En el marco de la causa Generación Zoe, Ricardo Caruso Lombardi se vio obligado a trasladarse hasta Villa María, Córdoba, para declarar ante la fiscal de Segundo Turno Juliana Companys. Ingresó por una puerta trasera del edificio y brindó su testimonio durante tres horas, en las que habló de su vínculo con Leonardo Cositorto, líder de Zoe y gerenciador del fútbol de Deportivo Español, club en el que el ex técnico de San Lorenzo y Racing fue contratado como manager. El próximo lunes será el turno de Diego Elías, titular del Gallego.
Según trascendió, la declaración de Caruso, quien en la actualidad también se desempeña como columnista televisivo, estuvo permanentemente relacionada al fútbol y la injerencia de la cabeza de Generación Zoe. El ex mediocampista se despegó de Cositorto, con el que, según sus palabras, solo compartió “un par de asados”. También aceptó haber concurrido a las oficinas de Crisólogo Larralde, pero que nunca presenció “nada raro”. Y subrayó que el vínculo fue estrictamente laboral.
Uno de los ítems que habían generado polémica estaba vinculado a la promoción que el entrenador-manager hizo de Generación Zoe en las entrevistas que dio en su función. Ante la consulta, Caruso alegó que, por ejemplo, debía usar la remera de ZOE como parte del convenio rubricado. En marzo, en el clímax de la investigación por presuntas “estafas reiteradas y asociación ilícita”, el programa Argenzuela, por Radio 10, había dado con un contrato que había firmado el reconocido DT.
El vínculo era de un año de duración, del 1º de julio de 2021 y el 30 de junio de 2022, con un salario de cinco millones de pesos a pagar cada tres meses y un bonus por si el club lograba el ascenso de 100 mil dólares. Entre las tareas que debía realizar el Tano aparecen la contratación de futbolistas y armado del equipo, la preparación del plantel mediante clínicas y publicitar la empresa, entre otras tareas. Sin embargo, la polémica se generó por una cláusula puntual que involucra al presidente Elías, a Caruso Lombardi y a Cositorto. En este contrato se ceden los derechos económicos de los jugadores del plantel de primera división “a favor de Generación Zoe S.A. en un 40% y al director deportivo Ricardo Caruso Lombardi en un 20%”, según se puede ver en los documentos.
En ese momento, el Tano reconoció la existencia de dicho vínculo, pero con una salvedad. Aclaró que son dos contratos: el primero, que es el que cumplía por su labor diaria, y otro que cuenta con esta polémica cláusula de los porcentajes. Sin embargo, en Tano reveló que ese fue “dado de baja” por orden de su abogado, ya que “estaba mal redactado” y “eso no se podía hacer”. Y planteó que tras la caída de Generación Zoe él se había puesto al hombro el día a día del plantel de Español para no dejar sin respaldo a los futbolistas y empleados.
“Caruso Lombardi me sale costoso, pero una pautita televisiva en TyC Sports te sale 100, 200 mil pesos”, rezaba Cositorto en uno de los videos que se hicieron virales tras su caída. El primer acercamiento de Zoe con el fútbol se dio como sponsor de Cañuelas Fútbol Club, con un acuerdo que incluía pago de 300.000 pesos mensuales.
Luego Cositorto fundó el Deportivo Zoe, cuya meta era ingresar a los torneos AFA y para eso debía empezar compitiendo en los regionales, y mientras tanto armó una estructura paralela bajo el paraguas de Deportivo Español. “Con mi cuerpo técnico, les potenciaba los futbolistas y después él los transfería a otras ligas, a Andorra, a Tailandia, a Colombia. Eso en el fútbol es muy habitual: acá pagaba en pesos y transfería en euros o dólares. Para mí su negocio era redondo”, declaró Caruso en febrero, diálogo con Infobae.
En Córdoba armó el armaron el Zoe Atletic Club, en Villa María, la localidad a la que fue a declarar el director técnico. También se convirtió en el principal sponsor de Chacarita, club con el que acordó poner su logo en la parte frontal de la camiseta a cambio de 25,2 millones de pesos pagaderos en cuatro cuotas de 6,3 millones.
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