destinada al público local. Por estos incidentes, la revancha de esta semana en el Mario Alberto Kempes se disputará sin la parcialidad visitante. Ahora, se conoció el informe realizado por el árbitro del partido, el colombiano Wilmar Roldán Pérez.
Es que la Conmebol abrió un expediente (CL.O-165-22) sobre los lamentables hechos y en él se recogen las declaraciones el juez principal y de Valesca Fistarol De Araujo, delegado del organismo que rige el fútbol sudamericano.
“En la tribuna Sur (alta), hubo un conflicto entre hinchas a golpes de puño, que duró del minuto 55 hasta aproximadamente el 65. Me informó OSC que la policía se negó a ir hasta el conflicto para resolver el tema, solamente la seguridad privada se involucró en solucionar el conflicto”, cuenta el árbitro en su informe que además detalla la irresponsabilidad de otro grupo de socios del Fortín: “La hinchada posicionada en la tribuna popular norte, atrás del banco del equipo de Talleres, lanzó vasos, encendedor y botellas al campo de juego para agredir al equipo adversario y a los oficiales del partido en los minutos finales del partido”.
A su vez, en el expediente se revela que por los incidentes en la tribuna superior sur, una de las cámaras del VAR que estaba ubicada específicamente a la altura de la línea de gol había sido movida: “La cámara estaba fija amarrada a la tribuna. Los disturbios hicieron que la cámara se mueva. No se cayó porque estaba amarrada. Luego, el asistente no pudo ingresar a corregir su posición porque los accesos estaban bloqueados”. Por eso, de haber habido una acción polémica en ese arco, los operarios del VAR no hubiesen podido contar con una imagen clave.
Como si esto no fuera suficiente, el delegado de la Conmebol, agregó: “El club había separado un sector especial para los invitados de Conmebol, delimitado por una cinta roja y un par de personas de seguridad privada. Una vez comenzado el partido, algunos plateistas de Vélez ingresaron a dicho sector insultando a los invitados. El sector no estaba protegido adecuadamente”.
Todo esto ha quedado en el expediente que ahora deberá ser analizado por la Comisión Disciplinaria de la Conmebol que determinará el castigo para Vélez que podría ser el de jugar a puertas cerradas o fuera de su estadio los próximos compromisos internacionales.
SEGUIR LEYENDO: