Adversarios en la pista y amigos fuera de ella: las anécdotas del Flaco Traverso sobre la rivalidad con el Loco Di Palma

Infobae habló con el ídolo sobre el épico duelo y sus anécdotas. De los roces a tomar mate juntos. La complicidad de no denunciarse para “ponerse al día” en la siguiente carrera. El motor prestado para ganar en TC y el paseo en avión con una acrobática maniobra

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Juan María Traverso y Luis Rubén Di Palma fueron grandes rivales y amigos (Armando Contreras - Archivo CORSA)
Juan María Traverso y Luis Rubén Di Palma fueron grandes rivales y amigos (Armando Contreras - Archivo CORSA)

A Juan María Traverso se le iluminan los ojos al hablar de Luis Rubén Di Palma. Protagonizaron uno de los duelos más grandes del automovilismo argentino con códigos de otra época. Sus autos podían terminar destrozados, pero nunca hubo una denuncia. Todo quedó en la pista y fuera de ella hasta tuvieron una gran amistad. Para recordar esta fuerte rivalidad y viajar en el tiempo Infobae visitó al Flaco de Ramallo, quien contó detalles de esa historia y las diferencias entre las maniobras al límite de ese momento con las actuales.

Fueron tiempos sin redes sociales ni celulares y en el que este deporte logró una trascendencia superlativa. Traverso y Di Palma fueron dos pesos pesados y se encontraron en pista en el Turismo Carretera, el TC 2000, el Club Argentino de Pilotos y en alguna carrera de la Fórmula 2 Nacional. Traverso preside desde hace unos años la Asociación Argentina de Volantes (AAV), la mutual que brinda cobertura médica a los pilotos, licencias, seguro de vida y ofrece entrenamiento y preparación en su centro de alto rendimiento ubicado en el Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez y que hoy tiene registrados 38 mil corredores que están en actividad. En la sede de la entidad el Flaco se prestó al mano a mano.

-¿Cómo era su relación con Di Palma?

-Hoy hay gente que no me cree, pero éramos íntimos amigos. Inclusive nos ayudábamos en épocas en la que uno estaba más complicado: “Flaco, ¿me prestás un motor?” “Tomá”. “Luis, ¿me podés dar una mano con esto?” “Sí”. Y la pista era una batalla campal. Pero nunca mezclamos la pista con la amistad. Lo de la pista, quedaba en la pista. Y si alguno de los dos se pasaba de la lógica a los 15 días nos poníamos al día en la carrera y a la media hora estábamos tomando mate. Y no solo Luis, Maldonado (Guillermo) y tantos pilotos de esa época que no se mezclaban la pista con la amistad. Hoy no. Hoy es como que termina la maniobra en la pista y arranca una guerra campal que dura toda la semana, diez días.

Juan María Traverso recuerda su duelo con Luis Rubén Di Palma

-¿Hoy cómo se corre?

-Hoy en día ves maniobras que no las entendés. Y me pueden decir “vos hiciste tal maniobra”, bueno, sí, pero, ¿qué pasó? Nada. Había una diferencia de las maniobras de la época anterior a las de hoy, que son maniobras agresivas, mal, con mala intensión. Me dicen, “vos cuando le pegaste a fulano”, pero no era lo mismo, era parte de las carreras permanentemente.

Hace 40 años no había cámaras a bordo en las transmisiones televisivas en vivo en nuestro país. Los comisarios deportivos no contaron con las herramientas que tienen en la actualidad para evaluar las maniobras. El soporte de las autoridades eran los veedores en la pista. Muchas veces recurrieron a los protagonistas para ver si alguno iba a denunciar a otro competidor (hoy muchos pilotos y jefes de equipos hacen cola para denunciar), pero eso no algo que estuvo en Di Palma, Traverso y todos los pilotos de aquella época, más allá de que se sacaron chispas en la pista. Por ejemplo, el Flaco de Ramallo recuerda la vez que un comisario deportivo (CD) se le acercó al Luis Di Palma:

CD: Luis, ¿lo vas a denunciar a Traverso?

LDP: ¿Por qué?

CD: Te chocó.

LDP: ¿Dónde?

CD: Ahí tenés un golpe en el auto.

LDP: ¿Vos me chocaste?

JMT: No

LDP: Listo.

Duelo de Juan María Traverso y Luis Rubén Di Palma en el TC 2000 en una carrera disputada en el Autódromo de Buenos Aires en 1982 (Archivo Carburando)

Otra anécdota fue en diciembre de 1992 con Ernesto ‘Tito” Bessone en la última carrera del año del TC 2000. “Bessone en una definición de campeonato en Tucumán me fue a partir al medio y en la última milésima de segundo dijo ‘no’. Y bueno, vino el comisario y me dijo:

CD: ¿Vas a hacer la denuncia?

JMT: ¿Denuncia de qué?

CD: De lo que hizo Bessone.

JMT: ¿Qué hizo?

CD: Te fue a partir al medio.

JMT: Yo no lo vi.

Y ahí terminó, pero no de buen tipo, ni nada, era la forma en la que se corría antes. Yo no digo que esté bien, ni mal, ni nada. Yo me quedo con esa. Hoy es totalmente distinto”, afirma el ex piloto de 71 años. Luego de aquel incidente con Bessone, la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) del Automóvil Club Argentino (ACA), actuó de oficio y quiso aplicarle una sanción de varios meses a Tito. Pero Traverso y Yoyo Maldonado, entre otros, pidieron que lo dejaran correr y la pena fue una multa económica. Los dos representaron a Renault y Volkswagen, respectivamente, y eran rivales de Bessone, que tuvo apoyo oficial de Ford. La camaradería estuvo por encima de los intereses de las fábricas.

Podio de TC 2000 en 1983 con Traverso ganador en Las Flores. Di Palma fue segundo y Mario Gayraud, tercero (Archivo CORSA)
Podio de TC 2000 en 1983 con Traverso ganador en Las Flores. Di Palma fue segundo y Mario Gayraud, tercero (Archivo CORSA)

-¿Qué maniobra recuerda con Di Palma?

-Yo lo cuento y me miran como diciendo “es mentira”. Un día en Mendoza le arranqué la goma con todo, con suspensión con la goma delantera izquierda y gané por un cachito. A los 15 días corríamos en La Pampa, donde el circuito viejo (Santa Rosa) tenía una sola curva a la izquierda. Luis me encaraba en esa y en las demás se quedaba quieto. En la última vuelta cortó camino y me arrancó la rueda, la trompa, todo. Pasó la carrera y le digo:

JMT: Luis, ¿me podés explicar?

LDP: Era la delantera izquierda, no te puedo sacar la derecha. Ya estamos al día.

Traverso es el máximo campeón de pista a nivel nacional con 16 títulos: 7 de TC 2000 (N. de la R: dueño de récords en victorias y poles positions, marcas imbatibles en la actualidad), 6 de Turismo Carretera y 3 de Top Race. Por sus laureles, carisma y personalidad, es un ídolo que supera al automovilismo como lo sigue siendo Di Palma (8 títulos: 2 de TC, 2 de Fórmula 1 Mecánica Argentina, 2 de Sport Prototipos, 1 de TC 2000 y 1 de Supercart), fallecido el 30 de septiembre de 2000 por un accidente con su helicóptero. Con el correr de los años el vínculo entre ellos se fortaleció abajo del auto y fue más allá de la pista.

Espectacular lucha entre Juan María Traverso y Luis Rubén Di Palma en la final del TC en Rafaela en 1996. Ese día el Loco tuvo un motor y asistencia en el chasis del equipo del Flaco de Ramallo, y volvió a ganar en la popular categoría luego de 21 años.Terminó con la goma delantera derecha pinchada (Archivo Carburando - Publicado por Joaquín Carrizo)

-¿Cómo se ayudaron?

-Por ejemplo en lo económico, en un momento yo lo ayudé a él y él me ayudó a mí. Momentos difíciles como los que estamos viviendo ahora en la Argentina, tal vez no tan grave, pero los viví cuatro veces. En algún momento yo iba mejor que Luis y lo ayudé, y en otro momento Luis fue mejor que yo y me ayudó. Pero eso no me mezclaba con la pista. Un día le presté un motor para Rafaela y ganó y en la pista hacíamos maniobras, pero insisto, me quedo con la forma anterior.

En esa carrera de Rafaela, el equipo de Traverso asistió al Chevrolet de Di Palma con la preparación del motor y la puesta a punto con el chasis. Igual ambos pelearon en las primeras vueltas de carrera como se puede ver en el video. El Flaco le dio una mano al Loco, que había dejado de correr de forma regular en el TC y en esporádicas carreras volvió cuando se lo permitió el presupuesto. Habían pasado 21 años desde su última victoria en la categoría, que fue el 20 de abril de 1975 en las 500 Millas Mercedinas con un Torino. Juan María supo que un triunfo sería un envión anímico importante para Luis, que demostró su vigencia con 52 años y ese día, el 2 de junio de 1996, el arrecifeño cruzó primero la meta con la goma delantera derecha pinchada en un circuito de alta velocidad.

-¿Alguna anécdota fuera de los autos?

-Me decía “vení conmigo”. Él andaba en el avión para todos lados. Yo tenía un avión, pero no era piloto. Corría en tres categorías todos los fines de semana de una punta a la otra y no llegaba, pero no porque me gustara o me divirtiera. Luis era un piloto espectacular y un día en Marcos Juárez estábamos en el aeroclub y me dice:

LDP: Vamos a andar una vuelta.

JMT: No, no.

LDP: ¡Pero vení!

JMT: Bueno.

LDP: Yo te voy a mostrar algo y vos me decís. Si no te gustó, yo no te jorobo nunca más.

Juan María Traverso recuerda la anécdota del mate arriba del tablero del avión y la espectacular maniobra de Di Palma

Y Traverso recordó qué pasó arriba del avión: “Tenía un mate y lo puso arriba del tablero del avión. Hizo un giro, completo y el mate no se movió. Perfecta la maniobra. Quedó el mate parado. Le digo, ‘te felicito, no la hagás más, bajá, estoy de acuerdo, sos un piloto genial, pero no es la vida mía’. Era un piloto excepcional”.

-¿Se fue demasiado pronto?

-La verdad que si, pero bueno, son cosas que pasan. Éramos muy amigos, nos ayudábamos mucho, nadie sabía, ni siquiera la familia de Luis ni la mía. Nos dábamos una mano en lo que sea. El día que se pegó no me entraba en la cabeza.

-¿Por qué no hay más ídolos como Traverso y Di Palma?

-Porque hay una tecnología. Yo la divido, la buena es genial, espectacular, pero la mala es malísima. En todo. Yo discuto con mis hijos porque mis nietos están todo el día con el idPad y pasaron de la mamadera al idPad. No me gusta eso. En el automovilismo se metió una tecnología que elimina al piloto y también incluye gente dentro del mundo del automovilismo que no es del automovilismo. Hay una mezcla ahí que no me gusta. El auto perfecto es el de calle. Yo tengo un Lexus que es espectacular, el auto es súper seguro, frena solo, estaciona solo y todos los autos de calle en la actualidad son buenos. El auto de carrera no puede tener esa tecnología, lo tenés que manejar, no puede ser automático. La Fórmula 1 está volviendo –despacito- al origen porque llegó un momento en el que si no frenaba el piloto frenaba el auto, no hacía el cambio el piloto, lo hacía el auto. El piloto amagaba a superar al de adelante y el ingeniero le agregaba 50 caballos y esa tecnología fue matando a la F1. Conclusión: ahora es mucho más importante el auto que el piloto. El coche fue siempre importante, pero el piloto también, pero hoy quedó en el quinto lugar. Y hoy yo estoy en la tribuna, no me gusta, me aburre. Esa es la verdad.

Traverso (izquierda), con una cupé Renault Fuego, y Di Palma (derecha), con una Ford Sierra XR4, en la Horquilla del Autódromo de Buenos Aires en una carrera de TC 2000 en 1987 (Gentileza Sergio Marchesin)
Traverso (izquierda), con una cupé Renault Fuego, y Di Palma (derecha), con una Ford Sierra XR4, en la Horquilla del Autódromo de Buenos Aires en una carrera de TC 2000 en 1987 (Gentileza Sergio Marchesin)

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