El padre de Joaquín Coronel mira fijo a cámara. Tiene tres hojas en sus manos. Habla y muestra, habla y muestra. En esos papeles tiene los nombres de los prófugos por el asesinato de su hijo producido en el marco del clásico del Oeste entre Leandro N. Alem y Luján. Y los menciona: Ariel González, Mariano González, Facundo Serrano, Carlos David Ceppelani y Diego Armando Barrientos. Que se suman a los tres que ya están detenidos: César Ramírez, Mauricio Pare y Hugo Prezzo. Para la fiscalía de Delitos Complejos de Mercedes, que es la que está llevando adelante la investigación desde el sábado pasado bajo la actuación de la misma fiscal que comenzó el caso, María Laura Cordiviola, entre estas cinco personas a las cuales se les dictó orden de captura están los tres autores materiales del hecho y al menos uno más sindicado como autor intelectual.
La fiscal ya tiene probado que salieron armados desde la sede de Alem, que iban en siete vehículos de los cuales cinco ya están identificados y que habrían tenido connivencia policial, dada la pasividad a la hora de lo sucedido y al regreso hacia General Rodríguez, debido a que pararon en la Autopista del Oeste a intercambiarse las ropas para tratar de eludir la acción judicial y aunque estuvieron varios minutos allí tomados por las cámaras de seguridad, nadie atinó a detenerlos. Al día siguiente, cuando comenzaron a buscarlos, para estos cinco ya era tarde. Aunque hubo múltiples allanamientos no los pudieron localizar y terminaron convirtiéndose en prófugos de la Justicia. Por esta situación la gente de Luján mira con cierta desconfianza al nuevo jefe de la departamental de la zona, Rubén Giménez, quien había asumido dos semanas atrás y venía desempeñarse como jefe de calle en General Rodríguez. Pero el funcionario policial no está en la mira de la Justicia.
Como contó Infobae el mismo domingo en que se produjo la balacera criminal que terminó con la vida del adolescente Joaquín de apenas 18 años más heridas de bala en otras siete personas (entre ellos un familiar directo de Toti Roldán, capo de la barra de Luján), la investigación se centró en la familia González, cuyo padre, Carlos, es el presidente de la institución y tiene muchísimos vínculos con los boliches y discotecas de todo el corredor del Oeste. Al día siguiente, la casa fue allanada buscando a los hermanos González y también los autos en los que se movilizaban, aunque no encontraron nada. Sólo llegó hasta el lugar, alertada, la madre de ellos, Graciela Mingorance, quien tiene una larga trayectoria política y judicial en el partido. Fue subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Género del Municipio durante el gobierno del ex intendente de Juntos por el Cambio, Darío Kubar, y pasó después a ser directora de la Casa de la Justicia bajo el actual mandato del intendente Mauro García, del Frente de Todos. Aunque parezca increíble, la directora de la Casa de la Justicia tiene a sus hijos prófugos.
Ambos además también tienen sus vínculos políticos. Ariel González, sindicado como el jefe de la barra de Alem, fue primero el delegado municipal del barrio Malvinas, uno de los más conflictivos del partido, y después fue nombrado en enero de este año director de Transporte de General Rodríguez. Insólito. Recién el jueves pasado lo dieron de baja como funcionario, cinco días después del crimen del hincha de Luján. Desde el municipio aseguran que fue de inmediato, pero no lo hicieron oficial hasta el jueves, lo que permite albergar todo tipo de sospechas. El menor de los González, de 33 años, era el titular del automóvil Peugeot 308 blanco del que se ve bajar a dos personas armadas y disparar. Ese vehículo fue encontrado finalmente en un baldío de Rodríguez el sábado pasado. Su hermano mayor Mariano, de 40 años, era para la Justicia el conductor de un VW gris oscuro que aparece en las imágenes. Ese auto está a nombre de la madre, Graciela Mingorance, quien además es la representante legal del club. En los registros automotor Mariano González aparece como autorizado a manejarlo y además de ser vocal titular del club Alem, la policía sospecha que de ese auto por las imágenes se ve bajar a alguien con un arma nueve milímetros. Las vainas encontradas en el criminal hecho son todas nueve milímetros.
Del resto de los prófugos, los más complicados son Facundo Esteban Serrano (29) y Carlos David Ceppelani (38). Ambos están bajo la carátula de “homicidio simple, lesiones leves y lesiones graves, todo calificado por uso de armas de fuego”. También se los acusa como al resto de “resistencia a la autoridad en concurso real agravado por ser cometido en el marco de un espectáculo deportivo”. Diego Armando Barrientos (33) también está participando del hecho, aunque en su caso aún no se terminó de verificar si como autor, coautor, partícipe necesario o encubridor. De los tres detenidos, Prezzo, dueño de un Audi negro que aparece en las imágenes, y César Ramírez, poseedor de un Corsa blanco y vocal suplente del club, también están imputados por los delitos más graves, que prevé pena de hasta 25 años de prisión. Mientras que Mauricio Maximilano Pare, vocal titular de Alem, aparece apuntado por ahora solamente como encubridor.
Las próximas horas serán cruciales. Porque todos los imputados designaron abogados. De los tres detenidos, sólo declararon Pare y Ramírez quienes reconocieron que estaban en el lugar del hecho pero aseguraron que estaban en sus autos y no saben nada de lo ocurrido. Prezzo se negó a declarar. La Policía dice tener cercados a varios de los prófugos a los que algunos ubican en la zona de Tigre, y otros en el litoral. Lo cierto es que a la espera de estas detenciones, mañana habrá una marcha a las 18 frente al Municipio de Luján para pedir justicia. Que ojalá llegue pronto y no quede impune el crimen de Joaquín, que engrosa y lleva a 343 víctimas fatales las que se cobró el fútbol argentino según la lista que elabora la ONG Salvemos al Fútbol.
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