Pasión a la distancia: Satty Campazzo, el fanático japonés del baquetbolista argentino que colecciona su indumentaria y viajará a conocerlo

Se llama Satoru Kitada, tiene 28 años, vive en Tokio, y quedó encantado con el cordobés en el Mundial 2019. Desde ahí lo sigue con fervor y hasta se compró la camiseta de Peñarol de Mar del Plata

Guardar
 Satty Campazzo, el fan japonés de Facu Campazzo
Satty Campazzo, el fan japonés de Facu Campazzo

¿Cómo puede suceder que un japonés de 28 años que vive en Tokio se convierta en fanático absoluto de un basquetbolista argentino? ¿Cómo puede ser que lo prefiera, cómo ídolo y referente, por sobre otras figuras mundiales, superiores en todo, como Steph Curry, Damian Lillard o Chris Paul, bases también, no tan altos, como le gustan a él? ¿Cómo se explica que se haga llamar Satty Campazzo? ¿Y cómo es posible que sea un obsesivo coleccionista de cada prenda que use o haya utilizado el jugador, desde una camiseta de Peñarol de Mar del Plata hasta el short de la Selección, pasando por una camiseta de los Nuggets exclusivamente personalizada, ropa que usa hasta su hijo, a quien le trasladó ese fanatismo? ¿Cómo se argumenta este fanatismo que, como por si fuera poco, llega al punto de tener planeado viajar a USA para verlo en la NBA y al Mundial 2023? Estas preguntas tienen respuestas en esta nota que contará la historia de Satoru Kitada, alías Satty Campazzo.

Era agosto del 2019 y Satoru, de 25 años, se disponía a ver el Mundial del deporte que más amaba, el básquet. “Juego desde los 11, siempre fui un base y llegó un momento que hasta me sumé a un equipo semi profesional. Lo dejé cuando intenté ser actor, la otra inquietud que tenía en mi vida. Duré poco y luego de eso decidí armar mi propio equipo, donde juego ahora”, cuenta en diálogo con Infobae. En aquellas semanas, tres años atrás, le pasó algo especial: descubrió a un jugador que lo cautivaría hasta el punto de transformarse en su ídolo. Se trató de Facundo Campazzo, quien aquel torneo jugó el mejor básquet de su vida y se transformó en uno de los mejores jugadores del torneo. “Como nunca fui muy alto, como él, cuando lo vi me sentí muy identificado. Fue como ver un mago en una cancha de básquet. Pero además me gustó mucho que podía anotar y, en especial, quedé impresionado con su pasión por el juego. También me hizo sentir identificado que me demostró algo que yo creí siempre: que la altura no importa tanto aunque sea un deporte de gente alta”, explica a la hora de enumerar las cosas que más lo impresionaron del armador argentino que en aquel torneo guió a nuestro seleccionado hasta el subcampeonato mundial.

Desde esa competencia, Kitada lo siguió en cada paso que dio FC7. “Luego de destacarse en Real Madrid, pasó a la NBA y ahí lo seguí aún más. Fue más sencillo ver sus partidos”, comenta. Después, en 2021, llegaron los Juegos Olímpicos y Argentina tuvo que enfrentar a su país. Sentimientos encontrados para Satoru. “Ese partido fue un quiebre que potenció mi fanatismo porque Facu destruyó a mi seleccionado japonés, pese a que Japón intentó jugar con una alineación más alta para sacar ventajas sobre Facu. Pero él demostró que la altura no es todo. Es mi ídolo y referente por todas las cosas que representa y siempre quise tener”, relata.

Satty y su hijo con las camisetas de Campazzo
Satty y su hijo con las camisetas de Campazzo

Tan fana se hizo que lo primero que buscó fue tener su indumentaria. Conseguir la camiseta y el pantalón de Denver Nuggets le resultó relativamente sencillo. Más difícil fue cuando se planteó conseguir la camiseta del primer club profesional de Campazzo, Peñarol de Mar del Plata. “Busqué por todo Internet hasta que di con un lugar que tenía una sola y justo era mi talle. Le agradecí muchísimo a la persona que accedió a enviarla”, cuenta quien siente una felicidad especial cuando manda por redes sociales las fotos posando con todos sus trofeos, incluso junto a su único hijo, el que tuvo junto a su esposa estadounidense. “A mi nene también le gusta el básquet y como ve que siempre uso las cosas de Facu, también me ha pedido ponérselas...”, explica.

Lo más increíble tal vez haya sido lo que le sucedió con el mismo jugador, con quien ha podido intercambiar algunos mensajes por redes sociales. “Me sorprendió mucho cuando me contestó un mensaje. Es fuerte cuando tu ídolo te contesta... Ahí me di cuenta que era como todos decían: muy humilde. Me habló como una persona normal, no como un estrella a un fan... Eso me hizo hacerme más fanático y tener más ganas de ir a verlo jugar en persona”, explica quien tiene pensado viajar a Estados Unidos para verlo si sigue en la NBA y no piensa perderse verlo cuando el Mundial del año que viene llegue a la región -se jugará en su país, además de Filipinas e Indonesia-.

Satty y sus compañeros de equipo em Japón
Satty y sus compañeros de equipo em Japón

Satty cuenta que muchos le preguntan en Japón por qué le gusta Campazzo y más pensando la cantidad de otros bases que puede tener como referentes, como Steph Curry, Damian Lillard, Chris Paul, Ja Morant, Luka Doncic, entre otros... “Ninguno tiene su pasión y entrega. Ojalá pueda viajar a Estados Unidos o conocerlo algún día, en especial en el Mundial del año que viene que tendrá a Japón como uno de los organizadores”, admite con mucha ilusión. Se le hace notar que los japoneses no suelen ser tan apasionados y que él parece todo lo contrario, motivo por el cual tal vez por eso le guste tanto Campazzo. “Seguramente sucede esto porque yo no soy el típico japonés. La gente me lo dice... Me gusta tomarme las cosas de esa manera, disfruto hablando con personas en todo el mundo, haciendo amigos.. Ojalá pueda hacerme muchos de Argentina. Me gusta mucho la forma en que son allá. Son mis favoritos en todo el mundo”, comenta.

Su pasión por Campazzo se ha hecho conocida incluso en el círculo en el que se mueve en su país. “Hace poco jugué con mi equipo en un torneo en el que salimos segundos. Y el presentador de los equipos me mencionó como Satty Campazzo, no por mi nombre real”, cuenta entre risas luego de aclarar que en esa competencia usó el short de Argentina que también se compró por Internet. Ahora, mientras despunta el vicio, con la motivación de sentirse un poquito como su ídolo, espera que los meses pasan rápido y poder viajar para verlo jugar y por qué no conocerlo en persona...

SEGUIR LEYENDO:

Guardar