El partidazo que disputaron Vélez y Talleres por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores el miércoles pasado en Liniers prácticamente quedó en un segundo plano por la batahola que tuvo lugar en una de las plateas altas del estadio José Amalfitani. Directivos, familiares de jugadores y cuerpo técnico e hinchas del club cordobés que habían ingresado a ese sector con entradas de protocolos cedidas por el local sufrieron la agresión de barras que se cruzaron desde la popular.
“Fue una situación muy compleja que no tiene explicación de ningún tipo. Esto no ocurrió con hinchas de Talleres infilitrados que querían ver el partido sino con las 300 personas que entraron con protocolos. Había dos vicepresidentes, 30 directivos, 70 asambleístas y 40 familiares de los jugadores, más empleados de distintas áreas del club”, fue lo que declaró Andrés Fassi, presidente de Talleres, en diálogo con Jogo Bonito (Radio Late).
Al mismo tiempo, responsabilizó a la comisión directiva del Fortín por no haberles cedido un sector con seguridad para evitar este tipo de inconvenientes que habían sido advertidos con anticipación: “Le insistimos a Vélez por un lugar especial para que estas personas estuvieran tranquilas. Tuvieron un codo vacío a pesar de haberle dicho a Sergio Rapisarda (presidente de Vélez) por todos los medios durante tres semanas que transformemos esto en una fiesta del fútbol. Le mandé mensajes y cartas personales para que trabajemos juntos porque nosotros los íbamos a recibir de la mejor manera. Ahora se canceló toda posibilidad de público de Vélez en Córdoba. Aunque no nos iban a dar entradas visitantes, nosotros les íbamos a dar 10 mil que no podrán venir gracias a la ineptitud de una comisión directiva que sigue pensando en sacar ventajas por no dar una tribuna para 2.000 personas. Atrasan 50 años el fútbol. Tienen que desaparecer del fútbol, Conmebol las tiene que erradicar”.
Los incidentes tuvieron como saldo 70 heridos, entre los cuales 7 fueron hospitalizados: “Llegaremos hasta las últimas consecuencias porque hay muchísima gente golpeada, en riesgo de vida, dos personas internadas y una seguramente perderá un ojo y tiene desfigurada la cara porque fue a mansalva. Entró gente con armas punzantes y fierros a pegarle a nuestra gente. No tiene sentido lo que han hecho. Inexplicable que a 60 de la barra le hayan abierto las peurtas de la popular, la platea baja y alta. Liberaron la zona. Controles, seguridad privada, seguridad de la Policía... Nadie hizo absolutamente nada y fueron contra mujeres y niños con armas punzantes a agredir”.
Fassi se hallaba en un palco dentro de una comitiva de 30 personas cuando se percataron de lo que sucedía con los 300 ubicados en la platea: “Los jugadores no lo advirtieron por la concentración del partido, pero el cuerpo técnico y los suplentes le avisaron al árbitro. La televisión no hizo una sola toma ni comentario de lo que estaba sucediendo. Esto es algo organizado, estructurado, armado. Después hablé con Rapisarda y fue vergonzoso lo que me dijo. ‘Te pido disculpas, Andrés’. Esas fueron sus palabras. Una ineptitud e inconsciencia total”.
Y prosiguió con la mira en Rapisarda: “¿Qué hace de presidente en una institución histórica como Vélez? No puede estar más, tiene que ser descalificado de por vida. Pusieron vidas en riesgo. Ocho horas antes en la comida previa de protocolo le dije que me preocupaba muchísimo el lugar que nos estaba dando y me respondió que en el codo no se podía poner gente. Una cosa de locos”.
Fassi adelantó que realizarán una denuncia penal y exigirán ante la Conmebol un castigo ejemplificador: “Me duele mucho porque no hay que mezclar la historia de Vélez y su ejemplo como institución, pero hoy está manejado por un grupo de ineptos que permitieron una barbarie”. De cara a la revancha, la delegación de dirigentes velezana tendrá un palco con seguridad garantizada con espacio para solamente 70 personas.
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