Pasaron semanas de especulación y ebullición, pero finalmente Carlos Izquierdoz confirmó su salida de Boca Juniors para jugar en el Sporting de Gijón. Mientras el equipo ahora dirigido por Hugo Ibarra derrotaba a Estudiantes de La Plata en la Bombonera el domingo pasado, el defensor de 33 años se embarcó a territorio europeo para experimentar por primera vez del otro lado del Atlántico. Y otro de los referentes del plantel xeneize como Darío Benedetto le dedicó un posteo en las redes.
“Amigo te deseo lo mejor y éxitos. Varios años y cosas vividas al lado tuyo. Sos un ejemplo para todos”, fue el mensaje que compartió el Pipa en una historia de Instagram que fue acompañada por una imagen de ambos fundiéndose en un abrazo en un partido de Boca.
El defensor y el delantero se habían cruzado en el exterior antes de que se encontraran en Boca como compañeros. Benedetto militaba en Xolos de Tijuana en 2014 cuando Izquierdoz fue fichado por Santos Laguna (luego Pipa también jugaría en América de México). Se enfrentaron en la liga mexicana y se unieron en la Ribera a partir de 2018, cuando Guillermo Barros Schelotto solicitó la incorporación del Cali, a quien conocía desde Lanús.
Juntos ganaron varios títulos y se convirtieron en personajes importantes de los planteles comandados por los Barros Schelotto, Gustavo Alfaro, Miguel Ángel Russo y Sebastián Battaglia. Con la salida de Seba se produjo el quiebre: según manifestó el actual DT, la salida de la formación titular de Izquierdoz se debió a motivos absolutamente futbolísticos y tácticos. Sin embargo, por lo bajo se contó otra historia...
La relación entre los referentes del plantel de Boca y el Consejo de Fútbol quedó pendiendo de un hilo justo antes de la revancha por los octavos de final de la Libertadores ante Corinthians, que terminó en eliminación del Xeneize en tanda de penales en la Bombonera (la fatídica noche de los penales errados por Benedetto). A horas del match, los capitanes del equipo entablaron un diálogo con los integrantes del Consejo y surgieron chispazos por los premios a convenir.
Todo trascendió horas después de la salida de Battaglia, que se generó el día posterior a la derrota contra los brasileños. Según se supo, Izquierdoz tuvo un fuerte cruce con Juan Román Riquelme por expresarle las diferencias que mantenían los jugadores con el Consejo. Acto seguido, Cali fue suplente en el siguiente compromiso ante San Lorenzo por la Liga Profesional (la tarde en la que Marcos Rojo le dedicó su gol) y no volvió a vestirse como jugador de Boca.
A la semana siguiente acusó un traumatismo de tobillo que lo marginó de las presentaciones ante Talleres de Córdoba y Argentinos Juniors, por lo que la última vez que Cali pisó la Bombonera fue de civil en el duelo frente a los cordobeses, donde fue reconocido por los hinchas que lo divisaron junto a sus compañeros en la entrada en calor. Al mismo tiempo que Chicho Serna confirmó la salida de Izquierdoz a fines de la semana pasada, otro futbolista graficó lo que significó para el resto del plantel la partida del capitán: “Un baldazo de agua fría”.
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